This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »de reccnoclmientó y sacrificio; aÓn quedan 011 Cranacla
gentes que recuerdan aquello como cosa que 110 había ocurrido nunca antes. También sus profesores tuvieron noticia del hecho, aunque no por boca de Hurtado, que 61 estaba en Chontales, acompañando a tío Felipe en aque– l/as horas tan duras; y ellos fueron de los que .1Iplaudie– ron y el Padre Sáenz Liaría le escribió, felicitándolo y prometiéndole su ayuda para cuando regresara a Granada donde debía continuar sus estudios; el buen sacerdote, que ya guardaba estima especial por su alumno, admiró profundamente su desprendimiento y las renuncias que envolvía. I
Poco tiempo después de lo narrado, los profesores Sánchez y Espinal, por asuntos de orden interno y tam– bién un tanto por la nostalgia muy explicable de su caso, renunciaron de sus cargos para regl'esar a España y el Padre Sáenz LIaría, previa aprobaciEn de la Junta de Pa· dres de familia que regía el Colegio de Granada, el cual empezaba ya a gozar de justa fama, volvió a escribir a su protegido instándolo a regresar de inmediato a Granada a encargarse de algunas de las cátedras que las apunta. das renuncias dejaban vacantes. Así, mediante circuns· tancias verdaderamente providenciales, Don Pablo Burta. do se inició en su carrera del magisterio, que debía, gradas a Dios, ser larga y fructífera; que había de hacerlo venerado en las generaciones que gozaron sus ensañan" zas, inolvidables para todos los nicaragüenses; así empezó Don Pablo Hurtado su abnegada contribución a la cultura patria. Era el año 1876. Las cátedras confiadas al novel profesor en el Colegio de Granada fueron las de mate– máticas.
Un .. ño más tarde, cuando Hurtado habíll coronado su bachillerato, el Padre Sáenz LIaría cayó enfermo de cuidado; él desempeñaba la dirección del colegía y ade· más las cátedras de geografía e historia, deberes estos últimos que no podían sufrir interrupción prolongada; comprobadas ya las excelentes condiciones de Hurtado como profesor, el padre lIamólo a su lecho de enfermo y le pidió que mientras durara su malestar, lo sustituyera en sus cátedras; el joven profesor no podía negarse y aceptó, bajo el entendimiento de que se trataba de Uil
quehacer temporal. Desafortunadamente, el estado clel enfermo empeoró mucho, y más y más, hasta que el Re· verendo Padre Sáenz LIaría expiró, el 18 de enero de 1878. Para el Profesor Hurtado, tan estrechamente liga– do por amistad y gratitud COil el sacerdote español, aqueo
110 constituyó un rudo golpe, verdadero duelo que ponía una sombra de pena sincera en lo que también vino a ser un ascenso en su carrera de maesfro, porque Hurtado a los 25 años de edad, quedó entonces nombrado en propiedad catedrático ele las asignaturas que el Director y ,profesor Sáenz Liarla tenía a su cargo en el Colegio de Granada.
Era el año J 881. 1:1 profesor Hurtado estaba recono–
cido como un eminente pedagogo, forjador de juventu. des, hombre que había abrazado definitivamente la carrera del magisterio; su pasión era enseñar; su compa– ñía predilecta la de tus educandos; el lugar donde más a gusto se sentia, la escuela. Tenía él 28 años de edad y una solvencia cabal en lo profesional tanto como en lo
económIco. V COInQ 11 los vatóltOS senalados pOI' 111 Pro.
videncia, él Pablo Hurtado todo le salía en el cantino. Así en la casa esquinera situada frente 11 San Francisco, con: siguienlemente frente también al Colegio de Granada vino a fincarse el matrimonio del Ingeniero suizo do~
Martín !'lutsch y su esposa doña CuperHna Morales, elJ~
originaria de Costa Rica, y la hija mayor de ambos, naci. da en la hermana república del sur, de nombre María. El joven maestro pasaba necesariamente por la acera de los !'Iutsch tantas veces como iba y venía de su casa al tra. bajo, del trabajo a su casa. Y la joven agraciada y virtuo_ sa y el muchacho culto y apuesto y con el prestigio de Un profesor querido y admirado en plena primavera, se ena– moraron. Pablo Hurtado creyó felizmen'e llegada la hora de tomar estado y habiendo sido muy bien recibidas por
10.5 padres de María las pretensiones del caballero, un buen día Pablo y María se casaron con el beneplácito ele sus deudos y amigos, y fundaron un hogar bendecido con muchos hijos, (dieciséis), de los cuales privaron doce: Lola, Pablo, Adolfo, María, Miguel, Joaquín, Felipe, Mar– garita, Juanita, Rosa, Carlos y Elena, con lo cual los Hurtado-Flutsch se prolongaron en la posteridad, supieron del amor conyugal, filial y patriarcal, y en los años de su ancianidad, que alcanzaron en dichosa paz, fueron cabeza de una fIlmilia dilatada y honorable, respetada y estimada en la sociedad nicaragüense.
Doña María fue la compañera ideal dol maestro, en los tiempos favorables y en los adversos, inalterablemen· te abnegada, leal y hacendosa hilsta su fallecimiento, acaecido el 25 de marzo de 1933.
Estimulados por el buen suceso de la empresa esco– lar granadina, un grupo de prominentes ciudadanos de la ciudad de Masaya se constituyeron en Junta de Padres de Familia con el objeto de fundar un colegio que mere· ciera ser considerado de primera categoría, como el da Granada y habiendo logrado organizarlo resolvieron oFre. cer su dirección al reconocido maestro Don Pablo Hurtado, prestigiado por sus éxitos y con fama de hombre sabio, que seguía siempre estudiando e ilustrándose, gracias a
5U vida totalmente docente. El aceptó y temprano del año 1883 vino a encargarse del nuevo centro de enseñanza. Mas tomó tan 11 pecho su trabajo, se dedicó a sus labores con tal empeiío, que su salud cedió y cayó enfermo de cuidado; un prolongado descanso se imponía y la Junta de Masaya, deseosa de retener los valiosos servicios de Don Pablo, le otorgó un ,permiso de siete meses, con go– ce de sueldo, para que al recobrar la salud regresase 8
la direcdón del colegio y a servir las cátedras que tam– bién tenía a su cargo. Pero transcurriendo algún tiempo, pensó Hurtado que no podría reasumir sus funciones es– colares en Masaya sin grave detrimento para su salud y
optó por volver al Colegio de Granada como profesor.
Todo marcha muy bien, hasta el sonado año de 1893, cuando el gobierno, de conformidad con li11 progra– ma político que se habían trazado "Ios hombres del 93", impuso el nombramiento de Don Pedro Higinia Selva ca'
-36-
This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »