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66EN DESAGRAVIO A ESPAÑA

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A LA VERDAD HISTORICA,

AL eo NSE R VAT1SM o DE NUESTRA REVISTA, Y A NUESTROS LECTORES QUE BUSCAN EN ELLA UNA

OJRIENTACION CRISTIANA y NO PROPAGAND.A MARXISTA??

NOTA DE LA DIRECCIO\\!: REVISTA CONSERVADORA mantiene los ideales de la Hispaa

nidad entre los altos valores de la cultura occidental con el mismo ardol' y entusias a mo que el Doctor Julio Icaza Tigerino. No es culpa de la Revista que el escritor' Pedro Gringoire al tratar el tema de la "No Intervención" en su artículo que publi– camos en el No. 37, correspondiente al mes de Octubre, haya usado falsas ilustra– ciones para probar su tesis. Reconocemos, sin embargo, el haber cometido un pe– cado de omisión, en aquella opol'tunidad que es cuando debimos haber hecho las salvedades a que esta nota se refiere. Por ética periodística no podíamos mutilar el trabajo del referido escritor, aunque estuviésemos en total desacuerdo con él. Agradecemo.s al Doctor Icaza Tigerino el envío de su carta que gustosamente pu– blicamos a continuación y alabamos entusiastamente su brillante defensa de la Guerra de Liberación española la que nosotros también admiramos como una ver– dadera Cruzada.

Matagalpa, 10 de Noviembre de 1963.

Sr. Director de la REViSTA CONSERVADORA Managua

Estimado Sr. Director:

~n el N~ 31 de REVISTA CONSERVADORA corres– pondiente al mes de Octubre próximo pasado, he leído Con sorpresa ciertas afirmaciones del seudonimista que se oculta bajo el nombre de Pedro Gringoire en el artículo titulado "NO INTERVENCION".

Las afirmaciones a que me refiero son las siguientes: "Veamos una que otra ilustración. La ¡principal, memora– ble y que no debería jamás olvidarse, por increíble y por admonitoria, es la del caso de Espaiía en 1931. Fue en rígida adhesión al principio de la no intervención como Inglaterra, Francia y los Estados Unidos dejaron que se hundiera la República Española, negándose a auxiliar con pertrechos y otros recursos a su gobierno legítimo y cons– titucional. En cambio era público y notorio que Hitler y Mussolini metían ahí la mano hasta el codo, inclusive in-

vadiendo España con tropas, para hacer triunfar la milita– rada subversiva de Franco y socios. Militarada que iba claramente contra la autodeterminación del pueblo espa– ñol, que se había expresado fuera de dudas en las urnas electorales libres de 1931, Y en las funciones democráticas subsecuentes".

Si estas afirmaciones las hubiera leído en "Orienta– ción Popular" o en otro periódico o revista de similares tendencias, no me habrían causado la menor sorpresa, ¡puesto que ellas correspónden a la versión interesada de la Guerra española que ha divulgado en el mundo la pro– paganda del marxismo internacional y que encontró eco propicio en circunstancias en que las potencias occidenta– les eran las fieles aliadas de la Rusia comunista contra la Alemania de Hitler. Resulta realmente increíble cómo la propaganda de comunismo internacional ha logrado infil· trarse hasta en los órganos de prensa conservlldo-res él

través de débiles mentat,idades Iiberaloides mal informa– das. Indudablemente Ud., Sr. Director, ha sido sorpren– dido por Pedro Gringoire, o ambos, Ud. y él, han sido sorprendidos por esta propaganda eficaz.

Resulta bochornoso e insultante para el pueblo es.

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