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RAFAEL GUTIERREZ

Según estudios estadísticos realizados por la Orga– nización Mundial ele la Salud, "El alcoholismo es el mayor problema de nuestro tiempo ... u Ninguna de las enfer– medades enelémicas de los diversos países que forman la OMS produce más pérdida de tiempo, vidas y dinero que el alcoholismo.

Hasta hace pocos años no se logró obtener un con– cepto científico del problema del alcoholismo. Los médicos en general rehuían su intervención considerándole

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luntario", dejando la rehabilitación dé los viciosos en manos de grupos reformistas, no ,profesionales, cle tal ma– nera que la campaña contra el alcoholismo sé confundía con la actitud polífico-social de cie¡'t~s asociaciones de ca– rácter religioso o filantrópico.

Pero debido al enorme adelanto de las técnicas psi– quiátricas, se ha llegado a comprobar que el alcoholismo es una enfermedad, a cuya prevención pueden contribuir los Servicios de Salubridad Pública y el tratamiento médi– co precoz.

Ante ,toclo hay que hacer una clara distinción entre el alcoholismo por afición y los adictos al alcohol. Los pri– meros ingieren bebidas alcohólicas porque les gusta sus efectos, los de la segunda cate90ría porque necesitan del alcohol -son verdaderos toxicómanos. En los Estados Unidos se calcula que hay 50 millones de bebedores ha– bituales- de estos 5 millones son por ,adicción.

Es indudable que el alcoholismo no radica en el gusto del alcohol, sino en un profundo descontento, en una tensión interna y por esto se buscan sus efectos. El estado de ánimo apacible i) humorístico do algunos, es con frecuencia un disfraz para ocultar su de· presión.

Por investigaciones realizadas en centenares de miles elo alcohólicos en todo el mundo. Podemos en resumen decir, que las bebidas alcohólicas: ' a) Liberan la tensión nerviosa y la depresión; b) alivian la an9ustia de la soledad, permitiendo establecer contactos personales;

e) sirven para la expresión de sentimientos hosti· les y agresivos; y

d) se ocupan para aplacar la conciencia por delitos reales o imaginarios.

ORIGEN DEL ALCOHOLISMO. Aunque el origen del alcoholismo se pierde en la prehis,oria, el alcoholismo como problema es historia moderna.

La historia nos dice que en Nicaragua los indios cele– braban a sus dioses, COI! varios dias de borracheras obte– nidas con chicha de maíz. Es 16gico que al cambiar a Tamagostad o Xipaltonal, por el Catolicismo contimi¡lI'on celebrando a los santos en la misma forma y posiblemen– te los sacerdotes españoles fueron tolerantes, en vista de su ingenua devoción. Por esto hasta nuestros días hemos visto que las fiestas patronales han sido pretexto para bo· rracheras colectivas, que duran hasta 10 días como la de Santo Domingo de Guz:mán, en Managua.

Es casi seguro, que después de tantos días de inge– rir licor, los individuos predispuestos quedaban adictos al alcohol; también se puede .pensar que muchos de los dip– sómanos o bebedores cíclicos, que no pueden tomar un día porque se ven compulsivamente obligados a continuar bebiendo por un número determinado de día's, fueran muy adictos a las fiestas patronales.

Más tarde las ocasiones de ingerir litores se fueron aumentando porque se ha generalizado la "celebración" de los bautiz:os, cas,i'inientos, cumpleaños, etc. El "Sanle?" de los amigos, lo mismo que los velorios han sido un gran pretexto pllra beber con más frecuencill.

Pero ahora ya no sólo se toma licor en las fiestas re· ligiosas o fllmiliares; en la vida moderna, el licor es el vehículo que abre las puertas de la amistad, la sociedad y más aún, la de los negocios. Alrededor de una mesa de tragos se cierran muchas de las más serias transacciones comerciales.

FACTORES LOCALES. Las costumbres locales tíenen un papel importante en el hábito alcohólico, prueba de éllo es que en Nicaragua es abrumadoramente mayor el número de hombres alcohólicos sobre las mujeres. Esto sólo se puede explicar. por la desaprobación social que tiene entra nosotros, la mujer que visita las cantinas; En las clases profesionales el alcoholismo a menudo es un hábito, adquirido en la juventud por la tolerante aceptación de las "parrandas" de los estudiantes.

En las ciudades, sobre t~do en la Capital, el alcoho– lismo es mayor que en los campos o en los departamen– tos; esto se puede explicar porque en Managua las diferencias de "c1ase" son menos marcadas y 'así, un

indiv¡d~o puede .ener "compañeros de tragos" sin discri– minación social. Por otra parte en el campo, por las difi· cultades de las vías de transporte y el aislamiento en que viven las f/lmilias, casi sólo los sábados y domingos se visitan las cantinas.

Contrario a los demás países, es notorio la temprana edad en que empiezan los jóvenes en Nicaragua II ingerir

licor; posiblemente sea debido al dicho Ipopular fIel guaro es para los hombres" de tal manera que todo muchacho para demostrar que ya es hombre gusta que sepan, que él bebe licor.

PSICOPATOLOGIA DEL ALCOHOLISMO. Es verdad que en Nicaragua el Estado propicia en cierta forma el alcoholismó, porque percibe una cuantiosa entrada por impuestos y que la enorme propaganda de los fabricantes de licores incita continuamente al pueblo a consumir en mayor cantidad sus productos, pero lo más importante es que hay un terreno humano apropiado para la afición al– cohólica.

El factor esencial es una perturbación de la persona– lidad. El nicaragüense es un deprimido y uno de los síntomas de la depresión es la introversi6n. En otras pa– labras, el nicaragüense "bebe" para poder establecer comunicación con sus semejantes; no puede desenvolverse socialmente si no rompe sus inhibiciones mentilles con el

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