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un pudor que no calzaba con la solicüud dEl auxilio impetrado a los Estados Unidos, en fill úliimo mensaje se pretendió que de las gestiones en curso no se dieron cuenta los miembros del cuerpo diplomático residente en Washington, sin duda alguna para aparecer desli– gado de todo contacto con el Gobierno norteamerica– no, o para C9nservarse públicamente sin influencias o tutelas que desdijeran de un Gobierno que ostentaba corno blasón no estar sujeto a la intervención de los Estados Unidos. Ese cablegram!'l dijo. "Como pensa– miento "espontáneo" eman¡¡.do del Gabinete f.=ericEi.– no, "lo que se desea es" qué el señor Ministro Hay, por medio del señor Merry o del otro Ministro Ameri– cano residente en Guatemala, "insinúe la celebraci6n de una conferencia de Plenipotenciarios" de estas Re– públicas que se reúnan en cualquier parte de la Amé– rica Central, para que firmen un tratado que garantice la paz de esfas nacionalidades, de manera que los Gobernantes no ataquen unos a otros, ni protejan de ningún modo a los perlurbadores del orden. "Que de este trabajo no se perciban los miembros del Cuerpo Diplomático residente allí",

Desde luego, las gestiones fueron coronadas por el éxito con algunos años de demora, viniendo a ce–

le¡'rarse las Conferencias en 1907 V, como consecuen– cia, se suscribió el respectivo tratado bajo los auspi– oios de Estados Unidos y México.

El Dr. José Madriz, uno de los prohombres del li– beralismo, de bien reconocida reputación y a quien le aj:)onan descollantes posiciones públicas por él desem– peñadas, con honorabilidad y talento, dentro y fuera del país, escribió el 8 de Noviembre de 1903, en 10 relativo a aspectos internacionales del Gobie~,no del Gral, Zelaya, lo siguiente. .. ...Hay algo, sin einbargo que deja de ser asunto meramente doméstico, para converlirse en problema centroamericano. "Zelaya ha otorgado al norleamericano" James Deitrick el derecho exclusivo de explotación durante 99 años la inmensa y riquísima región mineral de río Coco¡ "y a esta con– cesión, que, por sí sóla, hace al yankee dueño del Norle de la República, ha agregado la de una enensa área de territorio, destinada al establecimiento de una colonia exfranjera, en aquellas regiones casi despobla– das" del Cabo de Gracias a Dios, limítrofes con Hon– dUras.

"Se trata nada menos que de formar allí un esta– do en pequeño, una colonia yankee, que por el carác_ ter de su gente y por la pfotección de su bandera, será, sin duda alguna y en no lejano día la domina– dora de la Costa... " Como la Jamaica del siglo XVII, esa Colonia puede conventirse ,en una guarida de fi– libusteros que amenace, a cada instante la tranquili– dad y haBia la autonomía de estos países. Ya conoce Cenfro América el carácter férreo y absorbente de esa raza. Vivos están los luctuosos recuerdos de 1856 y

1857. Yeso que por aquel enfonces el genio invasor del pueblo yankee aun no había remontado su vuelo a las alturas... Por otra parle no hace mucho que la prensa publicó la noticia de que el referido Deifrick había salido del Cabo de Gracias a Dios, "en sus naves y con su gente, a perseguir y capturar una ell:pedici6n de revolucionarios nicaragÜenses que venía de Co– lombia. Ahí tenéis a los yankees mezclados en nues– f1.'as discordi~s intestinasl Detrás de Deifrick viene la siniesira figura de Walkerl"

Al docto~ Madriz preocupaban mucho las negocia– ciones sobre, la venia de tierras del Estado en una. caniidad tal que cubría gran extensión del territorio y, según su juiéio, era un jalón que marcaba ,la servi– dumbre del país que, a la postre, resultaría perjudica– do con la entrega, menguada su soberanía, perdida su independencia. comprometida su autonomía¡ y deri~

vando del maltrato a los trabajadores nativos la más trisie consecuencia, consideró que los informes que ha– bía ,Obtenido del corresponsal del Diario El Comercio, No. 2058 del 27 de Octubre de 1903, era "el espejo en que se retrata el porvenir de una raza destinada al sacrificio". '

