Page 40 - lista_historica_magistrados

This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

el

qnilitari~m"

DE lA AMERICA LATINA

"Una nuova América latina emerge rápidamente" _ éste ha sido 01 mensaie de muchos soci61ogos hispano. americanos. El orden tradicional, bajo el cual una aristo– cracia terratoniente, una casta militar pretoriana y una je.

t'ú'rquia católica han monopolizado 01 poder, la riqueza, el

prestigio y la influencia, se derrumba. la sociedad se en· cuentra en UI1 estado de agitaci6n; la política se ha revo– lucionado; la Et1:onomra se ha sometido a una transforma.. ción fundamental; nuevas formas institucionales están Iransformando el ámbito social.

La oxtensión y la intensidad del cambio ontre los va.. rios países de la América Latina ha sido desigual. En un extremo está México cuyo "nuevo aspecto" impresiona a casi todos Jos observadores contemporáneos, mientras que su vecina Nicaragua todavía vive en el siglo diecinuove. A pesar de sus distintas identidades todos los Estados Ame– ricanos, sin embargo, han sentido los cambios fundamen" tales recientes en el ámbito mundial.

Le Primera Guerra Mundial marcó el principio del fin del viejo sistema bajo el cual le bien establecida organiza– ción económico-social latinoamericana estaba firmemente ligada al ordon estable del viejo mundo. Las resqueb,'a· duras en el n(tido sistema internacional do comercio y di– ¡'Iomacia producides por el conflicto de 1914·1918 se han

intensificado ¡por las subsiguientes crisis, tales como, la

El colapso de l. autoridad española al comienzo del

siglo XIX traio consigo una era de militarismo predator en la América Latina. los ie~es de los ejércitos rQvolu– cionarios que aseguraron la independencia y reclamaban el crédito por la creación y consolidación de las nuevas re– públicas emergioron como los nuevos gobernantes. Den– tro de cada nación, jefes locales -indisciplinados y ambi· ciosos_ luchaban por el poder supremo. La polrtica se convirli6 en 01 juguete de los militares. Por más do una gcnetación, república tras república estuvo sujeta a los ca· prichos de los oficiales pollticos que gobernaban pOI la es· llilda, pervertian la iusticia y pillaban el tesoro. Durante la primer. mitad del siglo XIX estos caudillos y sus segui– dores vivieron, salvo a'gunas excepciones, como parásitos de la sociedad que estaban supuestos ti proteger. . Una asunción corriente ha sido l. del que el milita·

rlsmo representaba la más burda forma de ex:plotaci6n clasista. Quién no se ha familiarizado con la historieta

~e c6n,0 la ti"ica oligarqula terrateniente provela del des. t,no do sus hijos: el primogénito heredaba le hacienda; el..brillanle segund6n se hacia sacerdote y el imbécil tercer 1111 0 se!lula la cnrrara militar. Sin embargo, nada puede

Gran Depresión, la Segunda Guarra Mundial y la Gueroa Fria. A esto debe agregarse el impacto ideológico del Socialismo, el Fascismo, el Comunismo y el Nuevo Trato, todos los cuales ha" ayudado a apresurar el derrumbe del

viejo orden.

El sentido de inseguridad resultante del colapso del sistema económico de tipo colonial por el que Latino Amé.. rica .cambiaba sus materias prhnas por productos manufac· turados estimularon la industrialización y la diversifica·

ción El cambio social llegó a ser un resultado accesol io del cambio económico, pues mientras el campesinado emi· graba a las fábricas y oficinas iba surgiendo una nueva

clase buroc"rática y un obrerismo organizado. Y en cuan–

to estos grupos crecieron y se hicieron conscientes de su creciente fuerza política, comenzaron a desplazar a los gru– pos tradicionales como clase gobernadora.

El modesto objeto de este articulo es tratar de arro· jar alguna luz sobre el pa,pel que ha desempeñado la caso ta militar en la metamorfosis socio-política de Latino Amé–

1 ica. El enfocamiento de las fuerzas armlldas es especial.

mente importante puesto que el) la meyorla de las Repú– blicas Intinoamericanas esta instituci6n clave ha sido -y

aun es- el árbitro de la politiea. Como tal, su voz tiCd

ne resonancia en los asuntos sociales asr como en los

económicos.

ostar más lejos de la verdad. Los herederos de las "lites propietarias no tenían incUnacíón alguna por la vida ruda de los cuarteles. Ni sentían gusto especial por arliesgar la vida en los vericuetos de la poUtica. Tales tareas fuc~

ron dadas a los inteligentes y ambiciosos hiios de la ines.. table y amorfa clase media. Para éstos, la carrera de las armas les proveía de oportunidades para traspasar IS.5 ar.. bitrarias restricciones del vieio orden social.

Las fuerzas armadas en el inicial periodo nacionalis– ta eran ~principalmente unas hordas de hombres armados cuya lealtad dependía del mejor oficial político de una de– terminada localidad. Había muy poco o ningún concepto de la carrera militar como profesi6n. Era más bien una

fOln18 violenta de obtener el poder y compartir la riqueza y el prestigio social de que gozaba la oligarquía. Los caudillos militares no fueron todos predatores ni igualmente malos. Un Ramón Castilla o un José Antonio Páez pueden aun considerarse progresistas si se les com– para con un Juan Manuel de Rosas o un Antonio López de Santa Ana. Empero, la fOI ma corriente del mando polí– tico hasta cerca de 1860 en la mayorla de las Repúblicas

-35-

Page 40 - lista_historica_magistrados

This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »