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Su creación. Las circunstancias c.ambian. Así los proble– mas que son planteados po'r las circunstancias. Pero lo.s principios que gobiernan la solución de los problemas no cambian. Sugerir que la filosofía conservadora está pa· sada de moda es igual a decir que la Regla de Oro, o 105 Diez Mandatamientos o La Política de Aristóteles están pasados de moda. La pro,puesta conservadora no es más que el intento de aplicar la sabiduría y la experiencia y las verdades reveladas del pasado a 105 problemas del presente. El reto no consiste en encon'l ar nuevas o dife– rentes verdades, sino _en aprender aplicar las verdades establecidas a 105 problemas del mundo contemporáneo. Mi esperanza es que una voz conservadora más ayude a enfrentarse a ese reto.

Me ha preocupado que tanta gente con insHnlos con– servadores se sientan compelidos a presentar sus excusas por ellos. O si no se excusan direr.tamente, suavizan sus declaraciones de tal manera que parecen confesar una fal· tao liLas candidatos republicanos", ha dicho el Vice-Plc– sidenfe Nixon, "debieran ser conservadores etonomista~,

pero conservadores con un corazón ll

El Presidente Eisenhower anunció durante su primer perrada: "Yo soy conservador cuando se trata de problemas económicos l)e–

ro soy liberal cuando se trata de problemas sociales". Aun otros líderes republicanos han insistido en llamarse

a sí mismos conservadores "progresistas". (Un extraño marbete, por supuesto, que implica que los conservadores {Jcor'rientes" están opuestos al progreso. ¿Hemos olvida.. do que 105 Estados Unidos lograron su mayor progreso cuando los principios conservadores eran honrados y m~n­

tenidos?} Aquellas dedaraciones equivalen a admitir quo el Conservatismo es una estrecha teoría económica ¡neca– nicista que :puede servir de guía a un tenedol' de libros pero que no puede considerarse como una completa filoso· fía política.

El mismo juicio, aunque en la forma de un atacfue, nos viene del campo radical. /lNosotros los liberales", dicen "estamos interesados en

I1 gente". Nuestro interés radica en seres humanos, mientras ustedes los o:mserva~

dores están preocupados en la presel'vación de los privj.. legios económicos y en el status qua". Avanzando un poco más y los liberales vuelven la acusación en un argu.. mento clasista: "Son los pobres los que nos intelesan, no los "mala.ndrines de la riqueza".

Tales ded.araciones, de amigos y de contrarios, hacen Una gran ;iniusticia al punto de vista (',ol'servador. El Conservatismo no es una teorra económic.a aunque tiene inferencias económicas. La viga está en QI oio del otro: es el Socialismo el que subordina toda oh a consideración al bienestar material del hombre. El Conservatismo pone las cosas materiales en su sitio, y tiene un punto de vista eslructural del ser humano y de la sociedad humana en el que la economía desempeña un papel subsidiario. La diferencia substancial entre Conservadores y Libe· rales de hoy está en que 105 Conservadol es consideran al hombre integral, mientras que los Liberales sólo atienden al aspecto material de la naturaleza del hombre. El Con. servador cree que el hombre es, en ,parte, una criatura económica, animal; pero que también es una criatura es– piritual con necesidades y ansias espirituales. Y esto más, estas necesidades y estas ansias reflejan el lado superior

de la naturaleza del hombre y por lo tanto toman prece– dencia sobre sus deseos económi~s. El Conservátisrno por lo tanto, mira el adelanfamic~tnto de la naturaleza es: pi,itual del hombre col11o el principal cuidado de su filo. sofía política. Los Liberales, p()r otra parte, en nombre de su interés por "seres humanos" consideran la satisfac~

ción de las necesidades económicas como la misión pri~

mordial de la sociedad. Están, además, de prisa. Así que es (',sracterrstico del Libera'ismo el querer dominar las

fuerzas políticas y económicas ~e la sociedad en Un es_

fuerzo colectivo pina com,peler el "progreso". En esta

forma, creo, que van en contra de la Naturaleza. Sin duda alguna, la primera obligación del pensado, político eS comprender la naturaleza del hombre. El con. servador no reclama poderes especiales de percépción sobre esto punto, mas sr reclama familiarida~ con la acu. mulada sabiduría y experiencia de la historia y no es tan orgulloso como para no querer aprender de los grandés genios del ,pasado.

La l'3ri.mera cosa que el r.t)nservador ha aprendido aco, ca del hombre es que cada ",iembro de la especie es una criatura singular. La más sagrada posesión del indio viduo es su almá individual, que tiene su parte inmortal como también su parte niorlal. Esta parte mortal establo. ce la absoluta diferencia entre 105 seres humanos. Sólo una filosofra que toma en consideración las diferencias esenciales enh'e las pel'!ionas, y de acuerdo (',On ellas, da 105 pasos para el desarrollo de las diferentes potenciali. dades de cada persona puede reclamar su acuerdo con la Naturaleza. Hemos oido hablar de' "hombre común

lt •

Es este un concepto que pone poca afei1ci6n a la historia de una naci6n que se hizo grande por la iniciativa y am– birjón da hombres poco comunes. El conservador sabe que considerar al hombre como ¡parte de una masa indife– renciada es consignarlo a una final esclavitud.

En seeundo lugar, el conservador ha aprendido qua los aspectos económicos y espirituales de la naturaleza del hombre ostán 'nextricablemente ligados. No puede ser econól11icami:!nte, ni aun económicamente efi(',iente, si está esclavizado polrticamente. y recíprocamente, la libertad política del hombre es ilusoria si es dependiente del Es· tado para sus necesidades económicas.

En tercer lugar, el conservador se da (',uenfa de que el desarrollo del hombre, en ambos aspectos espirituales y materiales, no es algo que pueda ser dirigido p'or fuer· zas exteriores. Cada hombre, por su propio bien y por

~l bien de lá' sociedad, es responsable de su ,propio desa· rrollo. Las decisiones que gobiernan Su vida son deci– siones que él (Iebe hacer, no pueden ser hechas por ningún otro hombre, ni por una colect,ividad de hombres. Si el conservador está menos ansioso que sus prójimos li–

berales en aumentar los "beneficios" de la Seguridad Social, es porque está más ansioso que sus próiimos libe– rales de que la gente sea libre de por vida para gastar sus ganancias (omo mejor le parezca.

Así es Que el Conservatismo, a través de la historia, nO ha consid~rado al hombre como un peón potencial de otros homb,'es, ni como parte de una general colectividad en la que se igl10ra la sagrada y diferente identidad de 105 seres humanos ,individuales. A través de la historia, el vel'dadero Conservatismo ha estado en guerra igual·

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