This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »desde temprano, a fin de percatarme si Macue– lizo podia confiar en el celo y capacidad de
ova defe,nsores. Al efech), habiend~ vi~}tac).o. a
los cenilnelas, sorprendIdo consiaie que SI es– tos en número de ires, velaban sus puestos, el resio de la 91.1arnición no se encontraba dur–
miendo en el Cuartel. lUna de tantos inconve–
nientes, en tiempo de guerra, de fener de guar– nición, gente del lugar!
Convencido del peligro que entrañaba
aquél hecho, accionando con recelo pero apa– rentando benevolencia expresé a los centine–
laS después de conversar con ellos trivialida–
de~ que, definitivamente, a aquella hora me reliraba a dormir confiado Todo para que és·
fas pudieran avisar a sus cornpañeros de la vi–
sifa recibida y asi lograr un pronto regreso de
fodos que, en menos de lo que se cuenta, real–
menle se efectuó Por lo dicho, cuando, a las
cinco de la mañana, como era de reglamento,
llamé a formación matinal, todos los guardias
se hicieron presentes, aún aquellos que, caria–
contecidos, para no lnantar guardia, el día an–
feriar, con faalIas en la cabeza, habían expre–
sado estar enfermos.
La fuerte y natural reprimenda del Co– mandante, la primera y la última por el hecho
más que peligroso de la noche anterior, susci–
ló cuchicheos entre los guardias. Pero quedó establecido desde aquellos instantes que, de acuerdo con la RUTINA DIARIA DE TRABAJO, hecha pública en la Tabla de Boletines, y so pena de severo castigo disciplinario, todos los dias, excepto Domingos y afros de especial de– signación, se efectuarian EJERCICIOS -FISICOS CON ARMAS que permitieran mantener la agi– lidad y salud del cuerpo, tan necesarias en un verdadero ejército Nada de foallas en la ca– beza, ni colchas sobre los hombros para evitar el fria o aparentar enfermedad. El Guardia po– sitivamente enfermo seria atendido en el Dis– pensario que, de no poder hacerlo por cual–
quier motivo, recomendaría su inmediato
Iraslado al Hospital de Ocotal, donde presta– ban servicio médico los Subtenientes Hermóge– nes Prado y Enrique Lacayo Parfán. Las Cla– ses de Lengua Castellana, Aritmética y Escri– lura, I'l cargo del Cabo Profesor, debían conti–
nuarse, hasta con niños de la población civil, si era preciso.
y para el Jueves de la semana que arribé a Macuelizo, el Cuartel lucia alegre, como más
amplio, aseado; las armas todas, bien cuida–
das, cartuchos, bombas y enseres del "MAGA– ZINE", (pequeño almacén de depósito donde éstos articulas se guardaban), ordenadamente dispuestos en sus correspondientes estanles; y el Comedor, la Cocina,· Dormitorio, Baños y
Servicios Sanitarios, convenientemente desin–
fectados y,. arreglados; el vesfuario y cajillas de los guardias, impresionaban por su pulcri– tud.
La alimentación para los guardias, de acuerdo con el "MENU DE LA SEMANA", pre– viamente escogida entre todos, para satisfacer el gusto de la mayoria, no sólo fue aumentada
con varios platos tipicos y mejorada en cali–
dad, sino que servida a horas reglamentarias.
Los Domingos y dias de fiesta nacional se ser–
viría un suculento ahnuerzo de gallina, con
postre de Sorbele y Cigarrillos.
Conviene anotar que la diaria asignación
de DIEZ CENTAVOS DE CaRDaBA para alimen–
tación de cada guardia, que ahora resultaría exígua, en aquel fiernpo bien perrnitía hacer
lodo éso y mucho más, ya que el precio de los
granos, verduras y bastimentas, al menos en el área segoviana, era sumamente bajo. Por
ejemplo: Una arroba de arroz costaba sola– mente CINCO CENTAVOS; una arroba de pa– pas, de las mejores, TRES CENTAVOS Y ME– DIO; un galón de leche pura y fresca, CINCO CENTAVOS; una docena de huevos, DOS CEN– TAVOS; una robusta gallina, lo más, DIEZ CEN– TAVOS; un ciento de plálanos, QUINCE CEN– TAVOS; un ciento de tortillas, de suficiente ra– ción y grosor, VEINTICINCO CENTAVOS; una arroba de café, CUARENTA CENTAVOS, y, un Cartón de diez cajetillas de Cigarrillos CHES– TERFIELD, CAMEL o LUCKY STRIKE, Selenla y Cinco Centavos de Córdoba.
Siguiendo la costumbre establecida por la Policia de los Puestos de Guardia segovianos, los SABADOS, dias de Inspección General,
cuarteles, annaS y dependencias estuvieron en Macuelizo, al Ulomen±o de efectuarse ésta,
bien aseadas y ordenadas Y, calles, avenidas y el frenle de cada casa de la población, ba– rridas y arregladas. Como que sólo asi el pue– blo ádquiria un aspecto de fiesta, pinloresco y agradable. Cada quien se esmeraba por asear y arreglar lo suyo en la mejor forma posible.
Si en el Cuartel el desorden y desaseo eran
severamente sancionados, también en el pue– blo, si las casas o predios presentaban idénti– co aspecto, sus dueños incurrían en una Multa
de Policia que el Comandante imponia por es– crito y que el Alcalde percibia, medianie reci– bo debidamente legalizado, para mejorar la sanidad de la población.
Cuando el esmerado aseo de alguna casa o predio se destacaba entre tantas otras, su dueño obtenia un Premio de CINCO CaRDaBAS o más, según el caso, cuyo entrega efectuaba
el rnismo Cornandante, una vez concluída la
inspección. Los encargados del aseo y ordena– mienlo del Cuartel y sus dependencias, por
una parte, así como cada guardia, por otra, de sus armas y equipo, también obtenían premio al term.inarse la respectiva inspección. Com.ún– mente, el Premio para los guardias consistía en el otorgamiento de algún privilegio, de una
RECOMENDACION PARA MEJORAR DE SERVI– CIO, o dinero en efectivo. En realidad lo que con todo lo expuesto siempre se logró, fue es– tablecer entre Guardias y Civiles una corriente de amistosa solidaridad, bastante firme y afec– tuosa.
Pese a que un Raso, por ejemplo, deven– gaba solamente un sueldo mensual de ~12.00,
un Cabo ~18.00, un Sargento Segundo ~30.00,
un Sargento Primero ~40.00, un Sargento de
-21-
This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »