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Aprobada por la Asamblea Legislativa la Elección eño r Gral. don Frutos Chamorro, éste fomó pose– d.~l s corno Director Supremo el 1 e de Abril de 1853
,Iontando el juramento de ley ante el señor Presidenfe ¡¡ref Asamblea Senador don José Antonio Mejía. Co– de arechazó todo ofrecimienfo de parte del Gobierno
rr al elación con el hecho de figurar en las Alias Fun–
e~ res Ejecutivas. Se apartó totalmente de la activi_ Cl on oHEca quedándose en su casa.
dad pasaron varios meses de actuación del nuevo Go- . o Y Corral siempre alejado. No fué sino hasfa blerndon Fruto siguiendo el mismo expediente de go–
q~~nos anteriores de querer reformar la Constitución bliítica de 1838, dió un paso efectivo. Realmente po vocó a una elección de Constituyentes y Ponciano
c~al formó parte de ella corno Representante por Rivas.
Vida §O~iiSlll ¡¡\]e W'iIaJwaJ!!Jj[uaJ ew ll$S:;I
Generalmenfe las personas de uno y otro sexo de todas las categorías ~X:a des~re~da y por consiguiente 'rreligiosa. Las famIlIaS prIncIpales y del pueblo no Iban a misa los domingos y menos los días de tra– bajo. Las Iglesia~ se man±enía~ c~:r;radas por la ina– sisfencia de los heles; la proshiuClon era exfremada . las casas de juego y de corrupción abundaban y
~ramuy común que en las casas de hospedaje, ver hombres Y mujeres, haciendo ofertas ilícifas. El se– ñor Director Chal'norro, su digna señora la distingui– da Matrona doña Mercedes Avilés y sus apreciables hijas Mercedes. Jacinta, Carmita,. ~hepita, Adel~fa y
Carlotita, lo mIsmo que las faml1Ias de los senores Ministros y em.pleados eran las que concurrían los domingos a Inisa. Don Fruto trabajó por colocar de Cura de Managua a un Sacerdote virtuoso y dedi– cado a su Ministerio e] señor Presbítero don José An–
fonio Lezcano, fío Carnal del Ilustrísimo señor Arzo– bispo del n1Ísmo norrtbre y apellido muerto hace unos pocos años. Aún enmedio de lo horroroso del cólera en Managua en 1855, no abandonó el Curafo
y menos a los enfermos y moribundos que morían a centenares pero todos preparados con los Auxilios Di– vinos del Cura Lezcano. Su sacrificio sirvió para que los fieles de Managua viendo a un verdadero Apósfol fueron transformando su irreligiosidad. Desde ese momento mejoraron las costumbres y la moralidad de Managua por la relevante actuación del Pastor del rebaño eclesiástico.
En el mes de Febrero de 1.854 cayó enferma de gravedad Carmita Chamorro hija del señor Director Supremo. Este. su señora doña Mercedes y las ofras hermanas asistieron a la enferma. Los médicos exis– lentes en Managua la vieron con esmero y como la enfermedad no cedía la esposa de don Frufo quizo que la viera un curandero por recomendaciones de personas amigas y el Gral. Chamorro aunque no creía en eso atendió los deseos de su señora y fué en per– sona a buscar al curandero en poder del cual exhaló su último suspiro la infortunada Carmifa. Los fune– rales fueron tan suntuosos que llegaron a la crífica d.el público siendo notorio la presencia del Gral. Pon– clano Corral que acompañó a don Fruto en su dolor
la~iliar. El poeta granadino Juan Iriban:en impro– VISO una elegía que más farde se repartió impresa. Concluía asÍ:
Pero Señor si a esta virgen La iba a corromper el mundo, Con su aire fétido e inmundo, Mejor esfá junto a Vos; Libre allí de devaneo
y de pasiones ruines, Rodeada de serafines Se halla alabando a su Dios.
