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: Reunidos en la Calle, 'listos ya para salir, el Tenien±e González fUe a 'la casa del Tenien±e SChmierer; abrió la puerta, y mientras Schmierer Se' Seniaba ; en' la ori- ; lla ¡de la cama, sobresal±ado por el ruido, vació su pistola en el cuerpo' de Schmierer, mafándolo; Los'amoiínados' entonces sa– quearon las habitaciones¡ se llevaron todo lo que de valor éncon±raron y salieron de San Isidro en' direccióh: noroeste, lleván– dose consigo; el' 'rifle automático Brow~

ning¡ la· ametralladora sub-Thompson y todas las oirás cosas qUe habían reunido. . Huyeron, evitando' ser capturados,

de Junio de i 932, Y que resui±6 en ei aSé– sinato del' Sub-Tenieri±e G.N., Edward H. Schmierer, y la pérdida de valiosas armas y municiones del Gobierno.

El mofín fue planeado por lo menos varias horas antes de qUé ocUrriera y cua– tro alistados del cuartel esiabari envuel– íos El resio de la guarnición no supo nada del plan y más tarde declararon que no había mo±ivo de queja enfre ellos y que el Teniente Schmierer era bien apre– ciado tanto por guardias corno por civi– les y de que no tenía enemigos.

Durante la noche del 29 de junio se llevó a cabo un paile en las habitaciones del Tenien±e González, baile al que asis– tieron fodos los guardias, y se atestiguó en la investigación, que tuvo lugar des– pués de la muerte del Teniente Sdhmierer, que González, repetidamente, dio licor a los guardias a quiehes había confiado sus planes del motín.

González jba a ser transferido el si– guiente día a Ma±a'galpay este hecho pa– rece haya sido el moiivo de queja contra el Tenien±e Schmierer El creyó que el ±ransferimiei"lio había sido' arreglado y

ordenadcipor 'éste cuando en realidad ha– bía sido indicado por el Comaridari±e De– partamen±al corno una medida rutinaria . González' había sido asignado para servi– cio 'especial en las' labores dél Departa– mento de Abas±os de acuerdo con láS ins– trucciones dél Cuartel General de la Guar– dia Nacional para los efedos de la enfre– ga de' la Guardia por los' Marinos a ofi– ciales nicaragüenses.

Cérea de la media noche el Tenienie Schmierer envió órdenes para' el regreso de iodos los guardias :al cuartel, orden que fue debidamente acatada. El Tenien– ±e González y losoiros cuáiro guardias que él había escogido para ayudarle, pro– cedieron inmediatamente con los prepa– ra±ivos para abandonar :San Isidro, jun– ±ando los animales, ármas, municiones, granadas y provisiones Despertaron a o±roguardia diciéndole que si::llían ei. pa– trulla y le ordenaron les acompañara

SAN ISIDRO

El único caso de motín en el que un oficial Nicaragüense hubo participado, Ocurrió en San Isidro, Departamen±o de Maiagalpa, cerca de la 1 :00 a.m. del :30

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Se intentaba al principio airaer al Oficial Comandante, -y único oficial presén±e-, Sub,TenÍl;m±e G.N., Joseph R. Robeds, del cuariel, que estaba situado en un cerro a ,la orilla Sur del poblado, al pueblo mis– mo y allí, matarlo. Luego, regresarse al cuariel, y continuar el moiín influyendo en el ánimo de iodos los alistados para recoger ±odás las armas y municiones, y abandonar el puesto con el obje±o' de unirse a los rebeldes y entregarles todas las armas y municiones.

Por la noche del 10-11 de abril de 1932, la primera parie del plan fue pues– ±a en movimiento por el Sargento García, -hasta entonces un eficaz oficial y exper– to adillero-, quien indujo al Tenien±e Roberis a acompañarlo al pueblo a la ca– sa de' uno de los civiles complo±is±as. Mien±ras bajaban la pendiente, Roberis observó que dos guardias les seguían y pensó que se dirigían al pueblo con li– cencia. Al llegara esie lugar Robeds noió que García podaba un rifle au±omá– ±ico Browning y que los otros dos guar– dias -uno de los cuales era el Cabo Cor– nejo, el clase, a cargo de la Armería en el cuariel y un experio en armas- estaban ambos armados con ametralladoras sub– Thompson. Esto lo consideró muy raro y entró en mayores sospechas cuando el individuo a cuya casa; llegaron le pidió lo acompañara a la salida del pueblo. Mientras tanto, los tres guardias se habían escondido por allí, por lo que el Tenien±e Roberts se alarmó y volvió al cuartel. Habiendo fracasado en su intento de llevar a cabo la primera parte del plan, los ires guardias abandonaron el resto de sus maquinaciones y se desertaron lle– vándose consigo las armas y municiones que podaban y dirigiéndose hacia el Ce– rro de Guambuco al horoes±e de Apalí se unieron al grupo rebelde de Salgado en el campamento principal allí esiablecido.

Esos guardias fueron luego iden±ifi– cados en diversos contactos posteriores con los rebeldes, en los que lucharon agre– sivamen±e,empleando de manera efectiva las, armas .a u±omáticas que ±an' bien co– nocían , y manejaban, particularmente en el encuentro de Las Puertas, cerca de Apa– lí, Nueva Segovia, el 21 de abril, en el que tres oficiales norteamericanos y siete alistados de la Guardia fueron muertos, y también durante los encuenirosdel Ce– rro de Guambuco del 23 y 26 de abril.