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nos para la iraducción, de Cicerón, Comeniarios de Julio César, Tito Livio y Quinio Curdo. En el iercero y últúno año de gratnática nos deiendremos en el repa–

SO general de toda la graznática, y en la ir¡:¡.ducción de algunos irozos escogidos y entresacados de las poe– sías de Plauio, Orado, Ovidio, Juvenal y Virgilio. Mi prinoipal esmero ha de consistir en que no solo sepan traducir, sino que puedan iambién dar ral>:ón de los auiore,s u-aducidos: procurando además por medio de cierie.s reglas de imitación, el que tOtnen el estilo de alguno de ellos en cuanto sea posible. De los mismos auiores de iraducción me he de servir para la historia, pues nos dan razón basiante exacia de los' antig'uos personajes, de las conquistas, translación de imperios Btc. Sin embargo respecto al xnéiodo, me he de valer del Segur y de la Biblia: sacando iértninos de compa– ración entre los hombres formados por el mundo, y los formados por la religión. Para :mayor claridad, con– cretaré los hechos a los lugares, ieniendo a la visia las respectivas carlas geográficas, y manifesiando al pro– pio tiempo por ellas, las circunstancias actuales del mundo, y la posición en que se encuentran aquellos mismos ixnperios, que arrebataron en otro tiempo to– das las atenciones. Terminado de este modo el primer curso, se dará principio al segundo por el estudio de la retórica, con el fin de que las tnentes de los niños, oprimidas con las pesadas tareas na entren desde el momento en otras mayores¡ si no que vayan insensi_ blemente y por grados al estudio de la filosofía y ma– temáticas. A los dos meses de retórica, y sin abando– narla fadavía, entrarán en el estudio de la lógica, con la cual se ve ian hermanada, y a un mismo iiempo se dará fin a entrambas. En la lógica. sin prescindir fa– iahnente del antiguo modo silojísfico, el cual Imien– tras sirva de medio y no de objeto I es sin duda ven– iajoso, me valdré principahnenté del moderno, por no deienertne deml;lsiado en esfa parle de la filosofía. Aunque conozco las ventajas de la lógica de Goudin, de la ética de Ruiz, de la metafísica de Arnat, y (en su método I de la. física de Allieri, soy no obstante de opinión, que se siga el curso de filosofía p<;>r un mis– mo aufor, pues de lo contrario, se llenarían las cabe– zas de ideas inconexas, y confundirían f.ácilmen±e los sistemas y opiniones más contrarias. Convendría tam– bién, que este aufor fUera latino, a fin de que familia– rizados con ~sh, idioma, pudiesen más fácilmente explayarse por el espacio inmenso de la literatura. No se me oculta, que hay algunos, que opinan por las ventanas de la lengua vulgar en el estudio de las ciencias. Deberían estos considerar más a±en±a:menie, que el idioma latino. ha sido el idio:ma de todos las naciones, y que no solo ha servido, si no que sirve todavía como de medio para mantenerse foda¡¡ ellas en un .reciproco comercio de conocimientos,· así corno para reunirlas en la creencia de unas mismas verda– des y en uniformidad de cu1fo. Mas por esta úliima razón Isin duda alguna) ha conocido tantos adversa– rios en el siglo XVIII, los cuales deseando dar un gran golpe a la iglesia católica, juzgaron, que por ningún medio padría tnás fácilmente conseguirlo, que aniqui– lando el lenguaje de 105 SS. padres y doctores. Aun entre los ortodoxos no han faliado algunos escritores¡ como don Ramón Olaguer Feliu, Pedro Simón Abril, Luis Vives y algunos afros, que aunque por dis±inio fin han tomado el mism.o empeño, aforlunadamenfe ni los unos ni los otros han conseguido ventaja Iillguna en esta parle, pues desde que se extendieron los Roma– nos por el occidente hasia nuesiros días, ha sido el idio– ma lafino. EL IDIOMA DE LOS SABIOS, continúa sién– dolo todavía: eS adoptado en los colegios, igualmente que en las universidades de la culta Europa, y así con– tinuará sirviendo de instrumento para las ciencias, de signo a la literafura, y de medio para los idiomas rei– nantes, a pesar de todas las condiciones. Pasados los ires años de este segundo curso se

dará principio al sép– timo con el ejercicio de la retórica practica, y se em– pleará fodo él, en el estudio y lectura de los auiores Inás célebres, en formas de apuntaxnientos, y en dar un breve repaso a fado lo estudiado en el colegio. Con esto fenninará la carrera y se dará fin a los estudios del estatuto¡ salvo si hubiese algunos, que quisieran seguir el estudio de la teología escolástica y moral¡

que en este caso, se podría abrir otro curso de cuafro años". Concluye aquí el padre Paul, y concluiremos fambién nosotros con el arfículo sobre instrucción del sexo.

