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deles norleamericanos hasta que la entre– ga sea cOlnpleta.

Yo no creo que el pequeño entrena– miento para los alias pues:l:os que pudie– ra dársele a los nuevos oficiales nombra– dos en el tiempo señalado tenga suficien– ±e importancia que justifique una seria consideración. Lo mejor que puede espe– rarse es que personas de reconocido ca– ráC±er y buena posición en el país, con alguna experiencia en materias adminis– irativas y en el manejo de hombres y con un mínimo de prevenciones políticas, de– ben ser conseguidas. Serviría de mucho que estos oficiales fueran seleccionados en igual número de entre los dos partidos polHicos y recom.iendo que nuestro Go– bierno use de sus buenos oficios ante el nuevo Presidente para tener ese resuHa– do. Atentamente, C. B MaHhews, Jefe DireC±or de la Guardia Nacional

Secretaría de Estado. - Julio 19, 1932 –

4 p.m. - 72 - Gray.

Despacho de la Legación, 828, Junio 21 El Departamento ha dado cuidado– sa consideración a la cuesHón de la eritre– ga de' la Guardia al control Nicaragüense. Mientras está de acuerdo con el General MaHhews que "una ordenada. éntrega es vitalinen±e importante" y no:l:a su opinión de que "el corto período de tiempo hábil conforme el presente plan hace tal entre– ga muy problemática", el Departamento es de la firn'\'~ opinión que no sería con– veniente dejar ningún Marino: en Nicara– gua después, d~ la fecha anurlciada para su evacuación y considera esencial adhe– rirse al plan de la evacuación de los Ma– únos inmediatamente después que elliue– va Pt~sidente haya tomado posesión El Departamento nota que el General Maf±hews no cree que .,el pequeño enfre– namiento para los altos puestos que pu– diera dársele a los nuevos oficiales nom– brados en un tiempo señalado (aparente– mente quiere decir dos meses) :l:enga su~

ficiente impodancia que jusfifique una se– ria consideración". La base para que una realmente ordenada entrega vaya a arrui– narse inmediatamente, yace no solamente en el :!:ransferimiento de posiciones de los oficiales nicaragüenses sino en la habili– dad de esos oficiales para manejar con ca– pacidad y eficiencia sus nuevos cargos una vez que los asuman; cree por la :l:an– to el Departamento que el primer paso debería ser la inmediafa selección por MaUhews de aquellos Nicaragüenses que van a asumir los alias puestos a la eva– cUación de los Marinos principalmente de

['jqu.e~los hombres que van. a ocupar las POSlCloncs claves tanio en el cuariel gene– ra1 COnt.o en los deparfamentos para que

puedan tener un aprendizaje trabajando al lado de oficiales Norteamericanos que lnan:!:engan ahora esas posiciones por el 1iempo restante hasta el primero de enero. Sobre este particular el Departamento está seriamente preocupado de que no hay ofi– ciales nicaragüenses de mayor rango que Tenientes En realidad enfiende que to– dos con excepción de dos de estos oficia– les son Subtenientes. Es lógico que tales personas sin experiencia no deben ser re– pentinamente asignados a posiciones de responsabilidad, por lo que el Departa– mento siente que deben darse pasos para seleccionar y asignar inmediatamente aquellos que tendrán los alias puestos en la Guardia, después de la evacuación de los Marinos Sobre este particular se le sugiere al General MaHhews que divida sus selecciones, tan exaC±an1.ente como le sea posible, tanto en número COITIO en rango entre Liberales y Conservadores El punto importante parece ser que aque– llos Nicaragüenses que han de ocupar las posiciones de responsabilidad obtengan tanta instrucción y experiencia como sea posible para que estén preparados a to– mar sus pUestos tan pronto el nuevo Pre– sidente fome posesión.

Además, el Comandante de la Guar– dia podrá juzgar en los meses siguientes y especialmente por su conducía durante

el período electoral cuán dignos de con– fianza son ésos oficiales y aquel que rio diese la medida podría ser removido an– tes de que la Guardia sé entregue. Julio 19, 5 p.:ni.. - STIMSON.

Cuariel General de la Guardia Nacional de Nicaragua, Managua, Nicaragua. ...,..;... 8 de agosio de 1932. _. Al Honorable Matthew E. Ranna. Ministro Americano, Legación de los Estados Unidos de Amé– rica, Managua, Nicaragua - Señor:

Noto que en el despacho 72, del 19 de julio de 1932, del Secretario de Estado, Washing:l:on, D.C., que el Depar.tamen±o está de acuerdo conmigo que una orde– nada entrega de la Guardia al conirol ni– caragüense es vifahnen±e importante pero es de la firme opinión que no sería con– veniente dejar ningún Marino en. Nicara– gua después de la fecha señalada para su evacuación, y considera esencial adhe- . rirse al plan de la evacuación de los Ma– rinos inmediatamente después que el nue– vo Presidente haya :tomado posesión.

Esto, por supuesto, hace imposible la adopción de mi plan original de que el Presidente nombre, tan pronto torne po– sesión, a un número de Nicaragüenses pa– ra los aUoa pues±os de la Guardia. y qua los actuales oficiales Marinos permane2'– can por un período na mayor de dos me-

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