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Ad. 19' - Los tratados públicos d<;f'los pueblo¡¡ deben ser sagrados e inviolables, Gregoire,"

He aquí el derecho de gentes dictado por la razón, 'Todos los adículos que comprende se derivan de la oral universal, y la moral debe ser respetada en to–

~os las Hempos y lugares, a cualquier grado de lati– tud, en la línea y en los polos.

Si un hombre debe respetar a otro hombre, y no debe subyugarle ni luezclarse en sus negocios, cien hombres, cien millones de hOn"lbres deben también ¡respetar a sus semejantes y tampoco deben someterlos rrd entrometerse en sus asuntos. . Si un hombre no puede pedir armas a su vecino ara que se ataque a la familia de que es individuo,

~einte hombres, mil hombres no pueden pedir fuerzaa uIl. estado limítrofe par,a .que se ataque o violente a la nación de que son lndlvlduos.

La justicia no deja de ser justicia porque se au– :mente el número de hombres. Que haya en la exten– sión de la tierra ochocientos millones, que se mulfi– pliquen hasta mil millones. Los hombres no podrán jamás ofender a los hombres.

Tal es la expresión del publicista citado; expresión que tenía por objeto difundir principios, cuyo conoci– miento interesaba a los centroamericanos.

Habiendo manifestado el Gobierno al Poder Eje– cutivo en 3 de noviembre que los empréstitos, gravo– sos a una nación en un tiempo son útiles y necesarios eIl. otros, que la nación debía celebrarlo con una de las casas inglesas a cuyo nombre se oirecía, que el Gobielno recibiendo el capital que se ponga a su dis– posición le daría los destinos que señale la ley, y que deseaba que los q~e ésta designase fuesen consolidar nuestra independencia, Dar a los puerfos la represen– tación y seguridad que exige. el honor de la nación, Abrir caminos que aproximen a la costa las poblacio– nes del centro: Crear el fondo que necesita la casa de moneda para comprar las platas que se le presenten; emitió la Asamblea, el 6 de diciembre, el decreto en que se autoriza al Gobierno para un empréstito de va– lor nominal de siete millones ciento cuarenta y dos mil ochocientos cincuenta y siete pesos con Mr. Juan Baily, representante de la casa Barclay, Herring, Ri– chardson y Compañía de Londres, pudiendo en segu– ridad de este contrato, hipotecar especialmente la renta de tabaco y alcabala n;arítima.

A pI"Opuesta de don Cecilio del Valle y Castricio– nes, individuo del P.E. se dispuso por la Asamblea Nacional Constituyente que se hiciese venir de Mé~ico

a estos estados un Mineralogista, que reconociendo sus minerales y enseñando los n;ejores méfodos del beneficio de metales, diese lecciones de mineralogía, a cuyo fin se señalaron seiscientos pesos para gastos de su viaje y znil doscientos de sueldo anual.

. Ya con respeto a propagar los conocimientos que mteresan. a los mineros, había mandado el Gobierno que se iznprimiese la Descripci6n del beneficio por azogue de los zninerales de oro y plata que se practica en el Real Zacatecas presentada al Tribunal del im– portante cuerpo de lninería de México.

. El Gobierno de aquél enfonces deseoso de la feli– clelad de Ceniro América, non;br6 Enviados y Ministros plenipotenciarios a don Pedro Malina, diputado por San Salvador para la Norte Aznérica; y fijo siempre en el bi.en universal de su patria, les dió las instruccio– nes corresponrlienles, dividiéndolas para cada uno en tres partes, política, económica y literaria, de los cua– les los siguientes son algunos de los artículos com– prendidos en la segunda y tercera.

"Propondrán Uos dos enviados cada uno en su

L~ga:~i?n respectiva 1 el proyecto de una expedic,ión clenilf¡ca compuesta de astrónomos; ge6grafos, botani-

cos; naturalistas &a., destinada a reconocer y observar el nuevo continente en sus puntos más importantes, y

costeada por los gobiernos de todas las repúblicas da América.

Procurarán que los hombres de letras de la Sur y

Norie América abran correspondencia y tengan rela– ciones con los de ésta, persuadidos de que la de aque– llos que cu1fivan las CÍenCÍas son siempre útiles al bien general de la nación.

Se interesarán en formar una colección de los ma· nuscritos n;ás dignos de copiarse, y de los croquises. planos, carfas o mapas de las provincias, costas, puer– ios y bahías de ambas aznéricas para enriquecer con los prizneros nuestra biblioteca, y preparar con los se– gundos materiales para un dep6sito geográfico.

Tonlarán los informes más exactos sobre los mé– todos del culfivo adoptado en aquellos países, y sien– do distintos de los que se acostumbran en estos, los comunicarán para que el Gobierno acuerde su publi– cación en beneficio de nuesira agriculfura.

Dispondrán una colección de semillas, raíces, .es. tacas de plantas útiles y desconocidas en este país, y para su conservación y remisi6n observarán la memo– ria que trabajó Mr. Houin y se dió al jardinero que acompañaba a Mr. de la Perouse en su viaje alrededor del mundo.

Reunirán noticias exactas de los instrumentos, y

máquinas que sirven en aquellos países a las arfes y

oficios, y mandarán descripción o modelos en pe– queño de las que puedan ser útiles y no se conozcan en estos lugares

Llevará (el enviado a la Amérlca Meridionall mueefras de la grana. tabaco, tejidos de algodóp. y

diversidad de madera de éstos países para que dán· dalas a conocer en aquellos, se excite el espíritu de especulación y se extiendan las relaciones de comer– cio.

Se informará de los znétodos más económicos y

provechosos para el beneficio de znetales y los comu– nicará oportunamente para que publicándose de orden del Gobierno puedan servir a nuestros znineros.

Procurará que se trasladen a estos países cuatro o seis labradores de moralidad y pericia acreditflda en el culfivo de olivos y viñas, ofreciéndoles en pro– piedad ].m terreno de 100 varas de frente y otras tan– ias de fondo a cada uno, los gastos de viaje de aque– lla a esta América y los que fueran precisos para la primera labor.

Mirará (el enviado a los EE, UU.. 1 como objeto primero de su atención y celo en el sistema económico la aperción de un canal que facilite la con;unicación de los dos mares en la provincia de León de Nicara– gua, tendrá presente todo lo que se ha escrito sobre este importante asunto por Mr. la Bastide, Marchant. Humboldt, Antillón y otros escritores, trae~á a la vista el expediente, los planos y manuscrdos que se acompañan, y trabajará celosamente en los pun– tos siguientes, 1

9 que se forme una compañía con el ohjeto preciso de realizar, si fuere posible, la cOmU– nicación de dichos mares por medio del canal indica. do, 2' que la compañía mande de su cuenta faculfa· fivos de talentos bastantes para reconocer la provincia en los puntos donde sea más conveniente el canal, tornar las alfuras, hacer las observaciones, levantar los planos y. formar el presupuesto de gastos, 3 9 que con proporción a los que se calcularen se dará a la com· pañía en justa compensación de sus gastos y trabajos el derecho de cobrar por el tiempo y en la forma que ácuerde la Asamblea los que impongan la misma al comercio que se haga por dicho canal.

La aperción de caminos desde las poblaciones prinoipales del centro hasta los puertos de la costa

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