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« Previous Page Table of Contents Next Page »UNA SOCIOLOGIA NICARAGüENSE
FELIPE RODRIGUEZ SERRANO
Continuando el programa que se ha trazado el Insti· tuto Nicaragüense de Cultura Hispánica, y en el ciclo del pensamiento nacional, me coresponde disertar "En torno a una sociología nicaragüense".
:EI tema es arduo difícil, ,pues ni siquiera se encuen– tran estudios o esbozos sobre nuestra sociología. Los intelectuales de Nicaragua no han sido afectos a estos te– mas, por lo cual no existe una bibliografía pa'ra estudio y consulta. Algunos escritores en sus obras han trazado a grandes rasgos referencias sobre nuestra sociología. Por estos motivos, para llenar nuestro cometido tenemos que echar mano de la imaginación y del poder creador del pensamiento.
Siendo la tarea muy superior a nuestro aliento, desde ahora confesamos que las deficiencias de nuestro trabajo serán múltiples, por lo cual pedimos la amable tolerancia del selecto auditorio, que se ha reunido aquí, sin duda alguna, por el prestigio del Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica, que se está preocupando con tesonero empeño en dar cumplimiento en forma ai'rosa a los altos fines de su creación.
Mucho se habla en los días que van corriendo, de "problemas sociales", "preocu:pación social", "psicología social", "economía social", "progreso social", "justicia social", "seguridad social", "desa'rrollo social", "sensibili– dad social", "bienestar social". Pareciera que la palabra "social" es nueva y que está de moda. Pero si somos jus– tos, debemos declarar que tal palabra es muy vieja, y que francamente está en todo su apogeo.
El concepto "social" es antiguo; se refiere un térmi– nos generales a la sociedad. Todo lo que haga relación a la sociedad, es social. El malestar que sufre una socie– dad, es un malestar social. Por el contrario, su prosperi– dad, viene a constituir el bienestar social. Antes se decía "la utilidad. pública", "el orden público", "Ia tranquilidad pública". Ahora elegantemente se expresa: "Ia utilidad social", "el orden social", "Ia tranquilidad social". En– tonces, "10 público" es sinónimo de "10 social". Se trata de una costumbre, de una circunstancia, de la moda. Como lo adjetivo sigue a lo substantivo, lo social es tan antiguo como la sociedad. Y desde cuándo existe sociedad? Nos perdemos en la noche de los tiempos. El hombre jamás ha podido vivir solo, siempre lo ha he– cho en sociedad. De ahí tenemos, la sociedad doméstica o familiar, la sociedad, ,política o civil, la sociedad comu– nal o municipio, las sociedades particulares, las sociedades mercantiles, benéficas, mutuales, recreativas, etc. etc. De "sociedad" y de "lo social" se pasa, como de la mano, a las Ciencias Sociales, que estudian en sus diver– sos aspectos al hombre en sociedad, es decir, al hombre en relación con sus semejantes. Dentro de las Ciencias Sociales encontramos a una de ellas, que es como la filo– sofía de todas, y a la que se llama Sociología. El soció– logo estudia las causas del orden social, en la sociedad civil, para que en forma práctica pueda ser implantado, mantenido y afianzado.
Origen de la Sociedad
Al hacer algunas consideraciones sobre la sociología nicaragüense, es innecesa'rio hablar sobre la causa efi– ciente del orden social. Nos limitaremos a sostener, que los nicaragüenses consideramos que nuestra sociedad tiene su origen en Dios, que ha impreso en la naturaleza huma– na la necesidad de la sociabilidad. La forma concreta de nuestra sociedad la hemos determinado en sentido natu– ral, por agregaciones sucesivas de familias y mediante el libre ejercicio de nuestra voluntad. No somos ateos ni fatalistas.
El Hombre
Al hablar del individuo nicaragüense como elemento integrante de la sociedad debemos decir que tres factores étnicos bien diferenciados entran en su integración: lo indígena, perteneciente a la raza maya-quiché; lo español, perteneciente a la raza blanca o caucásica; y lo negro, per– teneciente a la raza africana. Esto último es cierto? Es verdadero, aunque el porcentaje de lo negro en la mezcla de las razas es bajo, alrededor de un 10%. El 90% res– tante está distribuído por partes más o menos iguales ent,re lo español e indígena. El mestizaje en Nicaragua fue muy com,pleto. Los pocos indios puros han ido desapareciendo. Podemos decir que no tenemos el pro– blema de la incorporación del indio a la civilización. Tampoco destruímos a los indios. Es oportuno decl,rar que los negros de Nandaime se han mezclado bastante con los primitivos habitantes del país. En cambio los de la Costa Atlántica se han mezclado menos.
También algunos extraviados náufragos europeos y filibusteros de diversas razas se mezclaron con los indios; pero este aporte sanguíneo fue muy poco, considerando el total de la población nacional.
La Familia
La familia, como base natural de la sociedad, no ha sido bien constituída en Nicaragua. Las uniones religio– sas y las amparadas por la ley civil relativamente pocas; en cambio las uniones libres son numerosas. También la bigamia civil y 'religiosa ha sido otro factor de problemas. Estas circunstancias son sumamente ¡perjudiciales, porque la familia mal constituída es un elemento de perturbación social. Los hijos sin padre y las madres abandonadas abundan. Estamos tocando un problema vital de la so– ciología nica'ragüense: la mala constitución de la familia. Muchos de nuestros problemas y deficiencias, tienen su origen en esta irregularidad. Si no hay una buena orga– nización familiar, no puede haber una buena sociedad. Debemos reconocer dos hechos: la iglesia católica fomen– ta el matrimonio religioso; el Estado no fomenta el matri– monio civil. Hace falta una amplia campaña.
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