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cía de don Pedro Joaquín Chamarra se cumplió al pie de la fetra Ef doctor Zenón Rivera, el doctor Moreira los Ministros fiberales del Generaf Juan José Estrada, renunciaron Surgió d,¿ hecho como Ministro General, Adolf:J Diaz, y yo como un Sub-Secretario, también general, e in– efuso privado, dél Presidente Estrada

Convocó nueva Junta de Notables el General Juan J. Estrada. Volví a sostener en esa Junta fa tesis de una incorporación inversa de la Costa Atfántica sobre Nicaragua, de. fd cLlaf tendría que ser la redentora de todo concepto dictatorial

En reafidad estaba la revolución plenamente conservatizada. Ef ánimo de lucha no se adormeció. El porvenir si era oscuro, ya lo verán mis lectores en otros capítulos de mis Cobas Sueltos

HA despertado vivo interés en el público la carta de mi cuñada Mercedes Zavala, para

mi hermano Miguel, sobre ef drama político def fusilamiento del Generof Fifiberto Cas– tro y def Coronel Anacleto Guandique. Se me han hecho varias preguntas sobre la persona de

mi cuñado, y sobre ef acontecimiento descrito por elfo en prosa familiar, sencilfa, dara y vigoroso

El acontecimiento tiene el signfficado de una lección en la historia triste de nuestras pasio–

nes políticas, y sin embargo fas jóven/;ls def día lo han recibido como una novedad, porque ef of– vida Va cubriendo fa figuro de los héroes y e( dofor de las generaciones

Me agrada el tema que por de pronto me encierra en límites familiares que me rejuvenecen Merceditas, como le llamábamos dentro de la familia, fue la hija mayor del General Joa– quín Zavala, ilustre Presidente de la Repúbfica en ef período de los Treinta años Como las Za– vala tenían familia en Guatemala, le fue fácif conseguir su entrada como alumna al famoso co– legio del Convento de Belén, en donde se educaban las señoritas de la clase principal guatemal– teca Ahí, permaneció fargos años siguiendo con apficación e inteligencia los cursos de uria seve-ra enseñanza. .

Fue completo ef éxito de la educación de Merceditas, que desarrolló su sóNda virtud, su

despierta inteligencia y su elevado temperamento artístico. Regresó a su patria cuando su pa– dre era Presidente de fa República, y encontró en ef hogar del prócer fa circunstancia doforosísi–

ma de fa enfermedad grave de su madre doña Mercedes Barberena de Zavafa

Ef General Zavala haciendo esfuerzos por safvar a su noble compañera la envió a los Es– tados Unidos, f1evando por médico de cabecera af doctor Adán Cárdenas, y de asistencia inmedia–

ta y amorosa a su hija Mercedes. Fueron muy tristes para Merceditas fos accidentes de ese viaje que tuvo por remate, la muerte de doña Mercedes Barberena de Zavafa Regresó a Mana-gua entre lágrimas y riguroso luto .

Me contaba a mí mvchos años después ef doctor Marcos E Velázquez un episodio de esa permanencia, que revela el altó temperamento artístico de Merceditas Ef doctor Adán Cárde– nas le recomendó a Velázquez, estudiante de medicina en los Estados Unidos, que fa acompaña– ra para comprar buena música de piano Fue con Velázquez a Un establecimiento famoso, en

que se edvcaban los grandes pianistas Llegados al primer piso en donde se expendio ia música para fas aprendices, el, profesor la vio tocar con destreza, a primera vista, piezas difíciles de la músíca clásica. Le dijo ef profesor' Señorita, este piso no es su lugar, suba usted al,séptlmo /;ln

donde tratan fas músicos ya consagrados Subieron al séptimo piso fa examinaron rigurosamenc te¡ le abrieron sobre el piano las más difíciles piezas de la alta música c;ásica, y efla siempre con

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