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y porque 10 susodicho se executó en la mayor parie de nuestras Indias: Orde– namos y mandamos, que en todas las de– más se guarde y cumpla, y los Encomen– deros 10 soliciten, según, y en la forma que por las Leyes de este título se de– clara". (Rec. de Ley del R. de las Indias).

Fué quizás por esta Ley que, los es– pañoles de León viejo al irasladarse ál adual lugar, hicieron la reducción de los indios libres que dispersos y divididos moraban en las sierras y los monfes, tanto para hacerles olvidar los errores de sus antiguos rifas, y formarles con eso,

sus primeras entidades políticas-adminis– trativas dentro del engranaje del impe– rió de España; como por sobrl? iodo afro interés, el de fenerlos corno "siervos li– bres", ocupándolos en el uso de sus ser– vicios personales corno indios "naborías". Indudablemenfe los leoneses en esta operación no tuvieron gran dificulfad por– que llegaban con Obispo, a quienes co– mo a los otros Prelados eclesiásticos se les encargaba por Ley de Don Felipe nI

en Valladolid a 21 de Junio de 1604, "que en sus distritos ayuden a la población de los nafurales, y faciliten las dificultades que se ofrecieren, procurando que hagan la mísmo los Curas, Ministros de Doctri– na y Sacerdotes".

El lugar para la reducción de estos "naborías" fuá escogido a no dudar por la gran comodidad de agua que todavía tienen con el río "Chiquito" y gran nú– mero de vertientes más; por sus fierras y montes feraces, sus entradas y salidas fá– ciles y sus magníficas tierras de labran" za, tal como 10 mandaban las Leyes de Dan Felipe II en el Prado a 1 de Diciem– bre de 1573 y de Don Felipe III en Ma– drid, a 10 de Octubre de 1618.

En diligencias de Asiló en sagrada seguidas en el año de 1709, encon:l:ré el primer dafo de la existencia del pueblo "San Nicolás de Laboríos", ya con el nombre que como barrio tiene actual– mente, o séa, el de "SAN NICOLAS DE LOS LABORIOS", corrupción éste del nombre "naborías".

Dan Alfonso Valle, en su Diccionario del Habla nicaragüense, nos dice: "La– borío -Naborío-.- Indio que se emplea– ba corno sirviente domés:l:ico en el perío– do colpnial. Hoy decirnos "laboríos". Esto no's lo dice, después de exponer en el Preámbulo de su importantísima Obra: "Ascienden aproximadamente a un mil doscientas las voces indígenas puras y l';ls indígenas castellanizadas, que en ca–

Sl :l:u totalidad tenemos en uso en el ha– bla nicaragüense, desde la época colo– nial": "El resto del vocabulario lo com-

Calle auténtica colonial del Laborío.

ponen las voces, dicciones y modismos que han hecho irrupción en el habla ni– caragüense, enriqueciéndola en una pe– queña parie, y corrompiéndola en la ma· yoría de los casos".

EsJ:as diligencias a que me refiero además de darnos el regocijante dato del pueblo del "Laborío" nos enseña tam– bién la manera judicialmenie práctica de llevarse a efecto, el Derecho de Asilo en sagrado, par lo que las inser:l:o literal– mente, así:

"En ires de Diciembre de mil y se· :l:ecienJ:os y nuebe años, ante mi el Alcal– de Ordinario de la ciudad de León y su jurisdicción por su Majestad Don Juan Joseph de Noasbe y Osejo, y su Escriba– no de su Majestad Don Joseph de Guz– man, se presentó el Capitán don Joseph G. de Larios, vecino de León, Tesorero de la Sania Cruzada de esta Provincia y Te– sorero Interino de las Reales Cajas de ella y de la Cosía Rica, denunciando que el día anterior en la noche había sído herido por don Pedro Alberto Co:l:tin de Cassa, Jus, en la propia casa del hechor causándoselas en la cabeza y en la fren– :l:e y de mucha gravedad, por un negocio de Hnta que con él tenía; por lo que se ordenó su capiura y fue puesto en pri. sión en la cárcel pública con sólo guar– dias por no haber grillos ni otras prisio– nes ni seguridades. De es:l:a prisión se fugó el reo con la complicidad del Al– guacil de cárcel, un india ladino por la lengua castellana, y nalural del Pueblo de USan Nicolás de los Laborios", refu– giándose a sagrado en la Snta. Iglesia Caiedral. Seguida la información sobre esia fuga o evasión Irse mandó por el Alguacil poner guardias en número de 16 armados de lanza en las puertas y

circui:l:o de la Iglesia y se dirigió Súpli– ca a su Señoría Ilustrísima el Venerable Deán y Cavildo en Sede Vacante de esia -79-