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a<;l;uello no era sino barro morlal". En conclusión, diJo: "Ya ha pasado 10 natural: ahora Sandino se cree predestinado. Mejor hubiera sido quedarse ocul–

to en la selva nicaragüense, como lo esiuvo muchos m.eses. a venir en viaje de difusión patriótica. que le ha sido contraproducente. Porque Sandino ha defrau– dado la esperanza, ha mostrado la verdad de la lifera– tura, ha decepcionado completamente". (251 Estando en Yalí el Gral. Sandino dirigió a1 Jefe del Destacamento de marinos de los Estados Unidos en Jinotega. 24 de Mayo de 1927, una comunicación en la que, rechazando la presidencia de don Adolfo Díaz, sugirió: que "si Estados Unidos con buena fe ha intervenido en el país". proponemos COInO condi– ción sine qua nom para deponer nuestras armas "que asuma el poder un gobernador milifar de los Esfados Unidos", mientras Se realicen las e1ecciones presiden– ciales "supervigiladas por ellos mismos". (261 Nosotros creemos que la personalidad del Gral. Sandino fue deformada con el propósito de reunir en extravagante propaganda todas las antipatías internas y externas de quienes miran en los Estados Unidos el sol de su predominio cuando satisface el sabor de polUico$ que gustosarnente acepfan su indiscutible poderío, pero que no es nada halagador, según la in– teresada adhesión, cuando cesan las aprovechadas in– fluencias, reconociéndole. enfonces, como vanguardia de un obcecado imperialism.o.

Cada vez que m.editalnos sobre el Gral. Sandino. además de mostrar com.pleto acuerdo con la juiciosa y correcta apreciación del periodista RabIeta, suma– mos una serie de contradicciones que ponen nota de duda en la campaña de las Segovias. Esa solicifud de un Gobernador norteamericano desvirlúa la gran obra que le atribuyeron y que aún se le atribuye por los que desconocen o aparentan desconocer o quieren ig–

norar u olvidar la verdad, sin justificación alguna de su parie, aun cuando no hubiese sido un iniciado en las luchas po]Uicas de Nicaragua.

Esas contradicciones de su espíritu se revelaron cuando el desanne convenido el 4 de Mayo de 1927. entre el Gral. Mancada y el Coronel Stimson. que pro– vocó la carta de "El Cacao de los Chavarría", 9 de Mayo de ese año, en la que, al comunicar al Jefe su

resolución de perlir a Jihotega a fin de juntar la tropa

y recoger sus armas, "delegó sus derechos" para ser arreglado el asunto como mejor le conviniera a aquel. Y. eso no obstante, no era más que un com.pás de es– pera para mantenerse en arrnas, las que ofrecía entre– gar si un Gobernador Militar de los Estados Unidos se hacía cargo de los destinos de Nicaragua, no il-nporla– ba la lesión a su soberanía e independencia.

Aun ya verificada la parlida de las fuerzas de ocupación, se m.antuvo rebelde contra las autoridades del país, y sólo procedió a un sim.ulacro de rendición conservando gran parie del armamento y una cohunna de cien hombres de su escogencia, como' parie d'e un plan de dom.inio público inferno con proyecciones hacia el futuro para conquistar el poder. Y si los par– tidos políticos incurrieron en tan abultado yerro al ru– brica\' el pacto de paz, auxiliando al Gobierno del Dr. Jnan Bautista Sacasa, más grande fUe el cometido por éste al poner el 20 de Febrero de 1934 los deparlamen– tos del Norie bajo el gobierno de un Delegado del Eiecufivo y de la Comandancia General, a cuya orden directa estaría la fuerza pública de aquella región

I

delegación recaída en la persona del Gral. Horacio Portocarrero, reconocido parlidario del guerrillero y nno de sus plenipotenciarios en los convenios de paz, 2 de Febrero de .1933.

