Page 96 - lista_historica_magistrados

This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

UN VENCIDO DE LA CUESTA, "en arfículos de po–

lítica casera"

VIEJO ESTUDIANTE, que "lo empleó en sus últi–

mOS años en adículos de invesligación o de correc–

ción idiomática" (Véase ENRIQUE GUZMAN -HUE– LLAS DE SU PENSAMIENTO- Edición Cenfenaria,

1843-1943 Granada, Nicaragua, C. A -p VIII- Es-

fe volumen fue editado por Don Pedro Joaquín Cua– dra Chamarra)

Fue la época de Don Enrique la de mayor flore– cinliento del seudónimo en Nicaragua Bajo su in–

flujo, varios escrifores nacionales adquirieron la cos– tumbre En nuestros días, su uso es poco corriente, aunque algunos escritores persisten en emplearlo.

2

NADIE, que sepumos, ha escrito larga y seris_

manie sobre los seudónimos en Nicaragua, y esio, a pesar de que el fema es muy interesante pma el es– tudio de la historia de nuestra literatura

No exisíe, pues, bibliografía alguna sobre la ma–

teria Lo poco que hemos podido enconfrar en nues–

iras investigaciones sable el particular, es la referen–

cia, en una gacetilla de EL DIARIO NICARAGOENSE

del 12 de febrero de 1891, a un adículo por don Ma–

nuel Higuera de Aguilar, publicado en EL HERALDO. de San Salvador

Esa gaaefilla reproduce la parte del ariículo que lrascribirnos a continuación:

..Pero, del mi5n"\o modo que el oro y el amor no pueden estar ocultos, así los que han empleado el pseudónimo con el inlerés mas o Inenos verdadero de ocultarse a la gloria, no han podido conseguirlo,

y hasía los niños de pecho saben que Fígaro es La– rra¡ Jorge, Carmen Silva, la Reina de Rum.anía; Fernán Caballero, Bohls¡ Edda. la colombiana, Rafael POlllbo/ Clarín, Leopoldo Alasl y Miguel de la Esca– lada, el gran filólogo Balvuena (sic); de modo que la modestia resul±a un tanio inmodesfa, y ,el oculta– miento no muy oculto, quizá por algo de falfa de vo– luntad de los que quisieron oculfars8"

No fue por inmodestia, ni por falta de voluntad que se descifró el misterio, sino que los escritores mencionados lograron llega" al público, el que los quiso con.ocer~

y en EL COMERCIO del Domingo 22 de sepfiem– bre de 1918, aparece el siguienfe artículo firmado pOI LAZARa NAVAIMA, que era el anagrama del ameno escrilor don MARIANO ZAVALA, aufor de HO– JAS DISPERSAS (Poemas) -Tipografía Progreso– Managua, 1920, que dice así:

EL PSEUDONIMO

Ocul±ar el nombre bajo el pseudónimo cuando se escribe, unas veces es modes±ía, y otras es descon– fianza del propio valer Hay almas tímidas, que

~man el arie por el arie y atraídas por su luz no les lmporla que sus nombres queden en la sombra cuan– do han logrado bañar su pensamiento en el éter de la publicidad

¿Y qué es el propio nombre que no es propiedad oxclusiva de uno, puesto que lo puede Hevar cual– quiera? El que estas líneas escribe tiene en España un homónimo, escrifor de gran fan"la, que esparce su talento en revisfas y libros

El pseudónimo es el nombre de nuestra propia elección que hemos encontrado en la torre de marfil de l1ues!ros ensueños cuando, como el Caballero de la Mancha, soñamos con empresas inmortales y bus– camos: un nOInbre relucienie y sonoro que suslliuya al OScuro nombre que hemos llevado Don Alonso Quijano el Bueno, cuando proyeció llenar el mundo hon

sus hazañas porientosas, cambió su modesto nOln-re por el que a él le pareció alfisonanie y lleno de a.rmonía de Don Quijote de La Mancha

. En UaEa, el primer escritor de aquella tierra, ha Jmpuesto al mundo el nombre de su propia elección, y nadie nombra ya al aufor de "El Fuego" con el vulgarisimo de Gaetano Rapaguela que recibiera de sus padres, sino con el vibranfe y lleno de esplen– dor de Gabriel D'Annnuncio

Máximo Gorky, pseudónimo fras el que se ocul~

ta el gran novelista ruso, ~s otro que ha hecho olvi– dar su propio nombre

En el s~glo XIX dos mujeres dejaron hondas hue– las en las literaturas de sus respectivas patrias y am_ bas han pasado a l~ posteridad bajo pseudónimos que usaron. Estas ins1gnes escritoras, guiadas sin du–

~a por aquel consejo, que para sublimizar la nlodes– ha de don Severo Catalina, al más hermoso de los sexos en su libro "La Mujer": "Si tienes talento es– cóndete, y si no 10 Henes, escóndete", siempre ~cul­

taron la llama del ingenio tras el velo de pseudóni– mo Doña Catalina Bohls de Fáber, una de ellas, dio en España una nueva orientación a la novela con la prc:lucci6n de obras magistrales que mantuvieron du– raníe largos años la curiosidad en los espíriius sin poder encontrar quien era el luminoso ingenio que se oculfaba bajo el supuesto nombre de Fernán Caba– llero, hasta que al lin se descubrió el incógnito Aurora Dupín de Dudevaní, aquella mujer de ca– rácter varonil que paseaba por las calles de París vestida de varón con un habano eníre los labios, le tom6 a ~u am.anie, Julio Sandeau, la primera letra de su nombre y las cuafro primeras de su apellido y form6 el celebérrimo pseudónimo de JorQe Sand con que universalmento es conocida la genIal escritora francesa

Don Mariano José de Larra hizo popularísimo el pseudónimo de Fígaro¡ don Modesfo Lafuenfe y Al~

cántara, el de Fray Gerundio, don Leopoldo Alas, el de Clarín; el colombiano don Juan de Dios Restrepo, el de Emiro Plastas, el antillano don Emilio Bobadi– lla. el de Fray Candil, el Q'uafemalieco don José Milla y Vidaurre, el de Salome Jil, y el ecuatoriano don José Antonio Campos, el de Jack ihe Ripper. En Nicaragua ha sido muy usual el pseud6ninlo. Don Entique Guzmán, el más salado de los escrito– res nicaragüenses, cosi siempre se ocultó tras el pseu– d6nimo: unas veces se firmaba el Moro Muza, arras

Anión Colorado, airas Persius El docior Manuel Co– ronel Matus ponía algunas veces al pie de sus sa– bias y amenas lucubraciones, El Bachiller Sansón Ca– rrasco o L S Marrnoniel/ don Leopoldo Rocha usó los pseudónimos de Ostrogoff y El Capifán Veneno Entre los escritores actuales que usan o han usa– do pseudónimos están: el general Isidro Uriecho (San– fel) I el docior Pedro González 1José Ola 1, don Fran– cisco Huezo( San Privato y Un Bachiller de OgañoJ, don Salvador Calderón RaInÍrez «El Duque de Her– mile y Fray José Pau!); el docior Mariano Barreta (Emilio); el docior Santiago Argüello (Juan José y Segismundo)

¡ don Arluro Elizondo 10toniel Ruzar– do), don Adolfo Vivas (Fray José) ¡ el doctor Geróni_ mo Ramírez 1Zerrnira I , don José María Gutiérrez (Melitón), el dociar Carlos Cuadra Pasos (Valeniín Palos Ralos)

¡ y el auior de estas líneas el anagrama

de

LAZllRO NllVlllMA

No es completa, ni se esperaba que lo fuera, la lista de los seudónimos nicaragüenses de LAZARO

-3-

Page 96 - lista_historica_magistrados

This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »