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« Previous Page Table of Contents Next Page »teso educativo del individuo. Hay un sitio para ellos.
Gritar "slogan5" en las esquinas de las (',alles, o imprimir..
los en c.rtas o en los parachoques de los autom6viles
pueden ser~ir para identificar la persuasión política del
individuo. Escribir cartas a los Congresales puede in–
fluenciar a aquellos que no tienen convicciones profundas
sobre el tema, mas, en un análisis final, el modo más efec~
tivo es el de elegir individuos, de ideas similare~, a los
puestos públicos. P.r. esto, el conservador debe traba.
¡ar en una organizar.ián o dentro de la estructura de un
par/ido político. Los grandes parlidos políticos son los
instrumentos generalmente aceptables de consulta popu..
lar. Este es un hecho que los liberales h.n reconocido desde h.ce mucho tiempo. Si los conservadores omiten
reconocerlo continuarán enr.enagados en sus propias frus"
traciones.
Debemos comprender l. naturaleza de aquello contra lo cual militamos. Es muy fácil dasifjcar a aquellos con–
tra los que estamos en desacuerdo, a aquellos cuyos puntos de vista r.onsideramos peligrosos, como Cemunis..
tas, rojos, o políticos mercenarios. El verdadero caráct~r
del movimiento liberal debe ser profundamente compren–
dido si es que los conservadores han de seguir un curso
efectivo de acci6n politica.
Dominante en los negocios ;públicos en los Estados Unidos al nivel direr.livo está lo que puede lIama,se el
"Establecimiento Liberal", que está compuesto de intelec.. tuales que son, en su mayor parte, bien intencionados
pero que están poseídos de un pesado orgullo. Sufren de un complejo mesiánico. No están s~tisfechos con las
instituciones políticas y económicas existentes que ellos consideran incapaces de sostener el reto de la era nuclear
y del espacio y la Guerra Fria. Ellos razonan que la so· ciedad, al menos en sus aspectos políticos y econ6micos, debe ordenarse conforme las regla. de los principios caro
dinales de la buena administración, esto es, con laa líneas
claras de control y autoridad bajando a través de la es–
tructura y las correspondientes líneas claras de responsa..
bilidad subiendo a través de la misma.
Es obvio para nosotros que hay un resurgilniento c.onservador en el pais, .particularmente entre los ¡óvenes
que ven la oportunidad escapá...ele entre los dedos. Los
Norteamericanos son por naturaleza conservadores. Tie–
nen una firme confianza en aquello que ha sido eneon..
trado bueno. Son por naturaleza patri6ticos y goz.n del
bienestar que el actual sistemaec:onómico les da al mismo
tiempo que las libertades individuales que le acompa·
ñan. Se dejan arrastrar por las técnicas publicitarias de
Madison Avenue solamente c.uando no llegan a reconocer
el grito del revendedor o cuando no tienen otro elemento competidor de su atenci6n.
Los liberales han usado de esas técnicas 'menciona–
das, efectivamente y bien. Han formulado programas que incitan la codicia y las debilidades ,de la ciudadanía.
Sin evidencia histórica substanc.;al que los apoye, ellos han argumentado el carácter progresista de estos progra– mas y Jtl.i)tltienen una promesa que es, iJ30r supuesto,
éhgaiíosa. Aquellos que rééurrén al emocionalis",o y la demagogia para ofrecer ideas liberales y progra",a~, se burlan de los conservadores como de ser antiprogr~sls'tas,
sostenedores del IIstatus quo ll
, avariciosos e insac;i~bl.s.
Sus programas por otra parte son pintados como húmanos
y progresistas. ¡C6mo sangran por el bienestar del in.
forJunadol Eflos en algunos casos, quizás sin intf¡!nción,
han perpetrado crueles y peligrosos engaños por medio de la creaci6n de imágenes falsas. Tales imágenes de. her ser destruidas.
Hacer que el mensale conservador llegue efectiva.
mente es vital para el éxito de la causa conservadora. Nuestro caso, por lo .tanto, debe ser expuesto en términos
rac.ionales, mesurados y atractivos. Debe de dar la CIé.
bida alenci6n a los hechos. El emotivismo debe ser ahogado ex~epto donde efectivamente pueda ser usado
para dramatizar lo que concebimos como verdad. Nues–
tro llamado debe llevar el timbre de la convicci6n. Esa
es la misión, el deber, la función de las raíces conserva.
doras. El conservador tendrá que trabajar r.ontra tremen.
das desventajas, mas no debe amilanarse. Al mismo tiempo, su celo debe ser atemperado por una compren–
si6n de los procesos políticos prácticos de este pais.
Tiene tanto que ofrer.er, por ejemplo, la confianz~ COn..
servadora en el pueblo en cuanto está en oposici6n Con el desprecio en que la inst,ituci6n de responsabilid~d po– pular es tenido por el intelectual liberal.' El mensaje
conservador es uno que deberra atraer a la ciudadanfa en
general como un antídoto del gobierno por petulancia, que es la orientaci6n marcada de la polltica liberal.
En nuestra opinión, conservatismo es sinónimo de
progreso. Hemos permitido por mucho tiempo ser pues· tos a la defensiva como negativist.s, enemigos del pro·
gre~o. Los liberales levantan el grito: ; '~Ustedes están siempre contra todo; a favor de qué es lo que están?" Este cargo a menudo ha producido una nervios. confusi6n en 10$ fil.s conservadoras y ha precipitado la actitud de– fensiva que ha obligado a los conservadores a excusarse
por las cosas en que creen o a modificar sus principios. Realmente, la atrac.ción conservadora es una atracción afirmativa, porque nosotros patrocinllmos lo que el tiem..
po y la experiencia han probado ser valio~o, seguro y productivo. Puesto que, por ejemplo, la aplicaci6n de la
ciencia a, la técnica de la producción, disfrib",ción y 'cam–
bio ha llegado a formar parte de una econ"mía r••pitalista.
Quizás es presuntuoso para uno que ha servi~o en
el Congreso por tan corlo tiempo el patrocinar un progra· ma legislativo. Mas yo creo que debe haber una alter· naliva comprensiva en la que el conservador pueda plan. tar su tienda. Yo, por lo tanto, he ofrecido tal alterna,tiva con la inlroducci6n de ocho proyectos de ley al Senadó de los Estados Unidos. Hay muy poco de origInalidad en
mis propuestas, mas representan una acumuláción del
pensamiento poUtico y económico y anteriores esfuerzos legislativos de muchos que !ton mayores y más sabios
que yo.
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