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nuestres muas tllllllloslíláS a la atH"ldad productora y a

los beneficios de la técnica y de la civilización; Indu~tria.

Iizacl6n preferente de nuestras materias primas que pue. dan proporcionar 105 más urgentes productos de consumo popular; Incremento ~e las industrias extractivas y trans– formativas con miras al crecimiento v desarrollo de nues– tro comercio y de nuestra soberaní~ nacional, dentro de

la realidad de mercados comunes o regionales; Encauza–

miento de la materia fiscal sobre la base de la imposición directa (y especialmente del impuesto progresivo sobre la

renta) a fin de lograr una ¡usta redistribudón de la renta

n.acional; Protección y defensa del trabajo humallo me–

diante leyes laborales y de seguridad sodal, elc. etc.

Todos estos planteamientos indispensables pal a una verdadera democracia que supere lo meramente electoral

y partidista, lo ha comprendido con perfecta claridad la

juventud conservadora de nuestro país, que desde los di– ferentes sectores en que actúa, ha sabido establecerlos y

pedir195 con la energía y con la urgencia que las circuns– tancias lo demandan. Muy especialmente nosotros lo he–

mal declarado enfáticamente desde la Cámara de Diputa– dos, en el Dictamen de minoría que nos correspondió ha– cer con respecto a la ley del Petróleo. Y es que, después de todo,- y como tan acertadamente dice Karl Mannheim: "No vale la p.na morir ni por una fals.iII democl acia que favorece únicamente la restricci6n y los extremos de mi– soria y riqueza plutocrática, ni por una falsa sociedad pla– nificada en la que se ha desvanecido para siempre toda libertad humana". (Karl Mannheim: "Libertad, Poder y

Planificación Democrática", traducción española. Fondo de Cultura Econ6mica, México, D F. Véase también: Car– los Ollero: "El Sistema R~presentativo" - Revista de Estu–

dios Políticos, N9 119, Septiembre, Octubre 1961, M.c/¡ id)

No faltan, sin embargo, quienes frente a estas exi~

geneias muestren una total y cruda desconfial1Za del "SIS_ TEMA REPRESENTATIVO" para dailes pas", y realizarlas

por su propio funcionamiento Tal la tesis del actual ré~

gimen cubano, que ha conmovido hasta lo n,ás hondo el sentimiento ,tradicional de América y ha ,provocadQ la re–

ciente Conferencia de Cancilleres de Punta del Este. El

criterio no es, por derto, odginal d. la revoludón fidelis~

ta, sino el mismo que ha orientado a todos ios movimien– tos totalitarios y en especial al Comunismo; y enh añe, por consiguiente, el gravísimo peligro de la anulaci6n comple–

ta y absoluta de la libertad personal que no eludamos en

reconocer tan esencial para la vida del hombre como ~Ii­

mentarse y vestirse. Y he aquí en donde el revisionis– mo de nuestra democracia llega a su punto crítico. Por–

que se trate de saber si el concepto de LIBERTAD PERSO· SAL (y su correspondiente de representación ,popular) es

en realidad antagónico e incompatible con el de DESA–

RROLLO Y EL BIENESTAR SOCIAL. O si, por el contrarjo,

pueden armonizarse ambos en un punto en que se permi– tan y se faciliten recíprocamente, el uno al otro

Sin entrar a considerar en esta oportunidad las posi– bles soluciones dadas hasta hoy a tan interesante cues– tión, y entre las cuales se debel án siempre tener ¡presen– te las interesantes observaciones de Karl Mannheim que· remo.s poner tan sólo de manifiesto la fe plena que el Sistema Interamericano ha depositado en el sistema re– presentativo de gobierno para permitir y asegurar con éxito la necesaria transformación de nuestra sociedad y

el perfeccionamiento de nuestra democracia, en 105 plO-

nunclamienío$ dlctedos en t.

ya referida Conferencia de Punla del Esle Y queremos hacerlo notar por el serio

compromiso que ello encierr!l :pata cada uno de nuestros pueblos. Porque no se soluciona el probema con sim– ples profe!iio;J1es dQ fe, sino que es preciso convertir en

realidad lo proclamado. Toda contl'adicción entre el di–

cho y el hecho en este caso es un descrédito para 'a causa gcner.-I de la democracia anJer;c¡;¡na y una triste y vergon– ZOsa justificad6n de la tesis comunista.

No puede permitirse, por lo tanto, en estos mamen– fos la democracia américana ninguna clase de falla, ni en su netesario contenido econémico..sodal, ni en su no me· nos indispensable aspecto estructural de légimen repre– sentativo. Y en este sentido se impone inemediable– mente lo que 110 podemos lIamal de otra manera que: una estrecha y celosa vigilancia de todos y cada uno de nues~

tros pueblos 11 fin de '1ue en l1inguno s~ dé esa falla.

Es claro que no querelnos llegar por esta convicci6n

hasta el extremo de la INTERVENCION de un país en los

asuntos internos de oho. Ni queremos pensar tampoco en soluciones semejantes a la!;; de la "Santa Alianza". No.

Ningun¡J de estas formas de represi6n directa puede lIa·

V&I' a u.!sultados posiHvo¡. LQ que queremos decir es que, si de verdad nOi hemos re3uelto por una actitud flancamente defensorCl del ordon democrático debemos ser entetamente fieles con esta actitud, ¡pues de lo contrario no haremos más que darle paso libre a la didadura co– munista. Y que, de este modo, la suerte de cada uno

liea en ciert¡¡ forma I~ suerte de to~os; no pudiéndose permanecer indiferente 91 uno COI1 respecto al otro. La

soHdaridad americana no puede entendelse sino como una

obligadóll de todos y da cad", uno fil mDntenimiento y de– sarrollo de la democracia

PO;l' lo que específicanlenfo conderne a Nicaragua,

95 evidente que Iss inicintivIs de Ieformas a la Constitu" ción Política y a l. Ley Electoral introducida

I ecientemente

a la Cámara de Diputados por el Partido Liberal Naciona–

lista (P;.rtíclo de Gobi~ ..no) con miros a solucionar nuesho

propio problema político, ES ALGO QUE ATAÑE DIRECTA– MENTE A ESE COMPROMISO NUESTRO DE DEFENSA Y DE SALVAGUARDIA DE LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA DEMOCRACIA DE QUE HEMOS VENIDO HA– :lLANDO.

El proyedo en relerancia com.prende en general cin.. co puntos, que podemos resumir así:

1) Modificación del sistema do representación en el Po– der L09isl~tivo y de la constitución legill de los Par·

ti dos Políticos;

2} Tr&lnsformación del actual "Coiueio Nacional de Elec.. ciones" en un cuarto "Pod.r Electoral" del Estado y

Gseguramiento del "voto secreto";

3) Inamovibilidad de los Mogj.trodos de la Corte Su–

prema de Justicia;

4} Régimen autónomo de Munidpclidades;

5) Reducción del periodo presidencial y del de los di·

putados y senadores, y creaci6n de 3 Vice·Presi–

dendas.

PelO, a nadie se Q5Capa que el punto esencial y clave de todas I~s I'erormas es el que se refiere concreté':lmente a I.s ,posibiiidades que e1\Cl5 ofrezcan de garantizal la Ii·

ble explcsión del voto popular. Casi podemos decir que todas ellas no son más qua- un solo mecanismo, cuya da..

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