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1879

DON ENRIQUE GUZMAN

1843-1911

DON ENRIQUE GUZMAN SELVA, nació en Gra– nada, Nicaragua, el día 2 de Agosto de 1843. Sus pa– dres fue:r;on el General don Ferna~do GuZmán, Pre– sidente de la República de 1867 a 1871, y doña Fernanda Selva, hija del prócer don Silvestre Selva. que tomó parte en el movimiento libertario de 1811,

por lo que sufrió prisiones en Omoa.

Hizo sus primeros estudios en las deficientes escuelas de la época Luego, los de primaria, bajo la dirección del notable hombre público don Ansel– mo H. Rivas, y los de secundaria, hasta graduarse de Bachiller en Filosofía, Gramática Castellana y Latina, en el Liceo San Agustín que regentaba el pedagogo salvadoreño Dr. Juan J Samayoa. Desde muy joven mostró afición por el estudio de la len– gua castellana la que llegó a dominar a perfección, siando el primer académico de Nicaragua. distinción que comparte con don Pablo Buitrago

Viajó por Europa, primero como Secretario del Lic don Tomás AyÓn. en misión ante el Vaticano en

1868, y dos años después como Agante Financiero de la República en misión conjunta con el Gral. Joa– quín Zavala.

El 20 de Marzo de 1872 contrajo matrimonio con doña Bernabela Berrilúdez, viuda del poeta don Juan Irribarren'. con la que procreó una familia, cuyos miembros son timbres de orgullo de nuestra socie· dad.

Su hijo don Enrique Guzmán Bermúdaz ha guardado con amoroso empeño el archivo familiar da su ilustre progenitor y ha dado a la publicidad, en la REVISTA CONSERVADORA. el Diario Intimo de don Enrique Guzmán, espléndida aportación a la historia de Nicaragua

El carácter intolerante de Don Enrique -carac– tarísiíca de los Selvas- no le pen:ni:tía soportar las deficiencias polilicas de los gobernantes de su tiem-

po, a quienes combatía, y quienes en represalia 10 expulsaban del país Oiras veces se alejaba volun– tariamente cuando el clima de tiranía se le hacía insoportable a su espírifu amante de la libertad.

"Atica abeja que su dardo clava, Hiriendo va su mofa voladora,

y nuestra lengua atiéndele sumisa

RETRATO APLUMA DE MAXIMO JEREZ

DOS PAL.llBRAS Al¡ LECTOR

En noviembre de 1816 residía yo en La Unión, nepública de El Salvador. Llevaba en aquel puerto la descansada y monótona vida del emigrado político que h¡a perdido toda esperanza de volver a BU patria con armas en la mano.

. Para m.at~r el tiempo, y sólo con ese objeto, I?~

PUse a escnblr una serIe de semblanzas de notabih– dll:des n~c·aragüenses contemporáneas Figura!'an en

reu .9alena el General Jerez, don Pedro JoaqUln Cha– morro, don Buenaventura Selva. don Anselmo R. Rivas, don Pio Caste116n, don Vicente Quadra y otros tantos mas. .

Era mi prop6sifo publicar esas semblaI?-zas en ffl)r·

ma de libro cuando hubiese regresado a NIcaragua.

Volvi del destierro a fines de Febrero de 1877, y

poco después quise ver mi obra de La Uni6n. Diríase que aire de la tierra natal había refrescado mi cabeza, recalentada qui:z:á por las penalidade!! d~l d,;s1ierro. "C6mo pude abngar por un momento SIquiera , pensé al releer aquellaa l?áginás, "la idea de dar a la estam– pa un libro semeJante?" No quem.é mi manuscrifp, pero lo escondí en el último rincón de mi esoriforio..

Allí dormirá por m.uchos años, para siempre tal vez.

y no porque al regresar a NicaragUa haya y.o ciaxnbill-

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