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!tsrlOS {,sa, ia cíel ia de Ociubre de 1931!, ai que ai fondo dei caií6n ie servia de pared ia bOrde de aquellos precipios, se pudo adnúrar, falda Nor Este de aquel cerro, permitiendo de con indescifrable em,:,ción, la da~za luminosa, ese modo que los grandes 6rboles nacidos so– l baile fantasmagónco que la virgen natura- bre ella, en la ladera que casi perpendicular-reza con el musgo móvil, colgante y fosfores- mente comenzaba a tomar altura al concluir ce nte , al comp6s del viento musicalizado de el cañón de la casa, con sus ramas y follaje, leS horas, bailaban ininterrumpidamente en- cubrieran a ésta completamente.

Ire los_ grandes y milenarios 6rboles de la Desde el aire ningún avión podía descu-tt'ontena. brir la casa, pero desde sus corredores, estra-A la mañana siguiente, cuando desayu- tégicamente situados dando frente al escaTn– nábamós, vino hacia nosotros un Guardia con pado que la Guardia usó para penetrar a ella, la novedad de que unos cien pasos de donde podía admirarse el imponente panorama de nOS hall6bamos, había descubierio un salien- las montañas de Jinotega.

le de la meseta que, por una distancia sobre Explorando con mayor detenimiento el te– elsbismo, a 10 sumo de un metro, unía a éste rreno de las "champas', a las que también cu– con otro de la mole que el día antes se había bría una tupida arboleda, se encontraron so– escaladO. bre la ya pronunciada altura de aquel monte, Reconocido el sitio y considerada la fac- un bien instalado trapiche y un horno de pa– libilidad de avance en tal dirección, saltean- naderia, todavía calientes sus fuegos, el pri– do sobre el abismo, proseguimos la marcha, mero con melaza y el otro impecable.tnente luego de concluir el desayuno. A poco an- aseado. Muy cerca, un crique de agua pura dar sobre un olvidado sendero, la avanzadi- y cristalina que, por medio de canales, de c6s– lis encontró, recostado en la laciera de Ilua- caras de tallos de chagüite transportaba el lí– ve inclinación, un bien cuidado chagüite, y quido elemento a unos barriles de zinc y dos dentro de él, camino amplio, limpio y trillado piletas de piedra empotrados en el suelo, co– que muy pronto nos condujo hasta un escem- mo el horno de la panadería.

psdo hecho por seres humanos, como de unos Al rebasar la conformación del cerro y

300 metros de longitud, cielo despejado, sol siempre marchando sobre caminitos limpios y brillante, a cuyo final se veía una casa grande trillados, ya en dirección Sur Este, todos aque– de corredores y fuertes horcones rollizos de llos trabajos de positiva envergadura hechos pino, con techo de tejas de esa misma madera. por los sandinistas se suspendían intencional-Avisado el Comandante de la novedad, ·mente para entrar bajo el cortinaje de una y rápidamente dispuesto el avance y protec- arboleda no =uy alta, en ascensión direcia ci6n debidos, en forma escalonada, la avan- hacia la ci=a. Diez =inutos de =archa y zadilla ocupó aquella casa en la que se encon- aquel paraguas de so=bra desapareció para trarc;m dos sillas grandes de rústica confección, dar lugar a un claro natural, cubierio de pie– de las común=ente llamadas "polironas", una dras diversas, corno de cien metros de longi– mesa enclenque por el uso constante a que tud al ter=inar los cuales un gigantesco ár– había de haber estado so=etida y cantidad de bol seco y rectilíneo de co=o 30 =etros de ele–

utensilios caseros tales corno ollas, Hnajas y vaci6n poseía, así, a prilner vistazo, una copa

cazuelas de barro, así co=o unos tantos pero- muy curiosa de hojas y rBlTIas secas que, de– les de aluminio y bronce y sarienes cuadrados tenidamente examinada, no era más que la y cantimploras de los que usaba la Marina y disi=ulada cubieria de una caseta de observa– la Guardia para preparar sus alimentos. ción o puesto de centinelas.

Mientras efectuaba el debido reconocimiento, Apenas detenida la =archa al borde del el resto de la avanzadilla con el Teniente Gu- claro, mientras se percataba de cualquier =0– tiérrez procedió a examinar los alrededores. vimiento sospechoso en la caseta, a la que Los inmediatos infor=es que nos fueron bien se veía poder ascender gracias a los es– dados confirmaron que allí era cabahnente el calones tallados en su tronco, la avanzadilla, Cllmpamento sandinista "Luz y Sombra" y que con cautela inició su =archa hacia el árbol. aquellas dos sillas y =esa, los r¡lúebles don- De pronto, por la espalda fué atacada por dis– de Blanca Aráuz de Sandino y éste sentában- paros hechos desde dos lo=as circunvecinas aa a descansar o planear operaciones. de =enor altura que, con sangraderas al =e-Al occidente de la casa, a unos 50 metros, dio, cubiertas éstas a manera de puentes de lu,eron encontradas unas 80 "champas" o ca- largos, y rollizos árboles talados pendientes

lilas rústicas formadas de varas rollizas y te- sobre el abis=o, no permitían el paso ha–

cho de hojas de chagüite, cada una con dos ciaellas.. "tapescos" de varas, para dormir en ellos. Una parie de la avanzadilla volteándose, TOdo parecía indicar que aquella mañana, inmediatamente abrió sus fuegos contra los ptecipitadBlTIente, se había desocupado el lu- atacantes, no así la otra que presurosa=ente gar, pues aún ardían varios fuegos de las corrió ~ posesionarse de la cúspide sin mayo– :;ocinas tanto de la casa grande como de las res tropiezos, hasta alcanzar el árbol. Luego champas". de haberse colocado en muy buenos sitios cua-La casa de los patrones, por así decirlo, tro O cinco bombas con los lanza-bo=bas y

~Io tenía dos paredes o rejonadas de tablas notar que los atacantes no contestaban, man– l\\slicaa de pino, a ambos lados de ella, pues dose suspender el fuego. Para entonces,

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