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activa solicüud, no pennüé sino este breve bosquejo de su vida pública, sin olvidar que una de las pruebas con que marcó su alfa civilización en París durante su primer viaje, fue la. filantropía con que visitó a Napoleón III, preso entonces en el Castillo de Ham, rasgo de generosidad que jamás olvidó aquel gran Príncipe y que le sirvió de consideran– do para acordar, siendo ya Emperador, una pen– sión eh· favor de la representación heredüaria de nuestro héroe. León, 9 de abril de 1880. PABLO BUITRAGO".

Hemos querido obsequiar a nuestros lectores este bosquejo biográfico que el Dr. Buitrago dedica– ra a doña Mariana Castellón de Jerez, y cuyo ori– ginal se conserva en el archivo del Dr. Remigio Je– rez, tanto porque nos da valiosa información sobre el Lic. Francisco Castellón, cuante;> porque éste ha– biendo combatido al Dr. Buifrago durante su ges– tión como Director Supremo en 1841-1842, y habien-

do sostenido con él agdas polémicas, recibe el ho– menaje póstwno de su contrincante, quien con gran nobleza olvida los pasados insultos y ni siquiera hace la menor mención del incidente.

El Lic. Castellón "era de hermosa presencia, blanco de cutis, de ojos celestes, nariz un poco agui– leña y cuerpo bien proporcionado, su andar y pala– bras un poco vacilantes, 10 revelaron a Walker como incapaz de dirigir o hacer triunfar un movimiento revolucionario. Excesivo en preswnir, se dfljaba do– minar del orgullo, y cuando se sentía herido en su amor ~ropio, contestaba con pasión en estilo fluído pero vlrulento. Para mantener el lujo de su casa necesüaba vivir a costa del Estado. habiéndose acostumbrado a vegetar en ministerios y misiones diplomáticas, enseñado a la comodidad y holgura, llegó el día en que no pudo pasarse sin un destino". (Dr. Pedro Joaquín Chamarra. Máximo Jerez y sus contemporáneos, 1937, pág. 291.

CORRESPONDENCIA DIPLOMATICA

Excmo. Sr. Don P. A. Herran,

Ministro Plenipotenciario de la República de Nueva Granada.

Washington, Novbre. 5 de 1848, a las 10 de la noche.

Muy Sr. mío: A las 7 de esta tarde arribé a esta capi– tal, ya al amanecer mañana saldré para N. York en donde tomaré pasaje para Londres. Mi misión es pú– blica y de mayor importancia tal vez para toda la América. He sido investido con el carácter de Minis– tro Encargado de negocios del Gobierno de Nicaragua cerca del gapinete de Sto James para representar los derechos que aquel Estado tiene en la costa de mos– quitos, y principalmente en el puerto de San Juan, ocupado violentamente por los oficiales ingleses. El Gobierno de Nicaragua celebró un tratado o armisiicio con el comandante de aquellos, el Sr. Granville Loch por el cual se comprometió a no inquietar a los habi– tantes de San Juan, sin perjuicio de arreglar en Lon– dres la cuestión con el Gobierno de Su Majestad, a cuyo acto siguió una protesta en que se expresan los motivos de tal convenio corno V.E. verá en el ejem– plar impreso que le incluyo. IV.E. me perdonará que sea ese ejemplar, pues no tengo a mano otro mejor tratado). El Gobierno inglés ha contestado que recibi– rá al comisionado que se nombre y le manifestará la cordial disposición en que se halla respecto a Nicara– gua, pero partiendo del principio que no se ha de in– quietar a los mosquüos que estái'l ha más de 200 años bajo su protección. Es, pues, de temer que quiera sos– tenerse la usurpación de nuestro Puerto de San Juan bajo la suposición que pertenece a los mosquilos, y para este Caso, mi Gobierno ha Creído que el de ésta República pudiera prestar su fraternal apoyo. Es con este objeto que le dirijo, conforme al lenor de mis ins– trucciones, la exifación que contiene el oficio que :me tomo la libertad de dirigir a V.E. Yo le suplico se dig– ne ponerlo en manos de S.E. el Sr. Ministro de Rela– ciones y de interesarse en su breve contestación que espero me remila a Nueva York, por :medio del Sr. A.S. de San Martín, 87 Ledar Streef, si es posible antes de mi partida que será por el próximo vapor que salga para Londres, pues las demoras que he sufrido en la navegación de San Juan a este punto no me permiten detenerme más aquí. Incluyo a V.E. esfas cartas que me dió el Sr. Don Rafael García Tejada a mi pasada Por San Juan de Nicaragua, y si bien me es sensible no poder presentarlas a V.E personalmente como de– seara, me es por otra parte grafo asegurar a V.E. que me estimaré dichoso, si :mediante la introducción del

Sr. Tejada puedo :merecer sus bondades. Entre tanto, sírvase V.E. dispensar la importunidad que le propor– ciono y admüir, Be.

***

Al Sr. Herrán. Novie:mbre 13 de 1848, en Nueva York.

Muy Sr. mío: Como hasta hoy no he recibido con– tesl:ación a la carta que escribí a V.E. el 5 del corriente a mi pasada por esa capüal, he llegado a temer que o mi carta no ha llegado a las manos de V.E. o la su– ya haya padecido algún eidravío, y de aquí es que me to:mo la libertad de molestar de nuevo la atención de V.E. para suplicarle tenga la

dignación de honrar– me con una respuesta, y si S.E. el Sr. Ministro de ne– gocios extranjeros de esta República ha tomado ya co– nocimiento del oficio que acompañé a V.E. con :mi enunciada carta.

El Sr. Atocha, a quien he tenido el honor de co– nocer aquí, entregará a V.E. la presente. Con él he hablado confidencialmente sob~e el asunto de que ella es objeto, a fin de que informe a V.E. sobre las verda– deras intenciones de :mi Gobierno, igualmente que de mis sentimientos que son del todo americanos, para que no vacile mucho en darrite una contestación fran– ca e ingenua cual conviene. Dichoso yo si por este medio logro ver co1rtlados :mis deseos. V.E. es un dig– no representante de la República de la Nueva Grana– da, y co:mprende :o'\ejor que yo la importancia del asunto que vamos a tratar con el Gabinete brüánico para que se rehusara esta vez a prestarme su apoyo y asociar su nombre a las negociaciones que Nicaragua está dispuesta a eniablar con esta República. La causa de Nicaragua es la causa de la Nueva Granada, la causa de la América toda, la causa de la civilización y de los principios conculcados i:mpunemente por el acto de usurpación la más escandalosa, tal vez, de cuantas se han ejecutado hasta hoy y de que apenas haPrá ejemplo en la historia. Si la Nueva Granada cree tener derechos sobre elliloral Atlántico, lo :mismo que Nicaragua, natural es que ambos Estados hagan un esfuerzo para oponerse a las violencia.s de una na– ción que abusa de su poder p"!'ra despOjarlos de sus más ricas posesiones, las cueshones entre los dos se arreglarán después, Y se arreglarán de una :manera fraternal y armoniosa. Así par~ce haberlo eU!endido el Gobierno de V.E. cuando extfado por el mlO para resistir las agresiones de. los irigleses sobre el ~<;tn Juan de Nicaragua, ha ofreCIdo lada su cooperaClon para

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