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MENSAJE POLlTICO CONSERVADOR Sociolismo y Conservatismo

CI\MILO 111.1110

Víctima principal de la úllilna contienda mundial ha sido la clase media europea y vencedores principales los partidos socialistas. Las reformas que se ¡mpo.nian ante el enriquecimiento de Europa en el curso del siglo pasado _consecuencia del desarrollo industrial-, fueron recono.. e.idas primero por los socialistas, mas de no haber sido derrotada Alemania habrian sido hechas, probablemente, por partidos políticos con ideologías diferentes de las del socialismo internacional.

Con la victoria de la Unión Soviética en la última guena mundial -en 1938 era en París un secreto a voces que seria la verdadera vencedora en caso de contienda–

y su inosperado poderío militar industrial en el último de.. cenio, los par~idos conservadores en el mundo entero han sido colocados ante la alternativa de ir a la zaga de los socialistas o de agonizar apaciblemente.

A las hermanos de mi mujer, -de una familia djs~

tinguida de conservadores !uecos-, ti veces les riño por fal mar parte de un partido ,político que no tiene política.

En Suecia, hasta el fin de la segundill guerra mun–

dial, los elementos r.tmservadores, generalmente pro·ger– mánicos, fueron poderosos e importantes, pero quince ailos de "paz socialista" los han convertido en una insig– nificante minoría que por lo general se contenta con da.' pl'ueba de civismo y de democracia felicitando a sus adversarios en sus inevitables triunfos electorales

Con un equipo industrial moderno, evitando 105 erro– ros cOlne'¡dos en los pa¡ses iniciadores de la revolur,ión industrial, comenzada a fines del siglo XVIII, con una pobl.C:ión disciplinada y de una formación técnica .ólo igualada por alemanes, Suecia goza de una gran prospe· ridad. Tiene una cultura moderna que responde a las necesidades y a las exigencias del momento, pues el mun– do ha sido transformado por el progreso de la ciencia pura y aplicada, en particular a la industria y desgracia.. danlente también a la :preparar.i6n de una guerra mundial.

Qué hará el socialismo en esas condiciones? Qué hará en Suecia la experiencia marxista? Una nueva edad de 01'0 de la cultura nórdica europea? Será un fin caó– tico y desgraciado de decadencia inevitable? Se atará finalmente el socialismo sueco al carro de triunfo del so.. cialismo soviético? Se aliarán socialistas y capitalistas en alguna futura política internacional híbrida sin vencedores ni vencidos y que muy probablemente tendrá <,omo pla. taforma de pro.paganda la necesidad de innovaciones téc– nicas? Esto último es lo más ,probable.

A todas luces el mundo de hoyes mejor en los mu-

chos paises que he visitado en Europa, América y en Asia que el de ayer, si no fuese por el sufrimiento que impone el cambiar, el (.recer, el ir a la zaga sin entendor porque se va a la zaga.

No soy, ni jamás he sido, un loador parcial del pasa– do y 01 refrán que "todo pas:ado fue mejo,''' me hace siempre sospechar defidencias intim~s Lo que no quiere decir que no me reclame mi pasado hispánico y americano.

De ese mundo de hoy, toda. la. ideologras quieren beneficiarse asegurándose el único acceso al poder políti– co: popularidad en las masas. De ahí que el verdadero di– lema de un partido político conservador de cualquiera nación sea decidir hasta donde puede llegar en una politi. ca hábil de concesiones y con una propaganda incansable fundada sobre las medidas efectivas ya tomadas en hien

de la mayoría Citaré, coma ejemplo notorio, la política democrática del partido conservador británico en los últio mas seis años. Las conlunicaciones entre naciones, más fácile. y más extensa. que en el pasado, han también he– cho que toda política nnc:ional deba encerrar en si todos los dilemas de las luchas I'0lfticas internacionales.

Si es imposible hoy dra no decidirse ell favor de uno de los dos colosos, cuya rivalidad amenaza al nlundo entero, esa decisión tal vez no implique grandes diferen· cias de gobierno, debiendo les unos y los otros seguir en al futuro prác:.ticas democráticas similares, a pesar que las haya, y grandes, en sus ideologías.

Cada día más conciente de sus re.ponsabilidades. el individuo, la unidad de toda política, puede ahora 5U(',um..

bir a todos los halagos de la propaganda, pero de una propaganda ~undada sobre evidencias ciertas de un ma– yor bi~nestar. Cada día más influyente en el destino y

en la. acciones de los gobernados, el Estado debe a todos como suprema recompensa un trabajo interesante y más o menos bien remunerado, pero seguro, si responde a las necesidades colectivas

la cienda es ciertamente el producto más valioso de la cultura nacida en el Inundo heleno, políticamente :tan desgraciado, y enriquecido por el genio del Renacimiento. Es posible que estemos ante uno de lo. períodos más bri· lIantes en la historia de la humanidad, si se evita una guerra.

, En este concierto de naciones todos los países empie~

zan a tomar para el público bien informado un cierto per.

fil, a veces formado [por los aconterJmientos que llegan en los noticiarios transmitidos por las agencias de infor– mación, sicmpr.e tendol1ciosas, pOI' la actuación públh:a

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