Después, el Gran Consejo de Oficia1es de la Guar– dia Nacional decidió que "Sandino y sus ayudantes eran reos del delito de lesa patria penados por los Reglamentos de la Institución... y como consecuencia de la decisión tomada fueron lnandados a aprehen– der ... Una vez capturados sobrevino lo imprevisto, el desenlace fatal, lo que -después de todo lo que he– mos narrado en. este libro aparece como un inevitable sino-; y la sangre corrió desgraciadamente, para sal– var al país del horrible cuadro de miseria, de dolor y

de muerte que tenía en perspectiva". /271

Así terminó la vida del Gral. Sandino.

Pensamos que esta breve disgresión era necesaria para limpiar de polillas los anales históricos de hace m.ás de un cuarlo de siglo, y recordar sucesos que marcaron, con hondas repercusiones, un cambio de frente en la política nacional.

MONCADA

El Gral. José María Moneada es el prototipo de1 hOlnbre criollo que, cruzando dos veces la manigua, buscó con los conservadores prim.ero y, con los libera– les, después, la Presidencia de la República. logrando con los últimos satisfacer su ambición.

Era un liberal que se preciaba de decir la verdad, por manera que nada extraño resulla haberlo visto desarrollarse con esa rara ac±itud de un político incli– nado a descubrir sus devociones, sin disfraz.

Consideró que la DoC±rina de Monroe eS "la carla constitutiva del Continente de Colón y el fundamento de las acfuales nacionalidades am.ericanas", y finne– mente rubricó la bondad de aquella, cuando al referir– se al célebre mensaje que la contenía, ase¡:ruró que "nunca se ha pensado ni :mantenido con más fe por nación alguna "un principio tan hermoso y mejor fundado" en derecho internacional". /281

En la lucha por el poder que sostenían en guerra civil los partidos históricos el Gral. Moneada. en carla al Almirante Julián L. Lanmer, 20 de Ocfubre de 1926,

aseguró que "el "anhelo" del Deparlamento de Esfado, "del cual yo participo también", es el de que los inte– reses americanos no padezcan... Para favorecer. pues, los intereses americanos" proponía un plan adminis– trativo en la Costa Atlántica, en el entendido "Que toda m.odificación, ampliación o detalle en estas pro– posiciones, que se halle de acuerdo con los deberes de la humanidad y la civilización y que la ofra parle, "o el señor Ministro Denis. quieran hacer, serán acep– tados por el suscrito". 1291

Y la distinción de que era objeto el Gral. Moncada por el Almirante Latimer encierra una objetividad

muy señalada cuando al procurarse un aJ' 'lnisticio en– tre los bandos beligerantes, junta a los jefes, Gral. Gustavo Argiie110 y al Gral. Moncada. a bordo de su buque insignia nara concluir las bases, aseverando el úliinto que "Había colocado el señor Almirante al Gral. Argüello en el cuarlo del Capitán del Rochester y al Jefe Constitucionalista (Gl al. Mancada) "en el suyo ,propio". (30)

NC>'cabe duda que el Gobierno de los Estados Uni– dos promovió la guerra civil en Nicaragua en los aciá c

gas días de 1926 para deponer al Gral. Emiliano Cha– morro. pues el Gral. Mancada. al lanzar crítica a funcionarios diplontáficos y de la Armé\da de aquella potencia sobre la negativa de ellos a permitir que los bandoS en lucha usaran los fondos que se recaudaban en sus jurisdicciones bajo los respectivos mandos mi– litares, expresó, "Salia a la =ente el desaguisado cuanto más se recuerda "el cómo Mr. Denis aconseja– ba la guerra en Managua" a los constitucionalistas Iliberales, decirnos nosotrosl. diciendo que el Gobier– no de Chamarra "no se podía tolerar' ' '. (31 )

Fue un decidido parlidario de la construcción del Canal por Nicaragua de parle de los Estados Unidos y juzgó, .....que bien podía Nicaragua "ceder a per– petuidad", a Estados Unidos. el derecho de construir e1 canal, para evitar todo recelo. "y las estaciones na, vales necesarias a la defensa del Continente", lo cual sostuvo desde 1911 en carla que envió El Mr. Thomas C. Dawson, alto representante que vino al país para mover el plan intervencionista originado con la caída del Presidente Gral. José Santos Zelaya.

Apreciando el Traiado Chamorro-Sryan, no lo ob,

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