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riquezas y honores de su familia, pues por el influjo de su Padre, cuyo nombre y apellido se hallan consig– nados en Reales Cédulas, que yo he visto y no recuer– do sus fechas, fue habilitado nuestro mejor Puerto en el Atlántico, el de San Juan, la puerta de la civiliza– ción universal Es muy bella la aplicación de aquel principio de Ovidio' "Hic locus est gemini janua rasta maris" El Sr Zavala, como he dicho atrás, heredó de sus padres algunas riquezas, estinguiéndose una parte de ellas por el abandono consiguiente a los trastornos políticos, y lo demás lo ha manejado su Madre hasta el presente El Lcdo Zavala casó muy tarde, y no tuvo el placer de presidir el desan olla físico y moral de sus hijos, pero su joven esposa a quien tanto estimó, y su madre, "mi madre", decía él, "lo más santo y respeta– ble que hay para mí, cuyos consejos e inspiraciones he siempre seguido, harán mis veces después de mi muerte, con estos infelices chicuelos" Y a la verdad, un tal híjo era digno de tal madre, ella tiene toda la hidalguía y señorío español, el mismo genio, los mis– mos arranques y fínas agudezas del calácter de su Na– ción, siempre ha sido muy amiga de la lectura, es cul– ta y religiosa sin fanatismo El trato amistoso de mi Mecenas era muy agradable' nadie lnás espansivo. más leal, ni más flanco en sus amistades. habia en su conversación y en sus maneras un poder de atracción extraordinario. Su dicción era castiza, fluída y brillan–

le, nunca fastidiaba el oirle aun en medio de ciertas pretensiones de bufonería y aristocracia caballerezca en sus maneras, que lo hacían declinar algún 1anto al ridículo, según el pensar de algunos que no le eran muy afectos Su genio era original y profundo, no le gustaba jamás quedarse en la superficie de las cosas Se elevaba y descendia progresivamente de las altas regiones del pensamiento; y bajo la familiaridad de la expresión revelaba la profundidad de la id~a En la comunicación epistolar, que eS un género de lit81atura social tan in1eresante y tan descuidado al presente. no le he conocido rival, y sus carias pueden servir de mo– delo por su bello estilo, fluidez y dicción pura y se– lecia

Tales fueron las principales faces de la vida públi– ca y privada de la primera notabilidad litera,ria del

país, cuya muerte aconteció el día 7 de Septiembre de

849 a las 7 y media de la mañana, a la edad de 51

años 11 meses Espiró en la comple1a plenitud de Su

inteligencia, rodeado de su familia y de sus amigoS lecibiendo los auxilios consolan,tes de la Religión d~

sus Padres Preguntado pocos dlas antes de morir por un amigo y condiscípulo suyo, el ilushado Presbítero Ldo Dn Agustín Vijil, Cura y Vicario foráneo de Orien_ te, con que Sacerdote quería reconciliarse para recibir los Santos Sacramentos. se sentó en su lecho mortuo. rio, y le dijo. "Os haría una injuria. querido amigo si no depositara en vuestro corazón mis últimas con~

fianzas" Estas son las últimas palabras que recogió la amistad de los labios elocuentes de aquel hombre el hornbre_progreso, de genio universal, cuya voz dul: ce y penetrante no se escuchará ya en las tertulias los tribunales y las Asambleas Su autopsia cadavéri: ca fue ejecutada con desireza por un médico francés el Dr Besseer, acompañado del Dr americano David Schulmek, ambos le habían asisiido en su última en. fermedad Tenía una induración esponjosa al hígado con algún derrame de serosidad vel dosa y amarillen_ ta, y alteraciones de la membrana mucosa gasiro.in. testinal Su cadáver fue depositado en la Iglesia de Jalteva, a la parte occidental de la Ciudad, anies de salir de allí, para ser sepultado en el antiguo Conven. to de Guadalupe sito a la estremidad oriental, la amis. 1ad, la dulce y tierna amistad, le consagró recuerdos dignos de ser repetidos en este Templo majestuoso y

sacrosanto (La Catedral de León) Pero en aquel mo– m.ento supremo y memorable, embargadas todas mis potencias, solo mi sensibilidad estaba en acción con n'IÍs ojos vertiendo lágrimas Tales cosas se sienten y

no pueden repetirse En seguida su féretro, acompa– ñado de lo más notable que había en Granada, vis. tiendo luto, atravesó la Ciudad en medio de aquel pue. blo entristecido, acongojado y lloroso, con la muerte del primer Apóstol de sus libertades y de su civiliza. ción

DIJE

llJedll'o Francisco de la Rocha

León, Marzo 9 de 1851

1879

DOCTOR ~OMAS AYON

1820-1887

"De frágil y desdichada cuna mecida por el rudo cierzo del infortunio, arranca la ilustre vida del doctor don Tomás Ayón. Su infancia, la edad de oro en que se va con los pies desnudos y el sol ju– gueteando dentro el aln"\a, la edad de las francas risas y alegres y descuidadas correrías, la edad en que alborea una imaginación milil.lnanochesca, fue para él la noche triste de su miserable orfandad, que puso uno como sello de solemne austeridad a su espíritu" Tal dice el ilustrado 1ng J. Andrés Urtecho, en su Plólogo a ESCRITOS VARIOS DE LOS DOCTORES TOMAS Y ALFONSO AYON, publicados por él mismo, e impresos en la Tipografía Nacional, lvfanagua , en 1914, cuyo valioso trabajo nos ha ser– vido para eniresacar las espigas de oro de la rica cosecha de tan ilustres varones El DI, Ayón nació en Granada el 7 de Marzo de 1820

"Mas la desventura, continúa diciendo el señor Uriecho, lejos de abathle, levantó su ánimo a la percepción de su destino, e impulsándole adelante,

le llevó a la ciudad de León en donde, a la postre de continuas luchas contra los azares de su vida, 10g1 Ó coronar sus estudios profesionales, n"\archan– do en seguida a la República de El Salvador en donde obiuvo luego su investidura de abogado, que las circunstancias políticas no le permitieron recibir en su país, y en donde, después de inteli– gente y asidua colaboración en importantes labor~s

de legislación, fue llamado a ocupar los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Justicia, 1nstruccíqn Pública y Beneficencia, que desempeño respectiva. mente en las Adminisiraciones de los Presidenies Vasconcelos y Barrios. a la altura de sus grandes ca– pacidades"

"Fue, además, Rector y Catedrático de la Un!– versidad de San Salvador; Minisiro Residenie de NI–

calagua en aquel país durante la Jefatura del Esiad!, de don Norberto Ramírez, yen 1856, Ministro Pleni– potenciario de El Salvador ante los Gobielnos de Guatemala y de Honduras"

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