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QUINTA ESTACION

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L.Iega el instante en que ya no puede Jesús dar un paso, en que ya no puede avanzar. Encontráis, Vos, una coyuntura en ello, y nos permitís

Que IIOS ocupemos, nosotros también, aun a la fuerza, de vuestra Cruz. Tal Simón Cirineo que se unce a éste pedazo ele madera. Lo empuña sólidamente y marcha cletrás de Jesús. A fin de que nada de la Cruz arrastre y se pierda.

SEXTA ESTACION

Todos los discípulos han huido, Pedro mismo reniega con énfasis! Una mujer, en lo mús espeso del insulto y, en el centro de la muerte,

Se lanza y encuentra a Jesús y le torna el rostro entre las memos. ¡Enséñanos, Verónica, a despreciar el respeto humano!

Porque aquel para quien Jesucristo no es solamente una imagen, sino una realidad, Al punto se convierte en algo desagradable y sospechoso para los otros hombres. Su plan de vida es a la inversa, sus motivos ya no son los suyos. Hay algo en él que escapa y que está en otra parte.

Un hombre que reza el rosario y que va imprudente a confesarse, Que no come carne los viernes y se le ve entre las mujeres en la Misa, Hace reír y es chocante, es gracioso e irritante también.

Que se cuide de lo que hace, porque todos los ojos están sobre él. Que se cuide de cada uno de sus pasos, porque él es un signo.

Porque todo cristiano es la imagen verdadera, aunque indigna; de su el isto.

y la cara que muestra es el trivial reflejo

De ese Rostro de Dios en su corazón, abominable y triunfal! Déjanos mirar una vez más, Verónica,

Sobre ese lienzo en que la has recogido, esa Cara del Santo Viático. Ese velo de lino piadoso en que tú has escondido La faz del Vendimiador en el día de su ebliedad,

A fin de que allí eternamente se adhiriese su Imagen,

Que está hecha con Su sangre, Sus lágrimas y nuestros esputos.

SEPTlMA ESTACION No es el guijarro bajo el pie, ni el CClbestro

Tirado con demasiada violencia, es el alma la que falla súbitamente. Oh mediar de nuestra vida! ¡Oh caída que se hace espontáneamente Cuando el imán ya no tiene polo y la fe ya no tiene firmamento! Porque el camino es largo y porque el término está lejClllo, Porque se vive muy 5010 y porque no se encuentra consuelo. Oh largos tiempos! Tedio en secreto que recibe incremento Del mandamiento inflexible y de ese compañero de madera!

Por esto extendemos los brazos, ambos a la vez, como si nadáramos

y no caemos ya sobre las rodillas, sino sobre el rostro.

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