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« Previous Page Table of Contents Next Page »dido S M absoluia libedad de dClechos de inhoducción en España del diuoro y frutos que le10rne su expedición - Dios guarde a U S muchos años, Aranjuez 28
de Marzo de 1796 - Guardoqui - Se– ñor Gobernador Intendente de Nicara– gua"
"Para que don Juan Zavala pueda de_ dicfn se sin distracción a su proyecto de establecer su comercio con la Metrópoli por el Puerto y Río de San Juan de Ni– caragua, y hacer su expedición de ensa– yo, se ha servido el Rey concediendo a su instancia dispensarle el servicio de mi– licias y de cualquier empleo ya sea de Justicia Consular u oho público: con es– te motivo ha mands.do S M se repita el encargo que por Real orden de 26 de Febrero de 96, se hizo a U S para que protegiese a Zavala en esia empresa, y que U S 'Promueva también por su p81 te con los mecHas que le diefe su celo la na_ vegación de dicho Río, dando cuenta anuahnente de lo que por sus ploviden– cias se adelantase en este asunio, que ha merecido a S. M. particular atención De su Real orden lo participo a U ,$ pa– ra su cumplimiento - Dios guarde a U S. muchos años. - Aranjuez, 12 de Mayo de 1798. - Saavedra - Señor Gobernador Intendente de Nicaragua"
(De El Mentol Nicalagüense N' 1 del Sábado 6 de Noviemble de 1841, a CaIgO de FlutO Chamollo)
No pudo el señor Zavala, sin embalYo, Ver el triunfo de sus esfuerzos pues a los POCO!! años de
comenzar sus trabajos mUl ió El Lic ,Juan José Za– vala fue hermano del Mariscal José Víefor Zavala, de Guatemala, héroe militar de nuestra Guerra Na– cional y candidato a la Plesidencia de aquel país, y de don Perfecto Zavala, padre del Genelal don Joaquín Zavala, Presidente de la República de Ni– caragua
En la "GALERIA - A mis discípulos" dice el Lic don Jerónimo Pélez:
Aquí veis al hombre bajo n.uchos a.speefos, reverso del Ledo Rosales, y por :Ianto su nval po– deroso en la política y en el foro E?io era JUAN J. ZAVALA. Fijaos en él ¡Qué presenCIa :Ian helmosa! ¡Cuánta majestad en su figula, en su andar, en sus lnovimientos, y sobre :Iodo en su palabra!
Cuando le conocí, la edad un poco avanzada, había Inedia encanecido su hmmosa cabeza, y al– guna enfermedad había tnalchitado su fisonomía pero siern.pl e esbello y elegante, de manera que .8 1
verle, cualquiera adivinaba que era un P7rsona)e ¿Quién, oyéndole hablar con :Ianta graCIa como fluidez, con tanta claridad como cultura, no queda– ba pendiente de SlUS labios'?
Nació en Sevilla el año 97 del pasado siglo, SUB
padres Juan Zavala y Joaquina Uscola, viscaínos, sa– lieron de la Península pocos meses después del na– cimiento de su hijo y vinieron a Nicara.9;ua en ~i,:-es
del siguiente año. En Granada aprendlo gramahca latina y a conti~uaci?n fu~ ~andado ~ Guatema~a
donde e:'1iudió bloiOObe>, y junsprUo.enQla, eGonomIa
política, re1órica, hisioria sagrada y plOfana, y aÚn adquÍlió conocimientos en otros idiomas En aque_ lla capital COlonó su Céln era con dispensa de edad pero con :Iono lucimiento de su saber e inteligencia' que le hicieron un lugar muy distinguido, lo mism~
en la Corté, que en la Universidad
De allá legresó a Nicaragua, su pairia adoptiva, que gemía al vaivén de los partidos en que por des. gracia se dividió el lepublicano que proclamó la Independencia El joven Zavala perteneció siempre al modelado, tanto más que su farnilia fue víctima del liberal rojo, declarado enemigo de la propiedad
A pesar de tanta ciencia y de tantos dotes figu– ró muy poco en el teatro político, y nada dejó escri. to, que revele su inteligencia a la posteridad, nunca quiso servir un Minislerio, fue diputado a uno o dos congresos, y desempeñó algunas comisiones en el interi01 como la que cel ebró el hatada con los ingle. ses, entregándoles en depósito el puerto de San Juan del Norie, y la que traió, pero no 81reg16, la cuesHón de lÍlni1es con Costa Rica .
PelO, su ninguna ambición, no le eximía de los padecimienJos y de los conflicfos en que los libera– les colocaban a los conservadores Zavala, natural– mente, era el mentor de éstos, y así descargaban sobre él los layas de aquellos Goyena le tuvo en capilla, los asesinos del ,Jefe Zepeda en León le lle– varon a una cárcel, y allí le obligaron a redactar la proclama con que dieron cuenta al pueblo nicara– güense, y después fue preso y desterrado por el Go– bierno de Pérez, en 1844
Era intoleranle por carácfer, y en vano proculó el mismo reprimirse esie defecfo que le ahajo mu– chas odiosidades, y no pocas pesadun.bles, la chis– pa de su inteligencia y la facilidad de expresión, le hadan lanzar sátiras punzantes, y dichos sorpren. denles con que abl umaba o sorprendía a la sociedad que le escuchaba El Padre Salís y el Dr. Ramírez (1/[arianol tuvieron una confelencia en León con ún comisionado franéés, y preguntado éste qué pensa– ba de ellos, respondió que Ramlrez era un loco, que el Padre sabría lnucho, pero que no adivinaba en cuál ciencia, y que Zavala podía lucir en cualquier corte de Europa, sólo que ela muy rrtalcriado
Cuando trataba la cuestión de límites antedicha, el Ministro Escalante, de Costa Rica, sumamente va– 'nidoso, habló en cierta ocasión de· que la tierra se movía en torno del sol, que estaba fijo en su cenho, y como interpelase a don Juan, le contestó, "Pues qué dla tierra se mueve~ Esto no lo sabíamos en Nicaragua" El colega Pineela le dijo en voz baja: "Conténgase, don Juan' ' ', quien, ya alrepentido le lospondió: "El pizón me compondrá!"
En una divOlsión muy concullina de gente no– table pasaba un grupo de jóvenes bachilleres, y por molesta! a uno dijo: "Van allí 40 bachiburros" Juan Lugo, talentoso de poco juicio, le contestó: "Don Juan, observe que aquí voy yo" "No le había visto,
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Don José Lejarza, que ela bizco de nachnienio, en una concurrencia le dijo que no era lnás que un vis– caíno, aludiendo a su origen. "Y tú, un bisco indio", y como todos se riesen, Lejarza ces6 de importunar– le
La superioridad de Zavala, su genio e intoleran– cia, le hacían aparecer orgulloso, soberbio, y hasta de mal corazón, pela en realidad la presencia de aquel homhle levelaba la belleza del alma.
Su honladez y su hUlnildad eran extremas: des– de que las revoluciones concluyeron el capital de
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