This is a SEO version of RC_1963_11_N38. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »en toda nuestra vida sobre este planeta. Pero pongamos manos a la obra". Tal dijo en aquél memorable discurso inaugural. Y eso fue precisamente lo que hizo. Poner manos a la obra con dedicación y empeño, aunque sin saberlo quizás, estaba con aquellas palabras dando el mejor veredicto de la historia a su breve paso por la Presidencia de la República.
Dentro de esa activa gestión y dentro de esos interrumpidos empeños estaba su progl'ama, la Alianza para el Progreso. "Nos comprometemos a esto y a más aún... A las repúblicas hermanas que se hallan al sur de nuestras fronteras les hacemos un ofrecimiento especial: convertir nuestras buenas palabras en buenas obras, en nna nueva Alianza para el Progreso ... " dijo en su discurso de la toma de posesión.
y a dos escasos meses de haber pronunciado esas palabras de ofrecimiento, el 13 de Marzo de 1961, pronunció su célebre discurso sobre la Alianza para el Progreso.
En ese discurso dijo: " ... Pero si hemos de ·afrontar un problema de tan im– ponentes dimensiones, nuestro proceder debe ser audaz y a tono con la concepción majestuosa de la "Operación Panamericana". Por eso he hecho un llamamiento a todos los pueblos del hemisferio para que nos aunemos en una nueva "Alianza pa– ra el Progreso", en un vastó esfuerzo de cooperación, sin paralelo en su magnitud y en la nobleza de sus propósitos, a fin de satisfacer las necesidades fundamentales de los pueblos de las Américas, las necesidades fundamentales de techo, trabajo y tierra, salud y escuelas". Todas sus palabras y conceptos llevaron siempre el tono de su entusiasmo juvenil, pero dichos con una elocuencia madura y eterna.
Su prematura y trágica muerte no debe aminorar el espíritu dinámico de la Alianza que él mismo le infundiera. Es este un legado suyo que debemos apro– vechar y no desperdiciar. Tal vez los esfuerzos por institucionalizar la Alianza, por apartarla del culto a la personalidad del hombre que la impulsó y aun de desapegarIa de los mismos Estados Unidos, se conviertan ahora en un movi· miento más vigoroso. Tal idea no era ajena a su pensamieruto cuando dijo: " ... Quiero recalcar que solamente los esfuerzos resueltos de las pl'opias naciones americanas pueden asegurar el éxito de esta empresa. Ellas, y solamente ellas, pueden movilizar recursos, alistar las energías del pueblo y modificar los patrones sociales, de modo que los frutos del crecimiento sean compartidos por todos y no sólo por unos cuantos privilegiados. Si se logra este esfuerzo, la asistencia del exterior dará un impulso vital al progreso; si no se logra, no habrá ayuda capaz de contribuir al bienestar del pueblo".
No dudamos que la muerte del Presidente Kennedy puede tener proyecciones políticas insospechadas. El pretendía reelegirse y probablemente hubiera sido re– electo. Ahora, un triunfo Republicano adquiere mayores posibilidades. Todos sabemos el mayor énfasis que los Republicanos imprimen a la participación de la iniciativa privada en cuantos aspectos fundamentales de la política il1lterior y exte– rior se propongan. En caso de realizarse cambio tan fundamental en el Gobierno de los Estados Unidos, la iniciativa privada tendrá que jugar un papel decisivo en el éxito o fracaso de la Alianza para el progreso.
El futuro feliz de la Alianza para el Progreso dependerá de una mayor coordinación de los Partidos políticos democráticos para ejecutar las reformas le– gales exigidas por la Alianza. Para esto deberá ponerse mayor énfasis en los prin– cipios y prácticas de la democracia representativa. Tales eran los ideales que inspiraron a ese gran estadista que se llamó John Fitzgerald Kennedy. El nos se– ñaló una pauta de conducta cuando dijo: " ... La energía, la fe y la devoción con que acometamos esta empresa iluminará a nuestro país y a todos los que le sirven, y el resplandor de ese incendio ciertamente iluminará el mundo".
La antorcha sobre su tumba es símbolo de su pensamiento, y que brille para él la Luz eterna.
~2-
This is a SEO version of RC_1963_11_N38. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »