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Juan JoslJ hah~a Mo hoya la Agua Agria, cuando a

sO dela 1 p.m. ll? vemos llegar acompañado de Toña

~endaña. Esffl' no tiene más noticias que las que a nosotros nos han llegado. Lo único que de nuevo nos cuenta. es 'que Daniel y Gabrielüo Lacayo andan hu-endo. No le valieron a Daniel sus zalamerías con

~odán ni sus declaraciones en favor de Zelaya. Refie– re también Toña que a Juan Gabuardi le dieron una soberana paliza ~aureano Hudad~ y los Larios de Be– léIl De dos galbnas que nos enVIaron de Las Merce– des' noS comimos hoy una: eslo es aqu~ un verdadero econlecimiento. Toña y Juan José duennen en nues– tro rancho.

NOVIEMBRE 10

A las 8 a.m. se ITa Toña con Juan José. A las 11 se noS presenta Moneada, nada de padicular frae. ,",segura que el domingo sin falta se verificará el pro– yectado asalto de los cuarleles de Masaya y Jinotepe. completamente tranquilos estábamos cuandO" viene Juan José casi corriendo y nos dice: "Ahí eslá la escolta". En el aeta cruzamos el río de Oro y nos diri– 'imoS al xnisIno süio adonde en otras ocasiones aná– lcgas hemoS E;!!iliado. Dice J~an José que ~lllegar a la hacienda de Carlos Bandana se encontro can la es– colia y habló alli con el oficial que la comanda, el cual es un tal Samuel OeÓn de Nandaime, que en cuanlo la escolta se alejó un poco se vino él a escape por entre el monte y que fuvo tiempo de verla enirar a la hacienda de Mariano Argüello, lo que le, indica que se dirigen al Cráter, Mancada huye con nosoiros y está contrariadísirr,o porque ya no podrá irse tan pronto como él lo desea y neeesüa. Almorzamos en el monte. A las 2 p,xn. llega Cafarina, que se ha que– dado oculto y asechando en los alrededores de la casa de la haciendá, y unos dice que llegó la escoHa, esfu– vo un carla rato y se largó: eran 12 soldados. Volve–

rnoS inmediaiamente al rancho y luego sabemos por la mujer de Juan José que solo registraron la casa y que lo. soldados iban desvil;ldos y fatigadísimos y la bestia del oficial gafa. Tomaron con dirección a la )\gua Agria. Mancada, que para volver tiene que pasar por la Agua Agria, no halla que hacer. Yo discurro que salga de aquí después de las 6 p.m. en coxnpañía de Quinichí, el cual entrará a pie a la Agua Agria parl;l averiguar si hay ahí escolta. o no, y en caso de haber–

~a, si puedeM;oncada pasar sin peligro: asr se. hizo. Lluvia a las S de la farde. Los Jnozos de esta haCIenda han tendido la tienda de campaña que nos mandó Sevilla y duennen ya en nuestro caxnpamento.

NOVIEMBRE 11

Día sobremanera monótono. Hablarnos de los proyectos del P. Maius y Mancada, que fados juzga– mos descaballados. Rocha,' Correa y Calixio, que ha– bían pensado irse el sábado a Masaiepe para cooperar en esa aventura, desisten de su propósüo: apruebo esta resolución.' No se me quita en iodo el día el dolor de la espalda y del estómago, hasta que a las 9 p.m. tomo morfina. Cuenta Ouinichí que al llegar anoche a la Agua Agria fue detenido por la misma escolta que estuvo aquí ayer, que inventó una mentira para justificar su presencia allí y que le soltaron luego. Volviose adonde había dejado a Mancada y fue a sa– carlo por la hacienda de los ArgÜellos hasta dejarlo en la poseslón de Miranda, en ese lugar, dice Ouini– chí, estaba esperándole el P. Matus. Hoy no llueve, cosa rarísima aquí.

NOVIEMBRE 12

Pasé buena noche, pero amanecí con la cabeza muy pesada. Se va disgustado Ouinichí, lo cual n\e hace mala impresión, tanio porque sus :¡¡ervicíos nos hacen falta, como porque temo que en una borrachera v!lya a contar' donde se halla nuestro escondite. ,Hoy VIernes debió haber ido Juan José a Granada, pero d

como iememos por la tirantez de la süuación que 'pue– en agarrarle,' se decide que no vaya. Irá a. la hacien– da de Toña y allí. verá a una india que, xnedian±e 60

á 80 centavos hará el viaje a Granada con una, carla

m~a para ía :Beia. lJespu4s que me hafl.o', a las ii a,~.