"Por lo demás, decía, la suerle que espera a los hijos del país en aquellos lugares no puede ser m~s

desgraciad&, J;;lios QonquisfadQf«':I;! paQífi¡;OIl :¡e~án. poco

más o menos, como los que en 1856 establecieron en Nicaragua la esclavitud, y que se diverlían fomando a los indios por blanco para ejercitarse en' el manejo de las armas,... " Y anfe la obligación del concesionario de deposilar al 7 x 1 en oro americano el pago de la tierra en un Banco de Nueva York INational City Bankl adujo. " ...Este dep6sito constituye el pago com– pleto y absoluto de las 704.610 hectáreas de tierra a que 'sé refiere este conirato y las concelÍiones estipUla– das en él: Desde el día en que se haga el depósilo, la Empresa entra a ser dueña positiva de la tierra. y goza de le.s estipulaciones contenidas en este contrato, qUe le servirá de illulo definitivo irrevocable... Y qUe' réis saber qué 1ierras son ésas? Aquellas en que la caoba, el hule, el cocotero, la palma fo~an bosques 'secUlares de riqueza casi inagotable, en que el bana– no parece un producto espontáneo del suelo, donde hay llanos extensísimos, cubierlos de pasto, capaces de alimenfar rebaños inmensos¡ donde está la riquísima

región aurífera de Prinzapolka, en que el oro se recoge en abundancia, aún por medio de procedimienfos ru–

tinarios¡ esa región que en 1899 nos hizo soñar con una nueva California... Para ese hombre las leyes nada valen, ya 10 hemos visto despedazándolas¡ "na– da vale la Patria, ya lo hemos visto vendiéndola... " ' ' 'Por Niéa,ragua '-La Veraddera situaéión", José Ma– driz, págs. de la 49 a la 611.

, 'El Gobierno del Gral. Zelaya deseoso de realizar la Unión de Centro-América, buscó la protección de los Estados' Unidos, dando para ello insfrucciones a su Minisiro en Washington. Espinosa, a efecto de lograr apoyo para la magna empresa, y con al propósito de halagar al, coloso y traducir a la práctica la retribu– ci6n que le otorgaría por el auxilio que demandaba, hizo patent.e jugosa concesión comercial y calculada cesi6n política, cuando le propuso ,"... a 1 "Los Esfa– dos Unidos darán a Nicaragua su apoyo moral y ma– terial" para realizar la uni6n política de Centroarnéri–

c~. "Apoyo material que consistirá. en suficientes elementos de guerra y en la presencia de naves de g'uerta americanas en aguas de Cen1rol;lmérica, PARA PROTEGER LA EMPRESA, DE ACUERDO CON EL GO– BIERNO NICARAGUENSE. b 1 "Nicaragua establecerá protección aduanera para la ímportación de arfículos de los Estados Unidos", a saber, aquellos que en el comércio, 'internacional figuran propiamenfe COMO PRODUCTOS NORTEAMERICANOS, sin mayor compe– tencia de parte de la producci6n europea: "esto con el fin" de que Inglaterra, Francia, Alemania e Italia, que gdil:an de los derechos de la naci6n más favore– cida en las Aduanas de Nicaragua, "no entren también a gozar de esa tarifa de protecci6n", que en tal caso, vendría a perjudicar nuestros intereses. cl "Si el Gobierno Americano pide, para llevar a cabo esfa ne– gociación una estacion carbonera en Centroamérica, o una al lado del Ailántico y oira al lado del Pacífico, el Minisiro Espinosa ACCEDERA respecto a una esta– ción, y en último caso, en cuanto a las dos .. ," IMemo– ria de RR. EE. de 1911-1913, pág. 30). Al lector no se ocultará que la construcci6n y mantenimiento de car– boneras involucraba la erección de bases navales, las que estableciéndos~ en ambos Océanos ecl:,ta~ían ~ma

zancadilla sobre Nlcaragua, y corno el ob)ehvo final era la Unión de Ceniro América, verificada ésta, per– manecerían ostensiblemente sobre los ijares de la an– tigua Federación.

. La dilafada gesfión pública del Gral. Zelaya desde la Presidencia de Nicaragua, le permifí6 fundar rela– ciones infernacionales sobre apoyos que oforgaba a revolucionarios descontentos de varios 'países del Con– tinente y, principalm.e~te en C;:entro A~érica su in– fluencia fue muy deCidida y blen notona, al extremo que los Eslados Unidos, con ese derecho que se ha puesto en sus manos por nuesfros Gobernantes, se cre– yeron convencidos de que era necesario poner férmino a su gesti6n medianfe un desusado juicio enernado en la célebre nota que el Secretario de Esfado 1'):nox le hizo llegar, en la que Se descalificaba su Gobierno con frases términos y concepfos demoledores. En su ago– hia pólítioa el mandatario nicaragÜense rog6 B. aquel representativo del poderío norleamericano el enyío dé

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