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las cla.ses sociales bajas de la oportunidad de obfener una educación y ha impedido el desarrollo de una clase media fuerte en Nicaragua, tan necesaria y esencial pa– ra la esfabilidad de un gobierno repu– blicano. .

La clase adinerada es, generalmente, bien educada, ya que fiene acceso a las escuelas y colegios privados. Muchos de sus miembros han sido educados en los Estados Unidos y Europa. Este monopo– lio de la educación por la clase adinera,.. da ha servido para refener en ella fodas las profesiones y el confrol político y fi-nanciero del pa.ís. -

Los partidos desempeñan un papel importanfísimo en la vida social, política y económica de la República. Aquí la fi– liación a un parfido asume caraC±eres des– conocidos e inigualados en los Esfados Unidos. La hostilidad creada por las lu– ohas políticas y las rivalidades, ha hecho mucho por refardar el desarrollo económi– co del país. Si el inferés y el fiempo de– dicado a la política y sus intrigas, fueran dedicados más sabiamente al adelanto del bienesfar nacional, al comercio, a la agri– cuHura o minería, habría mayor desarro– llo de los recursos nafurales del país y, por lo fan:l:o, mayor riqueza y prosperi– dad. Habrían menos animosidades per– sonales y menos disensiones familiares. Las vidas de las gentes serían más felices y contentas.

Los partidos, Liberal y Conservador, son tenidos corno los dos parfidos hisfóri– coso Tan fuertes son las ligas parfidistas entre los aristócratas que corrientemente los miembros de una familia se adhieren al mismo partido generación tras genera– ción. Es tan fuerte el espírHu de partido que satura toda la vida social de la Repú– blica. No es costumbre que los miembros de un parfido polífico atiendan a las fun– ciones sociales patrocina.das por miembros del partido opuesto.

La práctica de los oficiales America– nos en servicio, de invifar a miembros de ambos partidos a todas las funciones so– ciales, sin consideración de filiaciones po– líticas, ha hecho mucho hacia la consecu– ción de un mej or entendimiento entre los miembros de ambos partidos. _ El manfe– nimiento de la Guardia Nacional corno

u~a estricta organización apolítica ha con– tnbuido aun más a suavizar en parte la hos±ilidad partidista. Es difícil, sin em– bargo, suavizar una hostilidad que íiene Su origen tan profundamente anclado en el pasado y tan ínfimamente ligado a la conciencia de las gentes. Los sentimien– tos de partido han sido bebidos, literal– mente, de los pechos maternos.

Hay una carencia de gobierno local

De izquierda a derecha: Francisco Estrada, Callos

Salgado y José León Diaz.

y de servicio cívico tal como exisíen en los Esíados Unidos. En consecuencia la elección de autoridades supremas asume, y con razón, una importancia muy gran– de a los ojos del pueblo. Da al parfido íriunfante un conírol absoluto de la ma– quinaria del gobierno por los próximos cuatro años y significa para el partido per– didoso la completa eliminación de su par– ticipación en el gobierno.

El establecimiento de una ley de ser– vicio civil basada en el mérito, el desarro– llo de un mejor sistema de comunicaciones y la concesión de autonomía local a los departamentos, eliminaría, quizás, con el tiempo, la. aC±ual hostilidad política y crea– ría un sentimiento fuerie nacionalista.

Las caraC±erís±icas geográficas de Ni– caragua han afeC±ado, materialmente, el desarrollo del país. Ha influenciado la localización de los centros de población a lo largo de la linea ferroviaria en Nic8* ragua occidental. Las condiciones mon– tañosas ha dificultado la construcción de ferrocarriles y carreieras debido al alto cosio que implicaría la realización de ta– les obras. Lo inadecuado de los medios

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