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Dice Sheber q\l-e Guardia y zaldivar piensan en Dn. Buenaventura Selva para Presidente. de Nicara– gua. Esta noche, quizás a causa de la v~n1da de S~e­

ber están muy alarmados los salvadorenos, no dejan

pas~ a nadie cerca de sus cuaJ1eles y se han negado a recibir las rondas de la FalanJe.

.:'- El vecindario de Amapala que es liberal mira a

J ere:z corno ¡,eaccionario por haber ésie sosienido las órdenes de Letona relativas a la salida de las tropas hondureñas de este puerlo.

Asegúrase que Barrios escribe a Medinón protes– iándole que pagará con su vida si se derra~a. por su resisiencia una sola goia de san~re, y adv1rhendole que ya tiene noiicias de sus relaClones con Chamorro.

AGOSTO la

El Gral. Jerez me cuenta lo que dice Streber de Zaldivar, y manifiesÍa que a, su ,iuicio es una impru– dencia expresarse en tales ferrn1nos en las presentes circunstancias.

Visito al Gral. Streber: él está completamente se– guro de que Zaldivar traiciona a Barrios, dice que To– ledo, que se haya en San Salvador. está furioso, que le transmiten mal sus telegramas llegando hasta cambiarle en ellos nombres propios.

Recibo carla de n'li hermano ConsÍan±ino de San Salvador: él cree que no habrá nada sobre Nicaragua antes de Noviembre. Me aseguró Sireber que mi carla a Arias fecha 28 de Julio, había sido interceptada. Habiéndose interesado W. Mayorga para que de– jaran un recibo de cinco pesos de Juan Rodríguez que está enfermo. le dijo Dn. Toribio que se iba a poner mal con él Gral. Jerez por andar hablando a fa– vor de individuos del círculo guzmancista. Esto me lo cuenta Salamanca. Juan Rodríguez dice que si no le dan los cinco pesos que ha pedido, se va.

AGOSTO 19

Vienen del Viejo seis individuos y de Corinto cin– co, total once personas que se agregan a la Falanje.

Me cuenta Jerez que Streber ha recibido un des– pacho de Soto en que éste le dice que Medina está dispuesto a entregar el mando, y que él, Streber, se ponga a las órdenes de Le:l:ona. Sireber cree que Soto se hace ilusiones, y no se manifiesta dispuesÍo a obe– decer la orden de someterse a Leiona.

Se dispone que Dn. Pío vaya a La Unión para conceriar con Monialvo un plan que nos ponga a cu– bierlo de las excursiones que pudieran hacer en el Golfo los vaporcitos que Chamarra acaba de comprar.

Yo no me hnagino qué discurrirán Montalvo y Dn. Pío en esta ocasión, pero dudo que salga de su enirevis±a nada útil; más bien pienso que cada vez que los Castellones esÍán eSCélSOS de dinero discurren alguna comisión a San Miguel, La Unión u olro puer– to para cuyos viajes se les dan 25, 50 ó lOO, cuando cualquier individuo de la Falanje haría estos paseos por la quinta parte de lo que ellos piden.

. Don ,Pío y Jerez opina~ que Chamorro puede si– tiar esta 1s1a con sus vaporcdos o hacer, una noche de iantas, una invasión trayendo seis u ochocientos hom– bres en varios viajes. Yo califico iodo esto de absurdo, y me admira que tales ideas quepan en cabezas de gente cuerda.

Ni en el cuarlel de Tomé ni en el de los salvado– reños reciben al jefe de día que es hoy Chente Morei-ra. '.

Por la orden de hoy ha sido nombrado Auditor

de Guerra Pascual Fonseca, con gran escándalo de la Falanje.

Don Pío llevará a La Unión una carla credencial para Monialvo que yo acabo de escribir.

AGOSTO 20

Escribe Jerez a Soto una carla o noia en la que le dice que comisiona a Dn. Pío para felicitarlo a nom– bre de la Falanje y para poner en sus manos el aeia de 11 del corriente por la que nos adherimos a la Ma– nifes±ación de la Municipalidad y vecinos de este puerlo en la que se le proclama PresidenÍe.

Yo redacto esta nota ayudado por Jerez, y por cierlo me cuesta :l:rabajo hacerla. Temo que Dn. Pío va a decir disparates, y pienso que un hombre ian flaco y atrabiliario eS el menos aparente para felicitar a nadie. A las nueve de la mañana se va Dn. Pío para La Uni6n. .

Escribe Jerez a Guardia diciéndole que Dn. Pío va encargado de felicitarlo a nombre de la Falanje por su feliz regreso y por los últimos sucesos de Costa Rica, al mismo tiempo que le rendía las gracias por los ser– vicios prestados a nuestra causa durante su permanen– cia en Guatemala y El Salvador. Qué hombre tan dé– bil y cándido es el Gral. Jerez.

A las dos de la tarde. mieniras juego billar en el Hotel de Moret, llega el Coronel Monterrosa a m.os1rar– me el telegrama que Le±ona dirige a Monialvo, y éste trasmite a Monterrosa parlicipándole que Medina está dispuesto a reconocer a Soto como Presidente de Hon– duras; que en ial sentido va a dar un Manifiesto, que, en fin, ha terminado toda dificuliad en este país. Mi

alegría es grande al recibir esta noticia, lo mismo que la del resio de la Falanje.

Leo ahora la Physiologíe de Mariage, por H.

Balzac, libro interesantísimo. Llega Dn. Julián Caste– llón de San Miguel: dice que en la comitiva de Soto viene el Lcdo. Buenaventura Selva.

AGOSTO 21

Por la orden general de hoy, que ya va firmada por S±reber, se recomienda el respeto de los subalier– nos a los superiores; y se prohibe a iodos los militares bañarse en la playa, frente a la población. por ser esÍo contrario a las' costumbres, el que contraviniere a esta disposición, será castigado con cuatro días de arresio y si reincide con el doble.

Streber vino a visitarme a las 12 del día y me ofreció su caballo si quería pasear en la isla. El Gral. Streber, como su nombre lo indica, es de origen ex– tranjero. Su padre era alemán, y su madre, que vive todavía y reside aquí, es una señora muy bien educa– da natural de Berlín.

Tiene Streber 35 años: es de mediana estatura, bien fonnado y ágil. Lleva el pelo, que es castaño, muy carla y la barba, que es negra, muy larga. Su cara, casi siempre roja, revela inteligencia y valor.

Habla con facilidad y se expresa en español sin el menor acento extranjero. Ha figurado siempre en el partido liberal hondureño y es uno de los jefes que gozan de más presiígio en el país. Su conducta en

1873 ha sido justamente elogiada. El fue quien sos±u– va el bombardeo del "Miobe" en el Castillo de San Francisco de Omoa, y su comporlamiento en aquella ocasión es la de un bravo y un pahiota.

Sabido es que le ofrecieron una fuerle suma de pesos porque entregara aquella forÍaleza y que se ne– gó a seguir oyendo tan infame proposición.

En esÍe puerlo es Streber muy querido y casi pue-

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