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progreso moderno y es imposible el triunfo de la opi– nión pública".

El sacerdote que en el templo o en un documento oficial censura como irreligioso algún acuerdo de los poderes constituidos, no contraría la ley ni su libre ejercicio: lo que hace es calificarla, facultad que Hene como cualquier funcionario, a quien nadie puede pro– hibir que demuestre la inconstitucionalidad o incon– veniencia de una ley. Si por efecto de esas califica– ciones alguien se niega a cumplirla antes que la revo– que el poder que la emitió, ese que la infringe, ese que directamente la contraría o impide con hechos su cumplimiento, es el que merece la pena, pero no el eclesiástico o el funcionario que la censura, porque,

como ha dic~o el señC?r Lastarria en el fragmento pri. meramente Inserto, solo se consideran como delitos aquellos actos que el hombre ejecuta en el orden su vida material, mas no en el intelectual y moral, en

q';l~ su iniciativa nunca es dañosa y sí puede ser be. nehca

Pasó el tiempo en que el poder tasaba a su arbi. trio las opiniones, las creencias, los actos y aun las concepciones del hombre Libertad en las institucio. nes, lIbertad en las leyes y completo goce de los de. rechos individuales, esa es la síntesis de la ciencia po. lítica moderna

León, julio 5 de 1879.

1879

DOCTOR MODESTO BARRIOS

1849-1926

Nació el doctor Modesto Barrios en León a 13 de Diciembre de 1849. Fueron sus padres don José Eleodoro Bardos y doña Pa>: Dávila Mendiola. Hi>:o sus primeros estudios en las escuelas de la ciudad,

y los profesionales, en la Universidad le,9nesa bajo la atinada docencia de lum.breras de su época. ta– les com.o , Máximo Jere>:, Hermenegildo Zepeda, Ba– silio y Sebastián Salinas. Su precoz inteligencia le permitió alcan>:ar la toga de Abogado a la edad de veinte años

Su justa fama de joven de talento y los estimu– lantes elogios de sus maesfros, hicieron que Don Vi– cente Ouadra, Presidente de la República, "debien– do nombrar pelsona competente y de confian>:a" para el cargo de Secretario de la Comandancia Ge_ neral, cargo que habia sido vacado por el Teniente Coronel don Ascensión Pa>: Rivas al ser electo Dipu– :lado, nombrara al joven Docior Barrios Bajo la égi– da del Presidente Ouadra inició, pues, el Docior Barrios su larga carrera política al servicio de la República

La vasta ilus:lración del Docior Barrios le permi. fió ejercer cargos y desempeñar misiones de las más

variadas. Al sel VICiO de los Gobiel nos de los Trein– ta Años representó al país en diversas misiones di– plomáticas en las que el éxito coronaba siempre sus esfuer>:os y habilidad inteligente.

Ejerció su profesión de abogado y fue también Juez probo y justo. Dominó como ninguno la Juris– prudencia y fue Codificador y creador de Leyes que aun están en sano vigor Fue también. sobre todo, orador. "Modesto Barriosl Tu eres el verbo de la Raza" dijo de él Samuel Meza en verso que conlO epígrafe cita el doctor Julio Linares, su yerno y bió– grafo

El trabajo que publicanlOs en esta Antología del Pensamiento Nicaragüense. nos m.uesila la fuer– >:a dialéctica del Doctor Barrios y su profundo ba– gaje intelectual y jurídico. Es su contestación al del Dr Alfonso Ayón.

Murió el Dr. Barrios en Managua a 1 9 de No– viembre de 1926 Sobre su lápida se lee: "Su espíri– tu brilló sobre su vida La fe sobre su mueríe Estela de luz es su memoria".

EL ARTICULO 283

Del Proyecto de Código Penal, aprobado POl el Congleso, y el Sr. Licellciado don Tomás Ayón

Objeto de vivos ataques ha sido el articulo 283 del proyecto de Código Penal aprobado en las últimas sesiones de la Legislatura.

El señor Obispo diocesano, dOn Dolores Marfinez

y el Lcdo. don Toribio Tijerina han procurado com– batirlo.

y como para dar la disposición golpe de muede, el ilustrado jurisconsuHo señor don 'I'om.ás Ayón entra también a impugnarla, para defender. según dice, "la pureza de nuestras instituciones republicanas" Ocupa con tal objeto ocho columnas del nÚInelO 3 9 del "Ter-

mómetro" de Rivas, con un artículo intitulado "Liber– tad de la palabra".

Las valientes defensas hechas del Art. 283 por los Redactores de "El Porvenir" y de "La Verdad", no han sido, a mi juicio, debidamente refutadas. Pudiera por eso creerme relevado de tomar a mi vez parte en esta discusión, pero siendo yo miembro de la Comisión de Codificación que el señor Ayón llama Permanente, y

Diputado que aprobó y sostuvo ese artículo, y empe– ñándose tanto este distinguido Abogado en desprestI– giarlo, creo un deber hasta de cortesía examinar los fundamentos de su crítica, espresando al propio tiem– po las ra>:ones que deten11.inaron El la Comisión para consignal la ley que ahora se ha censurado, aunque dicho señor "no calcule qué argl.lmentos se presenten para sostenerla"

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