This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »de Segovia con el de SAN JUAN DE ESQUIVEL, y las de 'indios naborías con los nombres de LA SANTISIMA TRI· NIDAD DEL VALLE DE PLIEGO Y SAN NICOLAS DEL VALLE DE SOLlS. Fácil es deducir la razón de los nombres de las correspondientes a León y el Realejo, tomados del nombre del Rey Don Felipe IV y del propio Gobernador, respectivamente (25). La de Granada resulta ya un poco más difícil. De momento se sugiere la posibilidad de que, por su origen vascongado, Arbieto tuviese algún vínculo o relación se!1timental con la ciudad riojana de Haro, o bien porque fuese el nombre y apellido de algúna esposa de los personajes que se movían en su mente Arbieto parece que era soltero. SAN JUAN DE ESQUIVEL correspondió al nombre y apellido del entonces fiscal de la Audiencia Don Juan Francisco de Esquivel y Larrasa, de quien Arbieto seguramente gozara algún favor, pues los unía una amistad bien conocida, al menos, desde los días en que hicieron juntos la navegación a las Indias a cum· plir sus respectivos destinos.
En cuanto a los pueblos de naborías, que regular· mente se les mencionó dándoles lil categoría de LUGAR, es de creerse que el de San Nicolás del Valle de Salís tu· viese esta última clenominación por el apellido del oidor doctor Don Francisco López de Salís, y la advocación del 'santo por Don Nicolás Ordóñez de Villaquirán, a la sazón Capellán Mayor de la Catedral y miembro de una familia muy amistada con Arbieto y con activa participación en sus trablijo de población Pero por lo que toca al otro, al de la Santísima Trinidad del Valle de Pliego, resulta di– fícil corresponderlo con el del Conde Priego, aunque al· {lunas veces se escriba "Pliego", V no "Priego", que es el nombre auténtico del condado. Este Presidente, como se ha visto, falleció en el c?omino, sin lIe~ar a tomar posesión del oficio. Y ele atribuirle tan a9uda sagacidad a Arbie· to, se hace aún tan incomprensible el que, y'a muerto el citado conde, haya mantenido su nompre en los testimo– nios que reunió el año de 53, si es que se puede suponer ficticio el fundamento de éstos. Descartada esta posibi. lidad, el origen de aquel nombre queda en oscuro. Mas sin embargo de haber sido aquellas poblaciones un hecho cierto, no hay duda de que Arbieto intent6 algo así como especular con sus nombres. Bien sabida es su asph'acióli de continuar al frente de la gobernación, y na· da extrañ~ es que tratase en esto de obtener la mediación riel nuevo Presidente Conde de Santiago, que, se ha visto, llegó a GUate~ala en mayo de 1654. Se observa de que Con esta ocasión y para grangearse la voluntad de éste, Arbieto, que se supone había ya enviado los testimonios de población al Consejo, pues en ellos las susodichas fun· daciones aparecen con sus nombres originales, comunic6 i'lquel hecho al mencionado Conde de Santiago pero re· bautizando dos de las poblaciones en cuestión. En lugar de SANTA MARIA DE HARO, puso SANTA MARIA DE ALTAMIRANO, Y por SAN NICOLAS DEL VALLE DE SOLlS, SAN NICOLAS DE VELASCO, es decir, haciendo claro uso de los principales apellidos del nuepo Presidente. Apa– rece extraño sin embargo, que del último pueblo haya c';R1biado el de Solís, cuando el oidor de este apellido aún ejercía su oficio, pues no cesó hasta el año de 58, en que
fUe promovido a la maestrescolía de México. Con estos nuevos nombres y con mucha satisfacción de su parte, el propio Conde de Santiago dio cuenta a Su Majestad de los trabajos de población efectuados por Arbieto, en caro
ta suya fechada en Guatemala a 15 de julio de 1656 (26). Cuando Don Martín Carlos de Meneos quiso imputar falsedad al hecho de las poblaciones de Arbieto, el Con– sejo de Indias no fue sorprendido, pues se encontraba en posesión de un cierto número de atestados para obrar con su bien conocida y habitual prudencia. Con fecha de 25 de junio de 1661 se despachó cédula para que el obispo de Nicaragua informara cuanto había de cierto en todo ello; pero, también, en esa misma fecha. se le mandaba al nuevo Gobernador de Nicaragua cuidar de aquellas poblaciones, dando así por aceptada su existencia (27).
IDENTIFICACION y PERMANENCIA
DE ESTAS POBLACIONES
SAN FELIPE DE AUSTRIA. Como las restantes po– blaciones de mulatos, que por especial mandado tuvieron que hacerse al lado de las ciudades y villas de españoles, en su desarlollo, ésta llamada de San Felipe vino a tener· se como un barrio de la ciudad de León, pues sólo treinta años más tarde, al año de 1684 (28), ya se le consideraba como tal; era entonces conocido como el barrio de los mulatos y poseía la hermita con la advocación del Santo.
SAN ANDRES DE ARBIETO. Fundido posteriormen– te con la villa del Realejo, se le tuvo asimismo como ba– rrio o vecindad de mulatos. Al citado año de í684, esta vecindad, perfectamente identificada en la cuenta que hi·
%0 el corregidor don Gaspar Vaca Quiñónez, aparecía formada por 234 mulatos, 25 negros libres y 48 mestizos, de todos los sexos y edades (29). Con la decadencia que sobrevino a esta villa ya corriendo el siglo XVIII. en que la mayoría de 105 pobladores españoles la abandonan, los mulatos se constituyeron en adelante en el grueso de su poblaci6n (30).
SAN JUAN DE ESQUIVEL, Con la ruina y mudanza de la ciudad de la Nueva Segovia, que ocurri6 en 105 pri– meros años del siglo XVIII, es posible que haya quedado borrado todo vestigio de lo que debió ser el barrio de San Juan formado por aquellos mulatos reunidos por Ar– bieto, aunque un examen sobre el terreno de lo que hoy se llama Ciudad Antigua, quizá arrojaría alguna luz sobre el asunto. Porque hay constancia de que al año de 1684 (31) había, así en la propia ciudad como en los términos de ella, 133 mulatos, 61 mestizos y 20 negros libres, al lado de una vecindad de 187 españoles.
SANTA MARIA DE HARO. Al no existir en nuestros días barrio alguno de Granada con el nombre de Santa María, resulta difícil una precisa identificación de este pueblo. Basados en los datos que proporciona el acta de fundación, de haberse asentado esta población en el sitio que hacían llamar Tierra Blanca, camino del Lago ha– cia la izquierda, con salida a Malaco, se sugiere que haya sido lo que se extiende de la ciudad más allá o al cabo del barrio de Santa Lucía, haciendo flanco con otro deno– minado El Enredo, donde la tierra es ciertamente caliza, de TALPUJA blanca. Al carecer la cuenta del año de 1684 de noticia sobre la ciudad de Granada, de momento no se puede proporcionar un dato más inmediato a esa fundación, que debi6 haber sido, entre I~s efectuadas por
Arbieto, la menOS satisfactoria en sus resul'~dos, pUe~~o
-43-
This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »