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Esas explCsiones de Ud no había tenido hasta entonces contradicción en mi juicio, y Cle–

yéndole movido siempre fJOf las tnisrnas intenciones que me había exptesado, no tuve inconve– niente, cuando me /lomó para hacer rni nombramiento de Ministro en Washington, en aceptarlo,

f~orque, aunque seguían en act.ividad I¡ostil, sus amigos, clefa que aún no había co/riclo el tiem– po suficiente pOta que Ud pudieta dominO/los, tanto más cuanto que en la conversación que sostuvirnos en la IINúmelo Uno¡', y confilmado en mi patte el ofrecimiento de libertarle a Ud del cornp¡omiso, me tepitió las mismas ideas ele nuestia plimela conferencia, y me habló de que no sólo lo movía al cumplimiento la fe de su palabra empeñada, sino el deseo de seguir la unión Jel partie/o, y como tefu€rzo de su sincetidacl, me dio¡ sin que yo se las pidieJa¡ explicaciones So

bre la conducta de VUlios diputados lespecto a la Memoria de Hacienda, y me dijo que ese pro– cedel había sido enérgico y expl esamente reprobado por Ud

Para quitarle

C1 mi nombl amiento aun el más lejano cmácter de ¡mpOS/Clon, que

se pudiera suponer, nacidq de 165 momentos en que Ud tuvo necesidad de nuestra cooperación

rOla el triunfo de su candidaiuro, yo le manites·té que en todo tiempo podfa, sin faltar a su com–

promiso, ni valerse de subtetfugios que no caben entre personas de tecto carácter, hocelme la más pequeña insinuación de que no eran gratos mis servicios, y que yo, incontinenti, le elevaría mi ¡enuncia, con la expresión de que lo hacía con mi propia voluntad¡ quedando por parte de Ud cumplido el complomiso

Si a todo esto agregamos los palablOs de Ud en su manifiesto inaugural, en que dejó entlever, con lo jllsticia que le hizo al Gobierno de don Adolfo Díaz, que su polítíca se desarro– llO/fa dentto del marco que armó aquella administración, explicárase que yo, con ion buena voluntad¡ me haya ptestado a colaborO/ en su Gobierno, ofleciendo llevar mis débiles esfuerzos, con lealtad, a puesto de tan setias lesponsabilidades, como es el de la lepresentación en Wash– ington en donde debia lesolvel se y se han IOsuelto en estos dias, los mós trascendentales proble– mas de la ReplJblica

Pero después vino su último mensaje, en que Ud plOhijó las mismas ideas de hostilidad sostenidas en la ptensa y en los debates pwlamenfotios pOI sus amigos, empeñándose, además, en todo el desouollo del discurso, en rnos7t (IJ se ante el país, desligado para siempre de los hom– bIes que in/ollDO/on el personal administlOtivo del Gobierno de don Adolfo Díaz

Además, en estos días¡ ha culminado ya su administlación en los tópic..os esenciales sabte los cuaJes va a girar fOf zosamente en adelante su política, la que pOf lo mismo es posible juzgCJ( desde ahOJa en c.uanto a los ideales y pro¡:::ósitos, y debo manifestarle con franqueza que me en– cuentro completamente en desacuerdo con ellos

Siendo, pOI una parte¡ cortesponsable con los hombtes del Gobierno anterior de quien25 Ud se ha desligado, y estando¡ como lo he dicho, en desacuetdo con su polftíca en puntos tan irn– portantes, y de ios cuales c.ontraería fDl zosamente

1 esponsabilidod al aceptar cualquier cargo en

~u administración¡ me creo obligado, pOI Jazones de estricta dignidad y aun de simple decoro, a

'eUrOl la aceptación que había hecho del nombrwniento de Ministlo Plenipotenciario, o sea de la

reptesentación de su gobiel11o en Washington

Con la dehidn considelocióll,

Soy de Ud Aito y SS

CARLOS CUADRA PASOS

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