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Peso y estatura: cerca del 500/0 presentaban evidente

retraso en las' cifras correspondientes 8 su edad. Maduración ósea: retraso progresivo y severo. Exámen físico: numerosas manifestaciones de avita–

minosis.

Grosor del tejido sub-cutáneo: muy disminuido espe-

cialmente en varones.

Examen de sangre:· anemia en el 360/0 de los casos. Bocio: presente en más del 300/0.

Conclusión: mal estado nutricional en el 300/0 de las

personas examínadas.

SEGUNDAPAIlTE

La dieta populár y sus consecuencias.

Dijimos en la primera parte de este trabajo que Por otra parte, estos hallazgos no constituyen ro otra manera de conocer si los requerimientos mí- los cuadros más severos, pues estos personas más nimos de alimentación estaban cubiertos paro cado bien pertenecen al grupo sub-urbano. Es casi segu" persono, era estudiar los hábitos dietéticos y obse.rvar ro que en lo población típicamente campesina (pee al mismo tietllpó la presencia de enfermedades pro- queño$ agricultores, colonos, etc) lo incidencia de ducidas por deficiencias nutritivos en lo población. desnutrición es aún mucho más alta.

En Nicaragua, que nosotros sepamós, no existe un EJ asunto de los hábitos dietéticos es muy signi– trabajo ardenado y completo en la materia, que con- ficativó en la población infantil en el grupo proletario. temple las variaciones estacionales, los ocupaciones y Mientras reciben el pecho, los niños permanecen en las zonas geográficas, por lo cual tendremos que va· buen estado nutritivo. En cambio, en la época del des– lemas de algunos estudios aislados efectuados espo- tete, aparecen con más frecuencia las deficiencias nu– rádicamente por personal calificado. Con decir que tricionciles debido a la falta de conocimientos de las ni siquiera se lleva en Jos hospitales de la República madres y al costo' de las proteínas de alta calidad (Ie– estadísticas sobre la frecuencia de las enfermedades che pcir ejemplo). La dieta que reciben estos niños es nutricionales y mucho menos de [a incidencia de cau- a base de atar de trigo o de maicena, agua de arroz o sos de muerte debido a las mismas cebada, sin leche. Cuando el niño presenta gastro-en-En 1952 se efectuó por Marina F"/ores y col. (13) teritis (mal de,,;estómago o empacho) le dan purgan– un estudio dietético en el Municipio de San Isidro, tes (leche de rilagnesia o los tres aceites) y luego lo Departamento de Matagalpa. Estos autores verifica- ponen a dieta prolongada de atoles o agua de arroz, ron una encuesta en 30 familias de aquella zona, agravándose así la desnutrición,

eminentemente rural y agrícola. He aquí algunas de Lo que dejamos dicho puede valorarse con la si· las observaciones recogidas: "Corrientemente el desa- guiente referencia.

yuno consiste en café endulzado con azúcar o pane- En el Hospital General de Managua, en la con– Jo, cuajados, tortillas, o pan de trigo, frijoles cocidos sulta externa de Pediatría, de 529 niños que consul– con manteca y en muchas ocasiones leche con ros- taran por causas diversas, presentaban el 21 % de quillas. Las tortillas, el frijol, el arroz y la cuajada ellos primer grado de desnutrición; el 36% segundo son los alimentos más populares en el almuerzo, pe- grado y el 13,42 % el tercer grado, lo cual da un to– ro frecuentemente también forman parte de ésta ca, tal de 68 7 % de desnutrición. (16)

!11ida, la carne, los pipianes y lbs aguacates. Todas· Se desconocen por otra parte las cifras de mar– Ias familias preparan para la cena frijoles, tortillas, talidad atribuibles a la desnutrición. Nuestras estadís– cuajadas y café, endulzando con aZÚCar en muchos ticas no lo acusan. Sinembargo, podemos visfum– casos. El arroz frito resulta ser parte principal de esa brar su frecuencia aceptando los dat03 encontrados en tercera comida". Y más adelante dicen: l/Calorías: Guqtemala, en donde la situación nutricional· es muy

alcanzó un 90% de adecuación con respecto a los re- parecida a la nuestra. Eri una encuesta verificada en querimientos. Sin embargo el porcentaje que corres, 1956 en el Hospital General de Guatemala, revisan– pondía a los diferentes elementos de la dieta normal ,do 251 casos de defunciones, se encontró con que el era inadecuado. Así. por ejemplo, las proteínas cons· 55% eran niños menores de 5 años, de los cuales el tituyeron el ] 3 % del total (J 4), mientras Jos hidratos 70 % tenía síntomas atribuibJes a desnutrición seve· de carbono constituían el 68%. El calcio fue como ro. (] 7)

pletamente inadecuado, lo mismo que la vitamina A El bocio es otra enfermedad por carencia. Ella

la riboflavina, y la vitamina C. es debido a la deficiente ingestión de yodo. En Ni. La repercusión sobre la salud de este tipo de die- caroguo, uno de cada cuatro niños de edad escoJar ta puede apreciarse en el resultado de la encuesta padece de bocio endémico. El porcentaje con bocio practicada en ese mismo sector de San Isidro en 216 por localidad varió desde el 5 % en el Departamento personas (15) la mayor parte de las cuales había sido de Río San Juan hasta un 42% de Estelí (l8), No se incluída en la encuesta dietética anterior. Dicho gru-encontró correlación alguna entre prevalencia y ele– po estudiado estaba integrado por 55 niños de la vación sobre el nivel del mar. En cambio, se obser. edad pre-escolar; 86 de la edad escolar y 75 adultos. vó cierta correlación entre el grado y la proximidad He aquí un resumen de los resultados: de la población a un Lago o al propio mar, con la so-

la excepción de Puerto Cabezos y San Jorge. Las au– toridades de salud pública aceptan el hecho de que tuando fa prevalencia de bocio endémico afecta a más del 10% de la población existe un problema de salud público. Este es el caso de Nicaragua.

A la luz de estas observaciones, el informe de los técnicos de la FAO (4) se expresa así sobre la die. ta nacional: l/Los cuadros muestran que las dietas fa–

miliares son de bajo contenido en leche, queso, carne, pescado y huevos; bajo en frutas y vegetales (con eX-