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La Delegación de Nie~lI agua en visita ni PI esidcntc del

Uluguay, Dun (;alniel Tella m DoctO! ('uad,a Pasos convCJsa con el famoso esc,itOl y OtadOl Ultlgllayo

Jutm Anton:o Dnclo ('onre,encia Panamericana

en i\fontevideo, 193:l

General Mena, y Monrada confiando en le) autoridad y

prestigio que tenía en el ejército conselvador, fue a ta– Inar disposiciones en contra de Mena al cuartel principal elel Campo de Marte El e;él'dto conservador rechazó a Moneada, exigió la rqstitución del General Mena ~ su ministerio, y aún más, puso pleso al General Moncada y

lo ataron a UI1 árbol ¡para fusilado

El Ptesidente Estrada por tal fracaso visitó a don Adolfo D(o% y arregló con él entregalle la presidencia de

la República, yéndose al extranjero Díaz fue a los cuar· teles del Campo de Marte para ver de salvar ni General Moncada. Los militares lo aclamaron pero insfstieron en

la restitución del Genel al Mena al ministetio y s610 logró snlvade la vida al General Moncada,

Don Adolfo Díaz ;¡scendió a l~ Presiclencia en situa~

d6n dificilísima, pero animado de patriotismo procedió

el

salvar la soberanía de Nicaragua seriClmente comprometi– da Nombró un nuevo gabinete compuesto de prominen–

tes conservadores: don Diego Milfluel Chamarro Minis– tro de Relaciones Exteriores, don Pedro Rafael Cuadra Ministlo de Haciencla, don Alfonso Ayón Ministro de Go·

b~rnación, don Salvador Calderón Minisho de Fomento

y se prepaló para eliminal' al Genel'al Mena y cumplir es– trictamente con los pactos Dawson Estalló Ita terrible guerra civil del año 1912 El General Luis Mena se suble– vó en 105 cuarteles de Grana~a. El Partido Lihelal 10 apo–

yó decididamente. El ejército americano ocupó militar· mente a Nicaragua Fue un lamenfable retroceso en

nuestra categoría de vencido. Los pactos D~w~on fueron cumplidos estrictamente Electo nuevamente Adolfo Díaz

para la presidencia, con paciencia y deJicado tacto fue

venciendo terribles peliglos de nuestra soberaní\\. Una de las cosas graves que tiene la ocupación ex– tranjera reside en los abuso.s de los empleados que la Icpresentan. El gobietno del Presidente Dial: pensó en

cre~rle obligaciones al vencedor .para atal' las mDnos da los ensobcrbecidos interventorclS Tal fue In idea de don Pedro Rafael Cuad,a tan discutida y clÍticada. Obedecía la obsesl6n de que nuestro caso estaba flotando entre

Sesión Plenal in de la Confelencia

Montevideo, 1933

Cuba y Puerto Rico No fue aceptada la idea por parte de los ocupantes Siguiendo el mátoclo de compalZ!Y COll

lo que después ha sucedido en igualdad tle circun~t~l1ci<'ls

en Alemania, aquí también se intentó levantar la penc.li.

dad como en Nuremberg. El gobicll1o americano exigió al Presidente Díaz que pidiera la extradición del General José Santos Zelaya, para juzgarle y castigarle seve¡ amen. te El Presidente Díaz preocupadísimo por semejante exigencia, envió a don S",lvcdor Calderón a New York

en donde estaba el General José Santos lelaya, para qu~

conversara con él y lo ayudartt a ttasladalse al Canadá/ y

así logró salvar al ex·Presidenta de Nical auua de tamaño ultraje

Hubo otro episodio de I~ misma feiídendn con la

exigenda de que fuera fusilado, el ¿¡ventulero cubano

MasopEIi ra, lllUY enemigo de los Estlld.,s Unidos; el Pre– sidente Díaz siguiendo sus mismos pJocedimjentos de

de soslilyar li1s dificultades arregl6 todo parlt que M~SQ­

parra ~e fugara de la cárcel Y aquí por cierto hubo un episodio cómico, Masopan a declaró que él no se fug¿J!>a porque plefería mori¡ a ir o pasar miseri¡;, y cX:!Ji6 para fug;1rse una cantidad de dos mil dólal es más los gastos do la fuga El Presidente Ola%" le dió las dos mil dólares pala que salvara su miseri3 por <Jlguno5 meses

EL TRATADO CHAMORRO-BRYAN

Samuel Flil99 Bemis, en su ya citada ohra "~a Diplo–

macia de los Estados Unidos en la América Latina", elice lo siguiente: "El secrf!tario Knox, alarmndo por los rmUo–

l es de que Alemaniil 'se interes.. ba en el ci:lnal de Nicara– gua, firmó oho tretado por el que Estaclo5 Unidos conve ni", en pagar a Nicaragua la suma de hes I11Hlonas de dólares por el del echo exclusivo piU a consh uir un can<!l, establecer un~ base naval en el Golfo de Fonseca y un arrendamiento por un perlodo de nov~nta y nuave lJ~o.)

de las islas Cayo Glimde y Cayo Chiro en d Caribe,

pi óximas a la entrada del canL)1 por el Atlántico Esto tratado fue sometido al Senado de i:5t"do3 Ul1iclos dema– siado tarde ¡para que pudiel a ser I atificüdo ñntes da la

terminación del Gobierno de Toft, pelo el Presidente

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