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« Previous Page Table of Contents Next Page »cito no nicaragüense y los le(,meses no iban a pennitir que su ciudad fuera otra vez tomada
a saco ...
El General Martínez, no tenía más que
como ochocientos hombres, unos viejos caño~
nas, y como mil rifles, pero era un gran es·
tratega.
El no mandar fuerz"s al encuentro de Je– rez lo conceptuaban como signo de debilidad. Los amigos de Martínez le insinuaban que de– bía tnandar tropas a batir al enetnigo, que no los dejara acercarse, pero él contestaba "que aquí los esperaba, y repartió los rifles qu~
tenía entre los que fueron a presentarse, d,– ciéndole$. que los llevaran a sus casas y que al toque de un convite corrieran al cuartel, esa era la consigna, mientras tanto no debían
atrasarse en sus ocupaciones .
En±re tanto el ejército de Jerez había lle– g-ado a unas pocas leguas de la ciudad, iodos daban como un hecho la entrada de Jerez en León, pero no atinaban por dónde. sería el ataque, todas las entradas estaban l.,bres, no se sabía si sería por el lado de Subhaba, por El Pochote o por San Felipe. Las gentes deso– ladas corrían de un lado para otro, los del oriente para el occiden±é, los del Nor±e para el Sur, era una confusión, un solo grito: por aquí entrarán, habían perdido la calma, eran esos momentos psicológicos de "sálvese el que pueda" ..
Llegó el 28 de Abril, el día estaba nubla– do, triste, un silencio de muerte envolvía la ciudad, una pequeña fuerza al mando del Ge– neral Guerrero" que acampaba, e¡t el Bosque,
lugar situado a pocas leguas de Le?n habí.a Dibujo del Gr.l. Tomás Al., tinez
sido derrotada, 1,'" gente no se atravla a sahr
a la calle, uno que otro transeúnte azo,,,do ramuzas, es un ejército muy poderoso, pasa– interrumpía el silencio, los vecinós asomaban remos la noche tranquila, probablelUente lUB– la cabezB por las ventan"s deseosoS de saber ñana. . No terminó Ratnón sus frases, la que nuevas habían. Sólo, se oíar¡. los toques conversación fue in±errulUpida por el ruido de de los clarines, que pon sonidos lúgubres lla- unos jinetes, que en briosos corceles lujosa– tnaban "Oficiales al cuartel, lo lUanda lUi Co- lUente enjaezados aparecieron por la esquina, ronel". Una' atmósfera cargada' de aires de eran COlUO diez, vestían unifonnes tnilitares tragedia envolvía la ciudad, y muchos repe- con sobre-botas y sendos capotes, al pasar Han la frase "cuando 1" Patria está en peligro dieron buenas noches, con voces alegres, so– el silencio eS criminal". . naban los sables y brillaban las empuñadu-El día tertninaba y con las sombras de ras de las espadas a la luz de una luna mor– la noche entraban en la ciudad los derrotados ±ecina. Todos rodeaban a uno que parecía del Bosque, hOlUbres cansados, heridos, des- ser el Jefe. Uno de los de la. cOlUitiva llamó ga.rrados, llegaban en pequeños grupos. a Ramón, Ramón! Ve lo que ±e digo. Uno
El peligro era intninen±e, los vecinos se se a.cercÓ a ellos, lUientras iodos detenían las encerraban en sus casas, creyencl0 inlUedia±o cabalgaduras. Hablaron unas pa.labras y lue– el asalio a la población. go se despidieron dirigiéndose cordiales salu-
La ciudad estaba a oscuras, los habitan- dos."
tes en el interior de sus casas esperaban acon- Al reunirse nuevalUente Ramón con Don gojados por momentos los gritos de las iurb"s Nicolás, le dijo a éste. No son Martinistas salvadoreñas entrando. esos qUe van ahíl como creíalUos al divisar el
Un vecino curioso (tni abuelo Líe. Nicolás grupo que fueran militares que andaban ron– Buitrago B.I abre la puerta como a las nueve danclo, el que va ahí es el General Bracamon– de la noche, cleseoso de informarse con alguien te, Jefe sa.lvadoreño de los que vienen con respecio de la.situadóu, un amigo pasa. Jerez, va con sus a.yudantes y algunos de su -Buenas noches Don Nicolás. --IHola Ra- Estado Mayor, me lo presentó el amigo que món! Qué nuevas i:ienes¡' --He hablado con me llamó. PareCe que el General Bracamonte varios de los que estuvieron en el Bosque, los opinaba que las fuerzas de Jerez siguieran a nuestros no aguantaron ni las primeras esca- los derrotados del Bosque, para nO dar lugar a
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