se me despeja la cabeza y paso muy b\len día. Recibo carla de Sevilla fechada en Managua a 7 del corrien– te: dice que Aurelio Estrada ha estado, y está iraba– jándo porque pongan en liberlad a Fernando, pero que a ello se opone Gámez, ,que Aurelio cree que yo me hallo en Costa Rica, qUe a Juan Gabuardi y a Clo– domiro Urcuyo l6s apalearon los emigrados en Libe– ría, y que estos tienen allá tres cuarleles y gozan ,de sueldo. Dolores, que fue a la Agua Agria por plátanos, cuenfei que, segúrt le dijo el xnandador de aquella. ha– cienda, llegó anteayer, procedente del Arenal, una es– colta al mando de Barrabás y se juntó con la que esiuvo aquí, que en la Agua Agria pasaron la noche y ayer en la mañana se fueron para Nand,aime. No llueve hoy. "

NOVIEMBRE i3

Muy buena noche pEl.sé. Amanece soplando vien– to muy fuerle. Sospechamos q~e Juan. José, en véz de ir a la hacienda de Toña, se ha ido para Gx-anada a pesar de loda,s llilS observaciones que le hicimos para que no fuera, pintándole los peligros a que se E;!XpO– nía. Ninguno de nosotros duda que esias escoltas que por el cerro han andado, vinieron a instigaciones de Salvador Cerda, el mandador que el General Avilés tiene en su hacienda de Mombacho: la hosfílidad y

saña de Cerda contra nosotros, son manifestas. A las a

p.m. viene Juan José. No fue a Granada porque las noticias que acerca de la situación polüica en la ha– cienda de Toña y en la Aguire le infundieron miedo. La carla qué ayer escribí para la Bela se la dio a una tal Francisca Jaen para que la lleve. Si lo que Juan José cuenta respecto de la alanna ,en que está el Go– bierno, fuere cíerlo, gran imprudenc¡a ha sido enviar a esa mujer a Granada. Dice Juan José que los emi– grados, en número considerable, esfán ya en Torlugas y Escameca (territorio de Nicaragua). Por caria de Alcides sabernos que se deseriaron de San Ce.rlos y el Castillo, llevándose las annas, unos 400 hombre que fueron a engrosar las fuerzas <;le los exnigrados y que la mujer de Zelaya se marchó para Europa con un mi– llón de pesos en oro: fodas éstas nuevas nas de Juan José y las de Alcides) las ponemos en rigux-osa cua– r,enfena. Rocha recibe una clilrfa de una apreciable dama en la que no hay una sola palabra que alienie nuestras esperanzas. Lluvia recia a las 5 p.m.

NOVIEMBRE 14

Malísima noche pasé. Tuve coriza y fuerie dolor en la cicairiz de la espalda. A las 10 a.m. viene del Arenal con carla para el Dr. Chamarra, un indiv¡duo llamado Polo Flores: nada de muy noiable tx-ae. ' P. Joaquln envía al Dr. Chamarra una carfa de "Terei;a" ldoña Carmela) sin fecha, pero que suponemos hade ser del viernes 12 del corriente. Dice que N. Vásquez pidió penniso por tres meses y declaró quena respon– día de la plaza de León si no le enviaban más genie, que el Gobierno resolvió mandar a Aurelio de Jefe Polüico a Le6n, y que en cuanto este salio de Mana– gua le habían regislrado su casa, que el "Vicioria y el 93" salieron con tropas para Rivas y San Carlos (Chico Guerréro M. va con las fuerzas destinadas a Rivas), que hubo' el miércoles gran alanna en Grana– da, y que una negra, mujer de un tal Chomba, llegó a denunciar a las autoridades de aquella ciudad ellu–

gat de nuesito escondite. esio último es lo que ~os

parece más grave, pero no nos impresiona mucho. Día trisie ha sido el de hoy, pesa sobre casi fados nosoiros una aimósfera de morlal desaliento. Por las costas del Arenal sabemos que vienen 1.000 hondureño¡¡en auxi– lio de Zelaya. Juan José, que salió de a.quí esia ma– ñana para DiriOmo, vuelve a las 5 .y media' p.m. con un buen cargamento de "bombas". Cuertta que Fulano y Zutano oyeron cañOnazos al lado de Rivas, que hu– bo fuego en Jinoiepe, que al Arroyo llegó un herido de la acción, etc., etc. La india Chica Jaen se volvió de la Piedra Meona: dice que tuvo miedo dl;') entrar a Granada, porque supo que había retén en todas las eniradas y les quitaban SUB cabalgaduras a iodos lo!! que llegaban.

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