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O , resulten inadecuados los it?-gresos ordi- .

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"Que el Gobierno de Cuba, consiente que los E9.tados lJnidos puedan ejercitar el derecho de iniervenir para la conservación dé la inde– pendencia cubana, el mantenimiento de un Gobierno adecuado para la protección de vidas, propiec;lad y 1,iberiad individual y para curnplir las óbhgaclOnes que, con respedo a Cuba, han sido impuestás a los Estados Unidos;· por el Tratado dé P¡¡lrís y que deben ahora ser a81.1– nüdas y cu:m~li<;l.as por el ,Gobierno de Cuba". ,

IV '

iOue,todos los actos realizados por los Es– fados Unidos: en Cuba' durante su ocupación militar, séan tenidos por válidos, ratificados y

que iodos los derechos legal:mente adquiridos a virtud de ellos, sean :mantenidos y protegi– dos".

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"Oue el Gobierno dé Cuba ejecutl'ilrá y en cuanto fuesé' necesario curnplirá los, planes ya hechos y ofros que rnú±uamente se ,convengan para 'el saheainiemto de las poblaciones de la Isla.. con el fin de evitar el desarrollo de enfer– medades epidé:micas o infecciosas, ,proiegiendo así al puéblo y al cornercio de Cuba; lo inisrno que al corn.ercio y al pueblo de los puerlos del Sur dé los Estados Unidos··', '",

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VI

"Oue la Isla dé Pitios será o:miiida de los lírn.iies de Cuba, propuesio por la ConsEfución, dejándose para un fU±urÓ arreglo por Tratado la. propiedad de la :misnta~·.

"Oue para poner en 'condiciones a los Es– tados Unidos de maniener la independencia de Cuba. y proteger al pueblo de la, rnisrna" así corn.o para su propia defensa, el Gobierno de Cuba, venderá o arrendará a los Esiados Uni– dos las tierras necesarÍas para carboneras o es-' iaciones navales en cierlos puntos de de±e~i­

nadas que se convendrán con el Presidente de los Estados Unidos",

VIII

"Oue para :mayor seguridad en lo futuro, el Gobierno de Cuba, insertará las an.l:eriores disposiciones en un Tratado permanente con los Estados Unidos".

Comprendo lo molesto que es para la rn.a– yoría de los ciudadanos del país estar sorn.eiído a ciertas restricciones de otro país, pero cuan– do se ha ~enido la experiencia de sufrir esas restricciones sin ningún derecho, ni alguna dis– posición que las regule, no es extraño que hu– biera personas que co:mo yo, en ese tiernpo, quisieran que su país gozara del derecho que le daría el fener la En:mienda Plait en vez de tener a los Estados Unidos interviniendo de hecho en nuestros asuntos, en tal for:ma que lo

blanco se hacía negro, según la opinión del Se~

cretarío. No se sabía en realidad en que ladrillo pararse. Es decir, yo deseaba que la Enmienda Pla±± fuera en Nicaragua una fuerza o dique regulador de una intervención inevitable.

Porque debe recordarse que junto con la Diplornacia del Dólar se desarrollaba sí:multá– neamente la política del "Big S±ick" del Presi– dente Teodoro Roosevel±, por la que los Esta– dos Unidos intervenían en estos países con el respaldo de su enorme poderío militar.

Pude estar equivocado en :mis apreciacio– nes, esa vez, mas esa equivocación no era por . falta de patríotis:mo, sino antes por el con±ra– rio, por a:mor a Nicaragua. Yo quería regular el poder interventor, ponerle un freno para que no actuara sin control.

Algunos hechos sobresalientes de la Hisi6~

ria contern.poránea de Nicaragua han venido a confirmar que, con o sin Enmienda Pla±±,

exis~e esa fuerza interventora que :muchos Go– biernos posteriores se han encargado de rerna-

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,Aun recien±ern.en±e el actual Gobierno de don Luis Somoza acaba de pedir a Estados Unidos el pa±rullaje de sus :mares territoriales por barcos americanos y aun acfual:mE¡!nfe, el desembarque de :marinos en costéis nicara– güenses, si fuere necesario. Esto es ni más ni menos lo que esiípula la En:mienda Pla±±; y sin embargo, toda la ca:mpaña de difamación te'– cae sobre nosotros los conservadores.

,Después de la firma del Traiado Chaino– rro-Bryan las aciividades de la E:mbajaq.a· se

redujeron grande:menfe y si algo quedaba por hacer correspondía al Agen±e Finanqiero por~

que la situación econó:mica del Gobierno era precaria y se tenía que estar solicitando de los banqueros pequeñas su:mas de dinero para po– der cubrir el Presupuesto de Gastos de la Ad– ministración.

En cuanto a los TRES MILLONES de la opción poco beneficio dieron para salvar de esa situa.ción precaria al GobieJ:'no porque la mayor parÍe de ellos se invirtió en pagar las concesiones que dió el Gobierno del General Zelaya a Dietrich, la deuda liberal de la Eihel– burga, y algunos adelantos de los banqueros. Con esa dis±ribuci6n la :misión del Agente Fi– nanciero en Washington terrn.inó y don Pedro Rafael Cuadra y su farrtilia regresaron al país.

Ya por el año de 1915 no tenía en la Em– bajada irabajo de imporlancia que atender. De Nicaragua :me llegaban inforrnes sobre la siiuación polífica del país, y sobre la posible división que podría ocurrir en el Partido Con– servador si no se llegaba a la escogencia de un candidato que ar:monizara las diferentes ten-dencias. ,

Por mi parie consideraba que los Pacios Da.wson me daban la gran opor±unidad de ser yo el escogido para lanzar :mi candidatura que gozaba en el país de :muy buen ambiente, se– gún los infor:mes a que he hecho referencia, pues aunque no me movía de Washington 'era tan copiosa m~ correspondencia con Nicaragua -10:3-