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« Previous Page Table of Contents Next Page »te del ¡f;<lmino". ¡¡;n nuestros días, sin embargo, esta
~~r hóJ ii<lg<ild@ a ser menos significativa. !L@s t:@i'iserv;¡o
rdm~es !l,m deswbiert@queladem@crad¡i¡c@nstitudonaies lit
depositaria de la tradici6n y del @rden". "Dem6t:ratas , ~eligentes" han descubiertt'il que el il:@nservatismo es la
I~ jca base sobre la que rJUedei'i preservar un sistema deo unocrátiW contra i@s asaHos del l[;(JImunism@. COra!¡;ecueno
;» mente, el gobierno federal en los IEstad@s Unidos repre
o
:nta las tradid@I'H~S q~e ~(ir¡( desea c@nserva¡', ~ues, como
s
_l. él miSM@ Q;1l!l[;e:
't(;) 4:@nstituci6n Federal ha durado como el más sag<!z documento conservador en la historia de la civilizaci6n Occidental; el equilibrio de intereses y podere!> que John Adams y los estadistas sureños de" fendieron, está aún en operación,
C1I pesar de las innumerables abusos que se amparai'i tras las COi1!;"
tihJci@liies est¡j]tales y federales",
C!intm'i ~@ssiter, @tw de I@s hist@riac!ores, tambiér¡ desea preservar "el más antiguo d@cument@ conservad())I' en la historia de la civilización Occidental", lEn su libro, LA SIEMB~A D~ lA R¡¡;PUBLlCA (New Yor!(, ]953) la inves o tigacíóll de "Ios orígenes de la tradición Amerieana de la libertad WJ@lítica", tal como apa¡'ece en la mente y el cora o zón de ~os Americanos antes de la Revolución, ¡procede de dos t:@njeturas sobre la historia Americana y dos sobre historiografía. !Los Americanos, I!:@i'ijetur.a Rossiter, ap¡'e o cian hoy la misma "filosofía de libertad ética y ordenada" que la generacióiíl de la Revolución sostenía. La filosofía de la Rev@luci6i1l eman6 de la e}(~eriei1cia colonial de los Americano5 y mJJ fue una mera justificaci6\íl de la revuelta. Sobre historiografía, R.@ssiter asume que el historiador de ideas, nahJi'éJllmente se apoya en ia biografía, y que neceo sita deseribiw el ámbito en el que "los creadores y porta" dores de ideas" han vivido.
Dadils estas conjeturas, el libro de Rossiter se divide en tres partes que forman la trama de la siembra de nues– tra republica:
"L<ls (CircunstéJIncias" en las que analiza el gobierno, I'eligión, @i'gamixaci6n social y educación en lélS Colonias alrededor de H'65; "!Los Hombres", tales como lhoméls Hoolcer, ~6ger Williams, Jemathiln M<lyhew, Benjamín Franklin, los que t:ontribuyeron a las nacientes ideas de libertad en la historia colonial; y "!La Merencia", en la que analiza el ~ensamiei'ito polítit:o durante los diez años ano
feriores ¡¡ la Revolución.
COMO ¡Orle, R.ossite¡' arguye que los Amerícanos son conservadores. Nuestro cOl1servatismo emana de la teo– ría política que subrayaba lo que era reacción contra la opresiór¡ ei'i vez de revolución de la sociedad, . ,
Después de la presentación de la "teoría", Rossiter sumariza "las principales características del pensamiento político revolucionario" como "individualismo", "optimíso
1110", "tenacidad", "idealismo", "pragmatismo" y "moralio dad". La revolución fue idealista, dice Rossiter, ",puesto qUe fija metas para toda la humanidad".
