Page 96 - RC_1963_11_N38

This is a SEO version of RC_1963_11_N38. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

mantuvo a toda Europa alejada de este Hemisferio; fue la Fuerza de la Flota Británica y la anchura del Océano Atlántico. No fye el discurso que pl'Onunci6 en Marvare!

el General Manhall lo que mantuvo ªIejado de la Europa Occidental el comunismo; fye la fuel'zi'! y la estabilidad que representaban nuestra ayuda militar y económica. En esta administración ha sido también a veces neo cesario hacer ciertas advertencias específicas, la adverten· cia de que no podíamos ver indiferentes que los comu– nistas conquistaran Laos por la fuerza, o verlos intel'venir en el Congo, o tragarse a Berlín Occidental o manlenel' proyectiles ofensivos en Cuba. Pero aun cuando se al· canzaron los objetivos en estos y otros casos, por lo me– nos temporalmente, nuestra defensa con éxito de la liber,tad se debió, no a las palabras que utilizamos, sino a la fuerza que estábamos dispuestos a usar en defensa de los ¡principios que estamos dispuestos a defender. Esta fuerza se compone de muchos elementos dife– rentes, que van de los disuasivos más sólidos hasta las más sutiles influencias: Y se requieren todos los tipos de fuerza, porque ninguna por sí sola podría cumplir su objetivo. Por consiguiente, hagamos aquí una ¡pausa pa– 'ra analizar el progreso de cada una de las facetas de la potencia de nuestro país.

En primer luga'r, como puso muy en claro el Secreta· rio de Defensa McNamara en su discurso del lunes pasado, el poderío estratégico nuclear de los Estados Unidos ha sido tan inmensamente modernizado y ampliado en los últimos mil días, en virtud de la rápida producción y des– ¡pliegue de los sistemas más modernos de proyectiles di· rigidos, que cualquiera y todos los posibles agresores se enfrentan hoy claramente con la imposibilidad de una vic– toria estratégica, además de la certeza del aniquilamiento total, si algún día, mediante un ataque temerario, nos pu– sieran en el caso de res.ponder estratégicamente. En menos de tres años, hemos aumentado en un 50

por ciento el número de submarinos dotados de Proyecti– les Polaris que se había proyectado tener listos no después del próximo año fiscal; hemos aumentado en más de un

70 por ciento el programa total de adquisición de P'ro– yectiles Polaris; hemos aumentado en más de un 75 por ciento nuestro programa de adquisición de Proyectiles /lMinuteman"¡ hemos aumentado en un 50 por ciento la parte de nuestros bombarderas estratégicos que se en· cuentran alerta y listos con sólo advertirles 15 minutos antes; hemos aumentado en un ciento por ciento el nÚme· ro total de armas nucleares dlsponibles, en manos de nuestras fuerzas estratégicas que se hallan alertas. Nuestra seguridad ha aumentado mediante las medidas que hemos tomado res,pecto él estas a'rmas para aumentar la rapidez y la certeza de su respuesta, la disposición en que se encuentran en cualquier momento pa'ra responder, su facultad de sobrevivir a un ataque y su facultad de po– der ser dirigidas y controladas mediante seguras opera– ciones de mando.

Pero las lecciones del último decenio nos h<m ense· ñado que no puede defenderse la libertad s610 mediante la fuerza estratégica nuclear. Por consiguiente, en los últimos tres años, hemos acelerado el desarrollo y des– pliegue de las armas tácticas nucleares, y hemos aumen– tado en un 60 por ciento las fuerzas tácticas nucleares desplegadas en la Eu'ropa Occidental.

Ni puede Europa ni ningún otro continente confiar-

sólo en las fuer;¡:as nucleares, sean estas de carácter es. tratégico o táctico. Hemos mejorado radicalmente la preparación de nuestras fuerzas convencionales; hemos aumentado en un 45 por ciento el número de divisiones mili1rwes listas para el r.ombate; hemos aumentado en un

100 por ciento nuest'fos moclernos equipos y armas mili. tares; hemos aumentado en 100 por ciento nuestro pro. grama de tonsfrucción, conversión y modernización de barcos; hemos aumentado en un 100 por ciento nuestra adquisición de aviones tácticos, y en un 30 por ciento el número de lus escuadrillas aéreas Mcticas, y hemos au. mentado el poderío de la infantería c!e marina la ope. ración "Gran Transporte", que se originó aquí en Texas mostró muy c1<:ramente que esta Nación está preparada' como nunca antes, pa'ra trasladar grandes contingentes d~

hombres, en un tiempo sorprendentemente breve, a posi. ciones avanzadas en cualquier parte del mundo. Hemos aumentado en un 175 por ciento el número de nuestros aviones de t¡'ansporte, y hemos logrado ya un 75 por ciento de mejoría en nuestra capacidad actual de aviones estratégicos. Finalmente, más allá de la misión tradi. cional de nuestras fuerzas milital'es, hemos logrado Un .progl'eso de casi el 600 por ciento en nuestras fuerzas especiales, aquellas que están preparadas pa'ra colaborar con nuestros aliaclos y amigos contra las guerrillas, sabo. teadores, insurgentes y asesinos que conspil'an contra la libertad en una forma menos directa pero igualmente pe. Iigrosa.

Sin embargo, el poderio militar norteamericano no está, ni tiene que estar solo contra las ambiciones del Comunismo Internacional, nuestra seguridad y fuerza, a fin de cuentas, depende direc,tamente ele la seguridad y

fuerta ele los deméÍs, yeso explica que nuest'ra Asistencia Militar y Económica desempeñe un papel de tan esencial importancia para ,permil'ir a aquellos que viven en la pe· l'iferia elel mundo comunista que puedan mantener su in· dependencia de elección. Nuestra Asistencia a estas Naciones puede ser penosa, arriesgada y costosa, como pasa ahora en el Sudeste de Asia. Pero no podemos ce· jar en esta tarea, pues nuestra Asistencia hace posible el estacionamiento de tres millones V medio de soldados aliados, a lo largo de la frontera co~nunista, a un costo de una décima parte del que exigiría tener listo a un núme· ro comparable de soldados norteamericanos. Una ¡pene· tración comunista realizada con éxito, que exigiese la in· tervención directa de los Estados Unidos, nos costaría una cantidad varias veces mayor de lo que cuesta nuestro Programa de Ayuda al Extranjero, y podría costarnos, además, muchas vidas no'rteamericanas.

Alrededor del 70 por ciento de nuestra Ayuda Militar va a nueve países importantes ubicados cerca o en las mismas fronteras del Bloque Comunista. Estos nueve ¡países, Vietnam, la China Libre, Corea, India, Pakistán, Thailandia, Grecia, Turquía y el Irán, están todos enca· rando directa o indirectamente la amenaza de la agresión comunista. Ninguno de estos países tiene recursos pro· pios para mantener las tropas que nuestro propios jefes militares creen necesal'ias para el bien común. Al reducir nuestros esfuerzos para preparar, equipar y ayudar a sus ,propios ejércitos, no haríamos otra cosa que alentar la penetración comunista y, con el tiempo, tendríamos que enviar mayor número de tropas de combate norteameri· canas a ultramsr. Los mismos desastrosos resultados se

--88-

Page 96 - RC_1963_11_N38

This is a SEO version of RC_1963_11_N38. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »