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OBJETIVOS DE -UNA NUEVA

ANGEL NAVARRO DESDON POllTICA ECONOMICA

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La Política Económica, como parte de la actividad poJífico-administrativa del Estado, consiste en un con– junto de medidas que influyen sobre la actividad

~conómica, directamente a través de los organismos que constituyen el sector público, e indirectamente regulando las condiciones en que se desenvuelven los planes económicos del sector privado de la Economía Nacional

Siendo por definición una misión eminentemen– te estatal, la responsabilidad por su formulación y eje– cución compete a la autoridad pública, y política– mente hablando, a las personas privadas, y especial– mente a padidos políticos claramente opositores, co– rresponde únicamente enjuiciarlos, sin corresponsabi– \izarse por sus éxitos o sus fracasos

Concurriendo en nosotros esta doble circunstan– cia, parecería impropio y extemporáneo ocuparse de establecer objetivos de política económica, sino fuera como sugerencia o asesoramiento, posición que ni se nos ha solicitado, ni queremos atribuirnos

Debe distinguirse, sin embargo, dos grandes as– pecios de la política económica como objeto de espe_ culación académica y manifestación de opiniones per– sonales o profesionales La Polífica Económica a corto plazo, acción puramente estatal sobre la actividad económica cotidiana, en un marco institucional y es– truciural dados, cuya variación no se contempla como objetivo Así por eje:mplo, la regulación monetaria de los tipos de interes, las manipulaciones de los tipos de cambio, las medidas de política fiscal en la mayoría de los casos, la política arancelaria y comercial, etc,

5e plantean dentro de un marco presente en la esh uc– lUla económica, y su finalidad inmediata es la de im– pulsar o compensar o inducir, ritmos determinados en la actividad económica actual La política económica, concebida en este aspecto, está sujeta desde luego al juicio de la opinión pública, en cuanto a su consis–

!~ncia, oportunidad y adecuación a los fines declara– dos, juicios de carácter técnico no sobre la validez social, ética o moral, de los mismos, sino en su con– gruencia y compatibilidad interna

El objeto del presente estudio no es el de evaluar la polillca económica actual, desde este punto de vis–

to. de sus efectos inmediatos, ni formular sus fines Existe por otra parte un sentido en que la polífica económica se refiere precisamente al marco estructu– ral e institucional como fador explicativo de una si– tuación económica al proyectarse de manera perma– nente sobre la adividad económica de períodos de mayor duración, y que precisamente por ser parte de

la constítución económica no se modifican con rapi– dez, o tienden a perpetuarse por efedo de causaciones

recíprocas en sus elementos componentes Es eviden– te entonces, que en este caso corresponde a la socie· dad en general por medio de sus instrumentos natu– rales de acción, influir sobre condiciones en la estruc– tura económica, en la medida operan delfavorable– mente en el bienestar general o el Bien Común de la Nación.

Esto es lo que modernamente se denomina como política de desarrollo, fomento o crecimiento econó– micos o política de integración más propiamente, cuando abarca la generalidad de los problemas socio– económicos Tal relación entre niveles de desarrollo y condiciones estructurales, ha sido explícitamente re– conocida en el análisis económico, e implícitamente en los estudios y programas de organismos tan cali– ficados como la Comisión Económica para América Latina

En este segundo aspecto, el planteamiento gene– ral de una política de desarrollo económico es una labor de responsabilidad intelectual y profesional, por cuanto ello implica objetivos que solo pueden reali– zarse en la medida que formen parte de una cons– ciencia colectiva y se acepten voluntariamente por la comunidad Es propio por tanto, que los partidos po– líticos, en cuanto instrumentos democráficos de sec– tores de opinión pública, formulen como parte inte– gral de sus principios, pautas de política económica y serias históricamente responsables ante las generacio– nes futuras por las consecuencias negativas o positi– vas

Si en este momento se tratara de hacer una crítica política, no se faltaría a la justicia, si se afirma que en Nicaragua se ha hecho :muy poca política económica, en el sentido específico que venimos dando a esta ex– presión No podrá negarse que hubo intentos de pro– gramas de inversión pública proyectados por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento en el año de 1950, y que se realizaron eficazmente con la coo– peración y sin duda bajo la presión, de dicho orga– nismo Pero no es menos cierto que la misión del Banco planteó la necesidad de modificar graves debi– lidades estructurales de la economía niC81 agüense, que quedaron en aquel informe que ya casi se ha ol– vidado Mas importante aún es el hecho, que la más grave de las debilidades estructurales en la inestabi– lidad política, que afecta negativamente al desarrollo económico porque demanda desproporcionada aten– ción de los gobiernos hacia 10 accidental y puramen– te polífico, y ha requerido la dedicación de gran parte de recursos nacionales hacia una tarea tan poco pro– ductiva, socialmente, como el sostenimiento del poder. No es caprichoso mencionar esta circunstancia, en un

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