E Veamos ahora a @tro historiadm', Daniel Boorstin. L MUNDO PIERDIDO DE TOMAS JIEFF¡¡;RSON (New York,
1948), El GENiO DE LA POiJTlCA AMERICANA (Chicago,
19 53) y W~ AMERICANOS: LA !EXPERIENCIA COLONIAL (New York, H~58) sorn sus libros durante cuya lectura uno
se encuentra en <lItmósfer¡¡¡ distinta, quiZ:(Íl'> mil ~@t:@ r<lwm, más sin embargo, libre de ¡ll@lémie<!ls.
lEn el primero, !a@orsthl iiílvestig<il <al illei'l$iilú1'iiellílt© @leY pasado en un grado más alto de I@ que lo ha hecho desdE!l el'ltilllnces. f!¡¡~ el segundo, <'lnalixéil las ¡ni>tituci@li'tes c~m@
"organismos que trecei'l del suelo ¡¡m I@s «jU@ es~¡¡¡~ @\ílo raizados 'jf de las badidoll'les de las ~ue br@t.m" 6U11 l\!li\l@
e)eposición del "pensiílmient@ @rgªl'lic@". Y elii el iercew, presenta ei argumenh» de r¡;Dú'CYIfII$faiil<eÍa¡;; t@milld@ d¡¡¡¡ l¡jl) REfLEX!ONES de Burlee. [¡st@ es, que !@ que "está" esf<:l· bleddo "debe" existir.
Debemos, sin embargo, sentirnos orgulloso\; y e$~Il'l"
ranzados de creer que, c@m@ mil ci Óii , ¡:i)@seem@s hl cml1 ausenCia de idolatría.
JLA PARADOJA DE JLO QUE "ES 99 liGUAJL
A JLO QUE "DEBE 99 SER
~s peligrosamente fácil notar similitud entre esos dos
~enómen()s culturales y ilegal' a la conclusi6n de que el uno ha pmducido e! @tm en el sentido de que un cuerpo permanece en reposo @en estado de moción uniforme en una sóla dirección, al menos que una fuerza e)(terna actúe sobre él". Después de la Segunda Guerra Mundial, 105
Estados Unidos han estado colocados en una posiciólri análoga a la ¡p@sid6n de Inglaterra después de la R.evoiu o ci6n francesa. Ha sido quizás inevitable que el tmUjl conservador ei'l los !l;stados Unidos haya crecido en res– puesta a la amenaza de ~a eJtpansi61ii Soviética. Sill\l embargo, hay muchas direcciones posibles que el l1:@nse¡'o vatism@ pudiera haber t@mad@. lL<:i direcd@ií! i@Mac!rn ¿jeo pende de las ideas directoras y de Hos métodos que
$())
deben seguir llegado el momento crítico.
lOe c6mo valoram@s el pasado depende l'iIuestr@ élpre o cio del presente. lEn el análi:1is de las relilldones de i¡¡¡ parte (;on el todo de la estructura que emplean los nuevos críticos y los nuevos' conservadores, existe una tendencia
él usar las drcui'lstancia5 COMCJJ la más importante premis<il del argumento. lEl argumento de circunstancias 'igualill lo ¡;¡ue existe C@i'i lo rque debe e,dstir, milS ese ~rfJ1ument@
aunque tiene fuerza no deja de ser falaz.
la solución de este dilema depende del rewnodo miento de la verdad en la metáfora del pecado @rigii1i1J~
-la realización de nuestra límitilda hilbilidad para t"éIpta¡' la t:ompleta unidad de la lmperiencia. Es, eseneiaitnente, lo que dice San Pablo con estas palabras en su carta iIJ los Corintios: "Porque ahora nuestro conocimiento es impe¡'o fecto, e imperfecta la profecía. Mas llegado que sea lo perfetto, desaparecel'á lo imperfecto". . ConoCiendo algunas de las partes, presumimos de conocer el todo, y que el todo es bueno. Con todo, si nos damos cuenta que no conocemos ese todo, debemosiwi o tal' el escoger entre el entusiasta idealismo
@ el compla o tiente materialismo. Nuestra búsqueda por la f6'rillula debe ser llevada con humildad mientrastrilltam@s de fijar
~o que "debe ser" ante Ilíluestros propios ojos.
(NOTA: William Raymond Smith es mieij'nbro del Depar–
Itamento de Inglés del Colegio del Estado de' Pennsylvania y colaborador de la r!evista MO–
DERN AGE).
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