Tan pronto supo don Fruto la invasión de Jerez
e15 de Mayo de 1854, organizó dos bafallones ponién– dose él a .la cabeza del primero y pensando e.n el Gral. PonClano Corral para que se hiciera cargo del otro se 10 znandó a proponer por medio de un amigo, pero Corral se negó. No confonne con eso, don Fru– to se dirigió a la Asamblea Constituyente para que se le permitiera ocupar a alguno de los Diputados en los posiciones milifares. La Asamblea le contestó: "que el Gobierno podía llamar al servicio Civil o Mi– litar al Diputado que voluntariamente quisiese pres– tarlo" contestación que el Gobierno comprendió que se le había dado por influencia del mismo Gral. Co– rral, de acuerdo con los opositores, _como efeC±iva_
ment~ había sido. Don Fruto se fué a enfrentar a Jerez sin la cooperación de la espléndida espada del Gral. Corral.
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Después de la derrota del POZO (13 de Mayo de
18541 don Fruto regresó a Granada a organizar la resisfencia y al llamado urgente del Caudillo Militar el vecindario granadino corespondió rodeándolo con decisión y valentía. El Gral. Corral hizo a un lado su enojo y se puso al lado de don Fruto peleando a la par de éste con bravura sin igual. En las en– crucijadas de barrio, en la costa del lago y después de las viciorias alcanzadas en el Castillo del Río San Juan, Corral enfró friunfante a Granada a fines de Diciembre de 1854.
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Oscurecida la mente por la pasión polífica y ban– derillera el país fue de tumbo en tumbo al caos y a la anarquío. Enfrascados en una lucha a muerte no admitían los dirigentes de uno y oiro grupo términos ¡nedios. Nada de renunciaciones de ambas partes. Toda pr.oposición de paz era a base de imponerse un partido polí±ico sobre el otro, importándole poco que la patria languideciera y se extenuara. La arrogan– cia había sido elevada a prL-Icipio de honor. Los Le– gitimistas no podían cordializar con los democráticos porque decían que eran unos facciosos y a la vez ésfos, no podían llegar a un arreglo sino a base que se aceptaran sus puntos de vista. Era una hosfilidad corno dicen de piedra y coyol, de manera que el íÍem– po que pasaba, semanas y meses eran cuartas más de fierra que le echaban al crédito de la nación. Hubo un momenfo que los Democráticos se mode– raran hasfa el punto de reclamar solamenfe una Am– nistía General que la desoyeron los Legitimistas por– que no fenían confianza en 10 que dijeran los con– trarios y en esa sifuación para desgracia nuestra apa– reció en el escenario político de Nicaragua un tercero: EL FILIBUSTERO que nos humilló a todos. Cuatro fueron las intervenciones pacíficas para ponerle fin a la contienda armada. La primera fue la del 8 de Agosto de 1854. Los Gobiernos de Guatemala y El Salvador por medio de sus representantes Tomás Mannin y Norberto Ramírez. La segunda fue la del 22 de Sepiiembre del mismo año del Presbítero Re– migio Salazar, en su carácier privado. La tercera la hizo Muñoz corno Gral. en Jefe del Ejército Democrá– tico. Y la cuarta fue la del Presbítero Español Ma– nuel Alcaine en representación del Gobierno de El Sal– vador, la que a mi juicio es la más significativa por– que habían desaparecido elemenfos sobresalienfes co– mo el Gral. Fruto Chamorro. Los legitimistas cre– yendo que ya tenían dominada la situación rechaza– ron la infervención del Padre Alcaine. Las palabras del Presbífero Agustín Vijil en la memorable Junta de Nofables granadinos, resultaron lapidarias. Diri– giéndose al Licenciado José María Estrada que fungía como Jefe del Ejecu±ivo en la parte controlada por los Legitimistas le dijo: "las palabras que con asombro acabo de escuchar no se justificarían, pero se expli– carían en los labios de Frufo Chamorro que llevaba al cinto una espada poder.osa. Y la tuya ¡Oh Estrada!
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