Aunque la instrucción del sexo se halla recomen– dada por nuestras leyes, no ha podido hasia ahora fijar particularmenie la atención de las junias, por la generalidad con que se haya concebida aquella deter– minación. Si se dispone que una parle de los produc– ios de los fondos respeciivos¡ la cuarta, la ociava, la décima, o cualquiera que ella fuese, se invirtiera pre– cisatnente en la dicha instrucción, se lograría estable– cerla de alguna manera, y que esa bella porción del género humano destinada por la naturaleza para ala– gar los sentidos, pudiesen también recrear el enten– dimiento. Un sistema exprofeso en el particular daría al Estado en cada una de las madres un :mE\es±ro el más fierno de sus hijos, disponiéndolos así a recibir más farde la insirucció~ que les debe la sociedad. La

importancia de este asunio, y el interés que inspira la debilidad sometida a la fuerza, os es tan notoria que ofendería el saber de los Sres. representantes, aña– diendo una palabra más en su favor.

,JUSTICIA

La autoridad es el poder o facultad. de regular las acciones de los hombres. Toda sociedad por el bien de sus miembros, debe ejercer su poder sobre ellos, porque sin esto sus discordes pasiones, sus deseos, e injustos caprichos y sus diversos infereses, turbarían de continuo la tranquilidad pública y la felicidad par– ticular de las fatniliBs y de los ciudadanos. He aquí el fundamenio de la creación de la autoridad sobera– na de los fribunales y jueces, a quienes se confía la administración de la jusficia, por la cual se elevan las naciones, se afianzan los imperios, y el hombre bueno florece corno la palma.

Las secciones supremas de justicia residentes en León y Granada, han continuado reunidas, y sus tra– bajos mensuales corren impresos en el periódico ofi– cial, hay jueces de l' instancia nombrados en los distritos, a excepci6n del que corresponde al de San Fernando y a esta ciudad de Managua, porque ha– biendo concluído su período el pdtnero y renuncialio el segundo, la sección respectiva ha comprendido en sus fernas, sujetos sin las cualidades de ley. Con elite motivo, el gobierno, usando de la facultad que le con– cede el Arl. 4' de la de 3' de tnayo de 836, las ha de– vuelio al proponente, y mientras tanto los alcaldes primeros son los que ejercen aquellas funciones.

El Director supremo, siendo de su deber allanar cuantos embarazos se presenfen, a la administración de justicia, en conformidad del Arl. 53 de la ley de 15 de junio de 841, tuvo a bien acordar la existencia de dos jueces de l' instancia en el distrito de León, el uno civil y el afro del crimen, y en 25 de noviembre, 12 de diciembre del año próximo pasado y 23 de enero del que rije, apoyado en el decreto de Cortes de 23 de mayo de 812, la de un nuevo alcalde en los pueblos de Jinoiega, Matagalpa y Granada, dos de ellos con la denominación de alcaldes ferceros, y el último con la de cuarlo.

En mi anterior :memoria dije a la asamblea, El legislador de 835, queriendo que iodos los in.dividuos del Estado estuviesen al alcance de las ventajas de la educación y bajo la benéfica influencia de. las leyes de policía dispuso reducir a poblado a :iodos los que se hallasen en el campo, pero esa disposición no ha podido tener efecto a pesar de los esfuerzos hechos para cumplirla. El gobierno juzga que siendo el inte– rés individual el único que guía las acciones huma– nas, es necesaria una ·providencia más filosófica que lo dispositivo en la cifada ley, porque si ella no está fundada en los principios por los cuales se forman las grandes poblaciones, pueden tenerse por un atentado

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