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Las naciones y ciudades generalmente se colocan en 3 clasesl 1'. 2', 3'.

En la organización moderna de los ejérci:tos, el 3 hace figura: 3 pelotones en el escuadrón de caballe– ría y en la compañía dE:? infantería, 3 divisiones: van– guardia, cenfl"o y reiaguardia, 3 annas: infantería, caballería y artillería

En el juego de dados, los treses en pareja son de mucha fortuna, principalmente si se echan 3 veces de seguida

Para. 105 fondisias tienen mucho valor: los 3 Ham– pos: almuerzo, comida y cena

Pero seria cosa de nunca acabar decir iodo en lo que entra el 3 COlT\O J?Brle infegl ame Para llenar ésto cumplidanlente habna que escribir un volumen. co– menzando por decir que nos santiguamos en la fren– te, la. boca y en los pechos, 3 parles distintas, y con– cluyendo con que no sabemos qué somos, de dónde venimos y cuál es nuestro destino, 3 cosas también diferentes

EL 3 entra en todo y se planta finue como las tres paias d& un banco, las tres piernas de un trípode y

los tres emperadores del Norte

No hay modo de prescindir del 3, pero si de los ":treses'" aparto yo éstos y voy a ocupanne, como quien no dice nada, de ires bichos, de ires calamida– des, de ires plagas sociales

Quiero hablar de ires cosas, porque no son ni pueden ser personas: el chismoso, el adulador y el es– pía

La persona es un ente que perlenece a sí mismo, pues es dueño de su voluntad, señor de sus acciones

La cosa es algo así como el iloia, el paria, el esclavo, el siervo del terruño o de la gleba, el insirumento de ajena voluntad. ya sea personal o material

Como cualquiera comprenderá, la diferencia en–

fre persona y cosa es tangible No hay ni puede haber aqui equivocación.

No faltará quien piense que hay sustanciales di– ferencias entre el chismoso, el adulador y el espía, pero yo fengo para mí que no las hay, porque son tres personas dlsfinfas y un sinvergüenza verdadero

Cada uno de esos h es tiene su fisonomía I?arlicu– lar, pero en el fondo se encuentra un mismo sUJeto: el miserable

Chismoso, adulador y espía ::;on fres disfraces que según las circunstancias ioma el enie desgradado al dejar de ser "persona" para convertirse en cosa

Es claro que en él fondo no hay diferencia, pero es evidente que existen en la superficie

~Cuá1es son los delineamientos que caracterizan la fisonomía de cada uno de esios 3 tipos sociales, tan repugnantes, como odiosos y despreciables?

Parece dificil señalarlos, porque no hay entre los tipos líneas divisorias perceptibles al común de las genfesl sin embargo, un observador constante e im– parcial de todas las miserias humanas, díjome al oído:

-Yo diré a usted iodo lo que sucede.

-¿Pero qué sucede- dije al experimentado e im-previsto interlocutor ¿Cómo andan las cosas?

-Pues las cosas andan metiendo mucho ruido aunque no haya ningún motivo para ello. Las cosas son muy ruidosas, tienen ITIuchas campanillas y las agitan sin piedad ni misericordia.

-Está bien, respondí, pero veamos cómo -Corriente, díjome el desconocido, estoy a Su

disposición

-Habla que ya ie escucho Chi6moso, aduladOr

y espía son 10 mismo

-El chismoso es un ellte infeliz que para darse impodancia pesca aquí y allá una frase que provoca una explicación cu~d~,la refiere en la casa del veci_ no. Toma esa explicacl0n como una arma nUeva. Se

apodera de ella, y va donde el otro a ver qué dice' Si

permanece impasible, se exaspera y dice algo Pun–

zante que provoca una exclamación Eso le hasfa se

apodera de una frase, lo. lleva al otro y produce {¡na escisión cornplefa entre los individuos y la sociedad Se conoce este tipo, porque entra en todas parles, pe– neira en los aposenios, habla. de los asuntos de fami_ lia como si estuviera inmediatamente interesado co– noce los más insignificantes detalles; todo 10 arr~gla

todo pasa en familia, y poco después se encuenfr~

uno con que fado el mundo sabe 10 que ha pasado en

su casa, en su aposento

Algunos designan a este tipo con oiros nombres le llaman "hablador, cuestisto, lengua larga"

Este es el chi~moso por puro gusto, por entrete_ nimienio, por afición, por gozar bien de sus defedos de su diab61ica conducta, pues tiene la habilidad d~

quedar bien con aquellos misInos a quienes indispo– ne, pero hay otra clase más desgradada todavía, que hace lo mismo, aunque no solamente por gusto, sino por "ponerse" bien, "poniendo mal" a otros.

Los individuos de esta clase aparentan ser muy

patriotas, muy desinteresados, muy celosos por la con. servación del orden y de la paz pública Esa es la táctica que émplean para atacar a sus enemigos, para recomendarse ante el gobernante o para suscitar a

éste dificuliades, malquisiándole, a Veces, con sus me·

jores amigos

La primera víctima de esios bichos es el gober– nante, porque sufre sus nnperlinencias, oyendo nece– dades contra sus mejores servidores o amigos, y des– pués tiene que excusarse o que acceder a peticiones descabelladas de esos mismos que creen haber pres– tado un servicio y piden su recompensa.

Desgraciado el gobernante qu~ presta atención al chismoso Inconscientemente se convierte en ins– trumento suyo, 10 lleva de aquí para allá, lo hace re. celoso, le aisla, y a la larga, le hunde

Pero si el gobernante es ladino, pone al chismo– so orejas de mercader, le oye como se oye llover, y si trata de indisponerle con sus excelentes servidores, delefando faltas reales o supuestas, le dice en buenos términos, que aplaude su celo por la buena. marcha de la adminisiración, que estima altamente sus infor– mes, pero que siendo grave el asunto, pues se iropu· tan falias a un empleado, a fin de que se le remueva, 10 natural, lógico y legal es acusarle y demostrar que

10 que se dice es la verdad.

y el gobernanfe que proceda así, hará muy bien y pondrá al chismoso en cintura, obligándolo a de– clararse embustero, o a probar su patriotismo y ente– reza, de1afando en fonna a los empleados que fallan a sus deberes Eso sería magnífico y pondría coto a

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los chismes y enredos de gentes cobardes y, mengua– das, que tiran la piedra y esconden la mano

Rayano del chismoso es el adulador. dis.:tinfo, cieriamente, pero poco diferente¡ porque en el fondo se encuentra el mlsmo bicho social, aunque con oira fisonomía

El adulador es un falsificador de cua1idadesl ha· 11a sabiduría en le ignorancia. virhid en los vicios,

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