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Habrá hecho algo Mt:)J:ipada~ eS lb pdmeré) qUé nos preguntamos al levantarnos. Lólo, un muchacho que está de sirviente en esta hacienda, asegura que en la madrugada oyó c.añonazos. Ayer mató Calixio, a po– cas varas de nuestro rancho, una culebra sabanera de más de una vara de largo. y nos habían dicho que no había serpiente por aquí.! Tengo el dolor de la espalda

y del e!!tómago desde las 7 y media a.m. hasta las 9 de la noche, a las 8 p.m. tomé un papel de morfina. Juan José que salió esta mañana para Los Bajos vuel– va a las 4 y media p.m. Trae un cargamento de no– Hcias, como de costumbre. Dice que hubo fuego en Escameca, y que a Rivas entraron 16 muerlos y consi– derable· número de heridos de las fuerzas del Gobier– no, que muchas personas han oído el tiroteo de Jinotepe, asegura que estuvo un rato en Nandaime y que aquello está completamente tranquilo, porque se impone una mulla de 10 soles al que de cualquier no– ticia; que han recluíado sin excepción de personas en Díriomo y Nandaime, y que Alcides, con quien se vio en casa de las "Novedsdes", le contó que es probable haya guerra entre Guatemala y El Salvador. Chapa– rrón a las 6 p.m.

Pasé buena noche, pero me siento muy débil Y

como aturdido 1;1.1 levantl;l.rme. Anoche, com.o a las '/ y media se I;I.cercó a 11;1. puerta de nuestro rancho un I;I.niml;l.l, no pudimos saber de que especie era, pero Cl;I.lixio no dudl;l. que era ml;l.pl;I.chín. Juan José se fue hoya ll;l.s 9 a.mñ 1;1. trl;l.er a Alcides, ofreció volver a las 12, pero, como de costumbre, no vino hasta las 2 p.m. Lo Unico de importancia que Alcides trae de nuevo es el rumor de ciue Zelaya se I;I.rregló yl;I. con Gasta Rica, ofreciendo dar una amnistía general. Nadie cree esta noticia, pero Rocha y yo temernos mucho que se con– firme, porque hemos notl;l.do que todo rumor adverso a nuestrl;l. causa resulta al cabo cierto. Escribo a la Bell;l. con Alcides que dice irá pasado mañana a Gra– nada: le digo que he perdido .toda esperan:za. Por Alcides supe que Alejandro Zavala salió por enfermo de la Penitenciaría y que ninguno. de los presos ha Illanifestado tanio m.iedo como Benjanün Barillas. Se ve que a éste co=o a Daniel Ll;I.cayo, de nada le sirvie– ron sus agasajos a Santos Zelaya. .A:lcides se va poco después de las 4, quedamos todos, pero parlicularmen– te !'tocha y yo, bajo la impresión de una gran trísteza. Vemos casi perdida nuestra causa. Lluvia a las 7 p.m.

Bien dormí. Anoche matamos en el rancho un alacrán enorme. Hace hoy dos meses de la tentl;l.tiva contra el cuartel de Granl;l.da. A las 8 a.m. se van Calino y Wenceslao, el primero para su huerta y el segundo El las Mercedes: ambos deben regresar ml;l.– ñana con víveres. Ya no nos queda duda de que Mon– cada y el P. Ml;I.uís no hicieron nada, pues aunque Juan J·osé asegura que hubo fuego en Jinotepe, según lo ·afirman varios vecinos de Los Bajos, ninguno de nósotros da importancia a semejantes noticiones. Día cOlnpletamente tranquilo, ningunl;l. noticia. A las 4 y

media p.m:. empie:¡;a a molestarme el dolor de la cica– triz de la espl;I.lda, y por ver si me alivio acepto la ínvÍfación que me hacen Rocha y L\Íis para hacer ejércicio. Vamos a la casa de la haciendal no había estado allí desde el 9 de octubre. . Corno hace tanto tiempo qúe vivo ent~e la monta~a, .donde. ~uncl;l. pene– ira bien el sol, sentí una extrana Impr!lSlOn al ver l~

gran claridad del poirero. Como medIa hora estUVI– mos en la casa de la hacienda, donde hallarnos y de– jarnos a

Albino Talavera, que i~prud~ntemente se ha pasado allí la mayor parte del dlS. NInguna observa. ción le hicimos sobre su poca cuerda conducta, porque hace días que está de esgrima con todos nosoiros. A las· 5 y media volvimos al poirero: mi dolor había desapl;I.recido.

Pasé buena noche, pero amanesco algo acatarra-

do. Día fl'llriquüó y iY\ücho fastidio. A los 4 y media fuG

da el. dolor, pero no con fuer:za, y m.e pasa lue o creo que ya va, en retirada. Lolo Aguirre, mozo gd~

esta hacienda, que fue ayer a Diriomo por víveres vuelve hoy y cuenta que aquel pueblo se halla com' pletamente tranquilo y que supo allí. que lo mism~

está Granada. A las 5 p.m~ voy con Rocha a la casa de la hacienda, regresamos :media hora después. Cada. día me afirmo más en la opinión de que que los emi_ grados que se hallan en Costa Rica ya no pueden ha– cer. nada para librar a Nicaragua de Santos Zelaya Callxio y yvenceslao, a quienes esperamos hasia las .; p.m. no VIenen.

Llovió recio anoche y por muchas horas. A las 7 a.m.. cuando nos levantamos, aun caían algunas gotas de ~gua. Dc;>nn1 bien, pero amanezco con agudísima conzl;l.. AqUI nos levantamos, por lo general a las 7 a.m. a pesar de que nos acostamos con las gallinas La causa de esio es que 11;1. posición de nuestro ranch~

respecto del Mom.bl;l.cho hace que amariezca muy tar– de. Tenemos días bien corlos, pues rodeados por com– pleto de espesos bosques, a las 4 p.m. parece ya aquí la hora del crepúsculo. Cuando aun es de día en las casas .de la hacienda, nosotros tenernos que encender una lampara para poder ver en nuestro rancho. Leí ayer un libro de J. -Selgas, que .i\.lcides nos trajo: se titula "Escenas fantásiícas", y se hallan en él casi to– das las frases hechas de la lengua castellana. A l!¡ls 3 de la tarde viene Wenceslao y Calixio, traen un compañero más, Enrique Gutlérrez, de Jalieva, que es– tuvo el 17 de Septiembre en el l;isalto al cuartel de Granada. No cuentan los recién venidos gran cosa de particular. Chl;l.mberlain escribe al Dr. Chamorro un papelito en el que bajo el .título de "Decires", se lee en substancia lo siguiente: que los principales emi– grados fueron internados por Iglesias, que un agente diplomático hondureño va para Costa Rica, el cual agente lleva también poderes de Nicaragua, que Ze– laya dice que espera la guerra, pero no la teme por– que está bien prepl;I.rado. El :miércoles 17, según refie– re Calixio, un soldado de una escolta c.omandada por Samuel Ocón, le quitó de un machetazo el pulgar de la mano derecha a Moisés el cuñadito de Cl;I.}ixfu que venía antes con frecuencia a esta hacienda. En Nan– daime fue cometido" este crimen. LI;I. causa de hecho tan airoz no pudo ser más vergonzosl;l.: Moisés recll;1.– maba su machete que uno de los 601dados de la con– sabidl;l. escolta se llevaba. No es cierlo que se haya ido a Europa la familil;l. de Zelaya. Lo de Moncada acabó de esta manera: uno de los jefes del resguardo con quienes coniaba (Juan Caparro) le prendió o más bien dicho trató de prenderle, pues Moneada lanzó el caballo sobre la escolta. y logró escaparse, al huir le hirieron .el caballo de un bayonetazo, pero aun pudo este correr corno núl varas, lo suficiente para que el jinete quedase fuera del alcance de la escolia de CI;I.– parro. Cuenta el P. Saravia, cura de Nandaime, que habiend9 él ido a Managua a interceder por el joven Chamberlain, le dijo Zelaya. Ya no pondré en liberll;l.d a ninguno de los que tengo presos, porque sé que la guerra viene y los "necesito para rehenes'. He pasado un día pésiIno a causa del catarro, a las 9 p.m. tomo morfinl;l.. Hoy, cosa rara, no llueve.

A pesar de la morfina no pasé buena noche, pero amanesco aliviado de la coriza. Leí ayer en un nume– ro de "El Aviso" que murió la esposa de Bartolo Mo– rales. No hemos fijado plazo (con excepción del Dr. ChaInorro) el 30 del corriente para irnos de aquí. Re– cibo carla de la Bela y varios números de "El Comer– cio", me los remite de la Agua Agria Sevilla. La carla es para nosotros completo desengaño. Dice la Bela que todo está lo Inismo que hace dos meses, que comO uno se desvanecen las noticias alegres y que nada se sabe de cierto. En "El Comercio" hay una corres– pondencia de San José que pinta a los enúgrados ver– gonzosa y miserablemente divididos por competencias de supremacía: hay una docena de candidatos B la

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