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El cabecilla !l!\ndinistn

Coronado Maradiagll.

Pedro Antonio lrías,

cabecilla Ilandinista.

Amoldo Fabián Talavera, jefe sandinista.

El acuerdo para el establecimiento y mantenimiento de la Guardia Nacional de Nicaragua ~ue firmado en lvIanagua el 22 de Diciembre de 1927 por el Encargado de Negocios Arneric&no en Managua yel lvIi– nistro d.e Relaciones Exterio;res de Nicara– gua. El acuerdo proveía: "La crel;lción de una Guardia Nacional de 93 o~ici&les y 1.136 alistados. o sea. up. toíal de 1.229 individuos entre oficiales y alistados, a un costo anual de $ 689.132," .

Este acuerdo fue modificado' por el Congreso dé Nicaragua. pere las mociifi– caciones no fueron aceptadas por. é~ Deo. padamento de Estado. y la Gu&rdia fun" cionaba confonne el acuerdo originf;l.l. Esto resuHaba un estorbo pl;lra les ofiCiales en mando, pues el status lega'1 de la orga– nización estaba siempre en duda. . ." La fuerza de la Guardia, según el acuerdo da Diciembre de 1927, estab& ba– sada en la creencia de que después de la. terminación de la guerrl'l civil, la paz rei– naría en Nicaragua. Cuando Sandino co– menzó su carrera de rebeldía, se creó una situación nueva e imprevista:' Para en– frentarse a esa situación creada por sus

d~~reda.ciones, y par~ asis#r en la auper– V1gl1ancla de las eleccIones congresales de

1930, la Guardia se aumentó hasta que el

1 de Octubre de ese ano, el total de su personal sumaba 2,256 hombres. un au'" mento de ca'si el 85 % del número Indicado en el acüerdo original. Ademáª,. el Gosto

aIlual aumentó a un to:l:al de $ 1.116,000,

. La crisis económica y la resuHante bala en las re.ntas' nacioIlales forzaron un¡:¡. re?-1;1cción, -en Noviembre, 193().- a 160

Oficlales y 1.650 alis:l:ados. Al mismo tiem-

po Se proveyó el establecimiento de poli– cías locales para relevar a la Guardia de esas funciones en algunas municipalida– des. Esfas Policías Municipales. mientras eran pagadas por las Municipalidades mis– mas. estaban bajo el cOntrol de la Guardia, aunque su número nunca fue suficiente come para relevar a la Guardia en el co– metido de sus funciones. En Enero de 1931, con los fondos provenienfes de un crédito concedido al Gobierno de las reser– vas del Banco Nacional depositadas en New York, 11;1 fuerza de la Guardia se au– mentó a un promedio de 200 oficialeS y

2.150 alis:l:ados.

Mientrl;1l;l la Guardia aumentaba en potencia las operaciones aciivas de la Se– gunda Brigada de lvIarinos se restringían, &1 punÍo que en el verano de 1930, todas

l~s operaciones ofensivas fueron encomen– dadas a la Guardia y los Marinos fueron reconcentrados (;) a las ciudades o a las propiedades de residentes Americanos o extranjeros donde funl;Jían como guardia– nes. En Mayo, 1931, .el número de Marinos fue reduoido grandemente y los que que–

dab~n fueroJ1. reconcenfradol;l a Managua. La aviaoión del Cuerpo de Marinos conti– nuó c09perando con la Guardia, dando el mismo servicio de ±;ransporie, información

y compaie que había dado a la Segunda Brigada.

En el verano de 1930 habían dos gruPQS principales de rebeldes en activa operación

1 Ortez en el Area Norie y Al– ±amirano en el Arel;l Central. además de innú:m.erables bandaa pequenas que co– metían sus depredaciones J,anto en el Nor– te como a lo largo de los ríos de la Costa

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