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« Previous Page Table of Contents Next Page »salvaguardia de la sociedad; su acci6n preven- las y animales como fundamento para una tiva debe ejercerse constantemente, para segu- granja agrícola, pero la situación precaria del ridad de la vida, el honor y la propiedad de Erario dió motivo para retonuar el proyecto los asociados. Es necesario hacer comprender aduciendo razones económicas.
sus deberes a los encargados de la policía y Corno corolario de la Ley Agraria y con el arraigarles la idea de que no son instrumento propósito de fomentar la producción técnica de de opt"esión sino garantizadores de la seguri- nuestra agricultura dí uri decreto el 25 de Ma– dad pública y de la paz social. Por fanfo de- yo de 1917 creando la Escuela Nacional de ben abstenerse los funcionarios de policía de Agricultura en los terrenos de la finca nacional maltratar a los individuos que caen bajo su enfonces, EL PICACHO, ubicada en el Deparia– jurisdicción, con los cuales no deben emplear menio de Chinandega, en la cual se cursaría más fuerza que la estrictamente necesaria pa- la carrera y se expedida el título de Labrador ra obligarlos a obedecer sus mandatos; pres- Cienfífico.
cindiendo de vejálnenes y torturas que, de em- La Escuela tuvo su Reglamento Interior y plearse, no harían la ins±itución respetable, si- fUe debidamente dotada. Puesta bajo la direc– no ±emible" ción de los señores don Enrique Navarro de
Desde que llegué, pues, al poder tenía en Errazquín, de Mr. Casius Sibley y Mr. Diven mente hacer pasar una ley que sirviera para Butler, verdaderos técnicos agrícolas, tuvo muy au¡nen±ar los fondos de las escuelas públicas buen éxito has.l:a que por divergencias de pa– en los pueblos. Esa ley se decretó durante mi receres en su dirección fue perdiendo su efi– período presidencial y todavía está vigente co- cacia. Su segundo y último Director fue el nocida con el nombre de TASITA. Gral. Pascasio Berrnúdez, liberal, graduado en
Cuando joven me había dado cuenta de la Chile, lo que lo ameri.l:aba para el cargo. injusticia que se cometía en la aplicación de la Fru±o de esa escuela es la Cadilla del Fin– ley llamada de servicio público, la que se apli- quero, de Arnoldo Robleto, aventajado estu– caba únicamente a los trabajadores, y éstos dian±e, libro muy útil para los hacendados, que estaban obligados a dar todos los años una se- ha sido editado varias veces bajo la firma de mana de trabajo en la composición de cami- Carlos A. Robleto, hermano de Arnoldo.
nos, reparaciones de calles, etc., e±9., pero el Esta Escuela de Agricultura de Chinande– que no era jornalero, es decir, el que tuviera ga fue la primera escuela oficial fundada en algunos medios de vidq., ése era exenio de dar Cenfroa!nérica.
el S8l vicio Esa excepción, sin embargo, no es- Cabe aquí recordar que durante mi perío– taba establecida por la ¡ey, sino por la eosium- do presidencial la Primera Guerra Mundial es– bre, por lo que resolví· el estudio de otra ley taba en su apogeo en Europa y que los Es±ados que viniera a hacer precisamenfe lo contrario Unidoó\ se encontraban hl3.ciendo grandes pre– de la anferior, esto es, que exigiera más el ser- para±ivos para su propia intervención en el vicio público al que tuviera más que al jornale- conflicto.
ro. Y así se pasó la ley conocida como LEY DE Naturalmente, Nicaragua entera era ami-VIALIDAD, que aun está vigente también. ga y simpatizadora de los Es.l:ados Unidos, co-
Por la Ley Agraria de 22 de Febrero de mo lo ha sido después y lo seguirá siendo 1917 se mandaba distribuir los terrenos nacio- siempre, pero de vez en cuando sUlgían c~er±a5
nales entre las familias que no tuvieran terre- profundas diferencias por el modo de juzgar nos y que los solicitaran. algunas cuestiones que se le presentaban al
En una de las disposiciones de esta ley, Gobierno.
quise incluir también los terrenos particulares Por ejemplo, aunque todo el Gabine±e de que no fueran cul±ivapos por sus dueños, pero mi Gobierno simpatizaba con los Estados Uni– un amigo político y personal mío, don José Do- dos, no creían algunos de sus mielubros que lores Mondragón, que ejercía gran influencia fuera necesaria la declaratoria de guerra a
en el Congreso, me hizo desistir de tal propó- Alemania. Cuando se rel.mió el Gabinete para sito. iratar de ese asunto encontré la oposición de
Mi plan para .gravar los terrenos particu- dos de sus miernbros, personas muy estimadas lares consistía en ponerle un impuesto algo por mí, los señores don Rafael Cabrera y don elevado y progresivo a los terrenos no usados Eduardo Lacayo, quienes no estaban de acuer· por sus dueños, hasta el punto de que éstos se do con la declara.l:oria de guerra por lo que pre vieran obligados a abandonarlos por completo firieron retirarse del Gabinete, sin dejar por eso a la vista del monto de los impuestos, pero por de ser amigos de !ni Adminis±raci6n.
la razón arriba apun.l:ada se desistió de ese En esas reuniones me pedían esos señores plan. que les diera razones que justificaran nuestra
La ley sólo se refirió a terrenos nacionales declaratoria de guerra y yo les decía: "Si no y le daba a cada familia CINCUENTA HECTA- hubieran otras, creo que estar los Es±ados Uni– REAS las que debían cuHivarse en ires años al dos en América y Alemania en Europa es ra–
fin de los cuales el Gobierno le extendía el tí- zón suficiente Mas si ustedes me ponen a tulo de propiedad. Alemania en América con los principios demo-
En el proyeC±o original de esta ley se con- cráficos de los Es±ados Unidos y a éstos en Eu· templaba la posibilidad de complementarla ropa con los principios teutónicos, enfonces el con una ayuda básica de implementos agrico- caso sería diferente".
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