This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »Garantía~ Soci~les't, aprobadas internacionalmente por virtud de varios Tratados, "Han ve– nido a ser Ptl,rte de nuestro derecho interno", por virtud del principio asentado en nuestra Constitución Política en su artículo 9. La incorporaqión de aquellas declaraciones interna· cionales, en el texto de nuestra Constitución, ha elev~do al individuo a la categoría de ser internacional, y por lo mismo, "No se ofende a la Soberanía de un País, por la mera aplica– ción de su propia Constitución. No cabe duda de que la incorporación de aquellos principios sobre los Derechos Humanos en el texto de nuestra Constitución constituye un adelanto en el orden del Derecho Internacional Moderno, y por lo mismo cualquier aplicación de aque– llos principios internacionales no puede ofender a la Soberanía interna de Nicaragua, a menos que quiera decirse que hay ofensa por el solo hecho de aplicar sus propios principios constitucionales.
En resumen el pl'oblema en Nicaragua no es internacional, es problema interno y los org'anismos internacionales, los funcionarios de aquellos Cuerpos son parte de nuestro propio régimen interno, son organismos y funcionarios que al llegar al país tendrán catego. ría de organismos y funcionarios reconocidos por la Constitución de Nicaragua, que por lo mismo no pueden ofender en forma alguna a la Soberanía de Nicaragua.
OBEDIENCIA
De niños, teníamos que obedecer, y sin cesar se nos recordaba que a la suerte del hombre, aún no llegado a la mayoría de edad, pertenece el someterse a los deseos y a las ór– denes de los mayores, que eran, al mismo tiempo, los más fuertes. Muchos de nosotros se alegrarían entonces para sus adentros al pensar que llegaría el día en que a este imperativo le tocaría su fin. Pero este día no ha llegado jamás.
. . Aunque la autoridad de los padres, de los maestros y educadores ya no posea ac-tualmente, ni en la vida privada ni en la mutua convivencia de los pueblos, su firmeza de antaño, empero, se pone aún más de manifiesto que el obedecer o, al menos, el someterse voluntariamente a los dictámenes de quienes están dotados de mayor madurez y más ex– periencia, jamás dejará de existir. Es una desilusión para los que aspiran impetuosamente
a la libertad absoluta. ¿ O son lo suficientemente cuerdos para considerar como insoslaya– ble una evolución tal? El niño que va para hombre descubre en el umbral mismo de la pubertad que el obedecer no cesa por entero; cierto que ahora cuenta con la posibilidad de brindar a un tiempo la obediencia, pues ha llegado a comprender el meollo racional de aque– llo que de él se exige, y a hacerse cargo de su contenido. El inteligente en seguida se da cuenta de que el obedecer no es una humillación ni una capitulación ante la arbitrariedad, sino que la convivencia social, en cualquier marco que se lleve a efecto, no puede ni siquiera pensarse sin un vestigio explícito de obediencia.
Ciertamente: obediencia es una palabra pasada de moda, austera; pero no existe en nuestra época organización social alguna que no precise una cierta subordinación, o, al menos, un necesario ordenamiento. Las fuerzas naturales obtienen violentamente di– cha obediencia; los tiranos de carne y hueso, echan mano de idénticos medios primitivos. Pero el hombre previsor sabe que el actuar irreflexivamente, da pie a los tiranos para la realización de sus designios. Rehusar la obediencia a la razón significa hacerle el juego a la violencia. Ninguna empresa económica, ninguna colaboración militar, organización in– ternacional alguna, ya sea política, científica o económica, es imaginable sin un cierto grado de obediencia, o, dicho más exactamente, sin la disposición de cada uno, ya individuo, cor– poración o estado, a delegar una parte de su absoluta independencia en la comunidad. De idéntica manera a como los estados cada año van entregando más partes de su soberanía, colocándola al servicio de una organizada finalidad, tal aprende el hombre a disponer de la suficiente inteligencia y de entusiasmo bastante para renunciar a la total independencia per– sonal, si quiere defender el principio de la libertad.
(Editorial de SCALA Internacional No 8)
-3-
This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »