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A CABALLO

Los caballos de los C?nquis-tadores al ded,carse estos a

las tareas de la Colonización

se convirtieron en bestias de carga Los animosos ca–

ballos órabes, compactos, ligeros y briosos·, bien dis– puestos y de excelente empaque desde California a la

Argentina han dejado su gloriosa descendencia en

las pampas del Sur y en los llanos chontoleños de Ni–

caragua

Aquellos primitivos caballos se lanzaron a correr por los campos Y a "eproducirse hasta lIe~ar a volver–

se salvajes Despues, las bestIas que habIGn ayudado

a la Conquista tuvieron que ser conquistados de nue–

vo Como todos los viajes en Nicaragua se hacian a

caballa, se tomó gran cuidado en amansarlos y en–

trenarlos para bestias de silla y se les enseñó una ró– pida y fácil andadura el"paso trote"

Además del

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paso trote" se les enseñó el

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paso

llano" que es uno muy rápido yola vez tan suave

que se puede lIevor un vaso de agua en la mano sin derramar una gota, y el "paso cortante" en la que el

caballo levanta la mano y el pie de cada lado simul–

táneamente, produciendo un rápido movimiento de

balanceo

Al introducirse los burros al pais, en la promis– cuidad de los campos, con el cruce de aquellos con

las yeguas, nacieron esos animales híbridos que son

el macho y la mula Estos resultaron ideales para ser usados como bestias de carga fuertes, ágiles y de

buena estampa

El negocio de mulas de Nicaragua fue en siglos pasados uno de los más florecientes Abundan los do-

cumentos coloniales sobre las salidas de mulas para Panamá y el Perú en cantidades que asombrarían a

los plOductores actuales de equinos

Se llevaban Jos mulas de

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arreada" con uno

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n10drina" una yegua blanca que iba o la cabeza

del lote y a la que seguían aquellas Cuando en el

curso del viaje a Panamá para ser embarcadas para

el Perú, o más recientemente, para ser vendidas a la

United Fruit para los bananales de Costa Rica, se em–

potreraban para que descansaran A la mañana si–

gL/iente se encontraban todas en el potrero, rodeando

a su "madrina" y efO mucho más fácil la "recogido"

para la continuación del viaje

Tanto las mulas de Rivas como las de Chonta– les y Nandaime eran las más apreciódas y alcanzaban

precios que ahora se considerarían fabulosos

Rancias familias nicoraguenses tienen como base

de su hidalguía el negocio de mulos al que se dedica–

ba el progenitor de la estirpe

La novela nicaragüense espera que la pluma feliz del novelista criollo lleve a sus páginas la vida legen– daria de un gran comerciante en mulas y ganado que

se llamó José Miguel Usogo

Los comerciantes de Centroamérica usaban las mufas como medio de rápido transporte La llegada

de las recuas -una recua consistía en una partida

de 50 mulos- era un acontecimiento de importan–

cia

Tomás Gage cuenta la llegada de seis recuas

-trescientas mu/as- a G/anado, todas cargadas de

añil, de cueros y de pieles

Los muleros, como los con eteros, oertenecían o

un gremio inorgánico de trabajadores del transporte Hombres fornidos y rudos, soeces en su lengL/aje, de

alma primitiva y salvaje, tenían, sin embargo, impre· sos en su espíritu los cláusulas de un código no es–

, crito de conducta

Honrados a corta cabal, eran incooaces de sa–

quea, la mercadería a ellos confiado y, ·como los ca·

rreteros, ponían en peligro sus vidas en defensa de

los valores a su cargo