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« Previous Page Table of Contents Next Page »de Su prosperidad y engrandecimiento. La Nación misma aplaudiría vuestra cordura, porque para ella no debe ser lo mismo contar en un nÚInero con un Estado Iniserable, abatido e insignificante, que con un pueblo aforlunado y noble; porque conocerá dema– siado que no os impele el capricho sino una necesidad que no podéis evadir de otro modo; porque en fin, verá que nunca dejaremos de ser centroamericanos,
~ino para serlo de un modo muy ixnporfante, a la xna– nera que el hijo de una faInilia indigente, que si se separa teInporalInente y viaja es para volver a ofre– cerle, con sus nuevos reCursos y adquisiciol:les, un cú– Inulo de poder y de respetos que tarde o Iiunca la ha– bría adquirido a su lado. ConsuUad, Señor, si os place, esta antitesis con vuestros pueblos y estos os confirIna– rán en la exactitud de la iInagen y en sus hOl:lorables sentimientos de ser sieInpre centroamericanos, pero cenfroaInericanos doiados de honor, de un noble or– gullo y de un justo y laudable axnor de sí mismos, de que quieren ser miexnbros del Inismo cuerpo, pero miembros útiles, robustos, no enervados y exánimes. Toda otra tentativa sería inútil O poco apreciable, porque a lo más se podría esperar cubrir la necesidad presente sin la esperanza de roejor suerle, pero ya se ve que un cerebro cuyas fibras no estén en descon– cierto, un corazón sensato y un juicio recto no puede contentarse con ese expediente. La naturaleza, la ra– zón y los sacrificios nos llaman a un fin más decoroso y por eso ;es que no xne satisface, ni debe aquietaros cuanto pl,lede quedar circunscripto entre aquellos lí–
mit",s. :Podríais, por ejemplo, hacer más extensiva la ley constitucional de 13 de septiembre de 825, hacien– do que el impuesto sobre los contratos de venta y C$rnbio Se exigiese desde la cantidad de veinte.y cinco pesos en adelante, designando al mismo tieInpo el papel en que debieren constar los contratos para ser valederos, adoptariáis alguna de las medidas de la ley constitucional de 19 de dicieInbre del Inismo año (derogada en el todo por perjudicial al orden 1, gra– vando ahora a la parfe Inenos débil y más razonable, aumentaríais el ixnpuesto sobre el ganado que Se con– sume en el rastro, de sUerle que sin perjuicio de los tondos .Inunicipales pudiere suministrar este ramo un
nuevo ingreso sin hacer sufrir xnucho al consumidor; arreglaríais el ejercicio de las aries Inecánicas sobre el sistema de patentes, declararíais libre la siembra de tabacos, la fábrica y venta de aguardientes, con tal que todos tres ~riículos adquiriesen su derecho .exclu– sivo y patente por una cuota anual y determinada; o bien pod~íais fijar una base Inayor a los reInates anuales de este recurso detestable, gravaríais la intro– ducción de sal por el Río Grapde, muy Inoderada o insep.siblexnente, porque los pobres son los que Se ocu– pan d~ este ejercicio, y el consumo del mismo arfículo en las haciendas, contaríais con un tanto por ciento sobie la renta o sueldos de la lista militar y civil, ex– ceptuándose únicamente los que no pasaren de diez y seis· pesos, y úlfiInamente con otros arbitrios de igual jaez y taInaño. Pero, ~con todos ellos qué habríais avanzado'? A lo Inás cubrir, COInO llevo dicho, la Ina– yor parfe o todo de la urgencia actual. ~y es esto a lo que sólo debe aspirar Costa Rica'? No, Señor, que otra suerle le espera y debéis procurarle.
Por consideraciones de tanto momento, en :mi cone cepto, os pido: 19 que xnanifestéis a la Federación que
las Iniserias del Estado no le permiten, por ahora, continuar en la Inarcha que se le ha designado, o, lo que viene a ser lo :mismo, que no puede mantener allá a sus representantes; que no os halláis en estado de suministrar cupos devengados ya, ni futuros, que la complicación del sisteIna adIninistrativo de rentas en ningún caso os permiten guardar más silencio, porque sus defedos bien se miren con respecto a los indivi– duos que p~eden ser nombrados bien se atienda a la falfa de conocixniento que debe tener Costa Rica de 10 que se recaude en su seno, bien se considere la ab– surdida<i de que haya funcionarios subalternos en el Estado que puedan contestar la voluntad y preceptos de sus Autoridades Supremas, no son sufribles y muy dignas de corrección, 2 9 que a efecto de librar a Costa Rica del abismo de ingobierno y anarquía que la ame-
naza por falfa de funcionarios qUe sostengan el orden deliberéis sobre todos y cada uno de los eleInentos de Hacienda que arriba indiqué, en cuyo caso leyes re– glamentarias aSegurarán la percepción de cada uno de los ixnpuestos, las garantías del ciudadano y el dere– cho de los exadores y yo tendré el dulce placer de con– sagrarme a suministraros todos los recursos de que sea capaz mi pequeño alcance, en la inteligencia de que desde ahora os anuncio el Ináximo de los expedientes en materia de Hacienda, que tantas veces os he indica– do y pedido. Esto es: que déis por abolido el sistema de rentas y que substituyáis el interés particular, su– bastando cada ramo en el mejor postor por la cuota estiInafiva que la prudencia os sugiera, y reduciendo todas las oficinas a una sólo Tesoréría, que procedien– do sobre cantidades conocidas aleje las desconfianzas y emprenda un trabajo xnás expedito, 3 9 que por xne– dio de la iInprenta excitéis el voto público
I porque de esta sUerle alejaréis de vos la formidable sentencia de que "los hombres na obedecen Con gusto las leyes que no están didadas en beneficio de la sociedad", o bien vuestra sana intención no podrá Ser xnarcada con el índice de que "las leyes que sólo son hijas de la vo– luntad del Soberano encuentran siempre los corazones rebeldes". Cada costarricense os ayudará y pues que el negocio es de la xnayor iInportancia, eS Inuy del caso procurar que "la conquista" (que hagáis) "sea el fruto de la prudencia y de la buena conducfa" y (por lo mismo 1 "preferible a toda otra".
Yo estoy bien distante, Señor, de querer sorpren– deros y aun debo estarlo de no indicaros lazos que os fuesen más funestos que los males que tratáis de evi– tar. En orden a lo segundo estimo oportuno reflexio– nar qUe habrá costarricenses que con ánimo sincero y de buena fe, oS inclinen a mi pediInento por la: es– peranza de que sobrevenga el siste:rna central que creerán benéfico y a propósito, y otros no falfarán que disimuladamente trabajarán en favor de éste, porque habrán calculado sobre sus intereses particulares, juz– gándOSe en la iniciativa de obtener destinos y de re·' presentar a expensas de la felicidad del Estado. Creo que no habrá un costarricense tan desgraciado y exe– crable que piense así, pero es, no obstante, Inuy bueno indicaros el peligro para huir de él, protestan– do soleInnemente hacéis aquellas xnanifestaciones a la Nación tan sólo por imposibilidad y que los deSeos de Costa Rica no pueden ser sino continuar siendo fede– rales o confederados; porque no está bien al Estado mirar y sufrir visires que lo eInpacharon en el rmnacto de España y que aun le serían más insoporfables a la edad que tenernos.
Si os dignaseis obrar así, porque lo juzguéis dig– no de vos y de Cosía Rica, yo os prometo indicaros progresivamente Inedias capaces de llevar a un grado envidiable la gloria del Estado y de vuestro nombre, la prosperidad de los costarricenses y de sus rectores, los objetos santos del Pacto social. Demasiado decir esto, bien lo conozco, pero es posible y nada extraño que el órgano sea débil.
Pero si todo esto no se pareciese adecuado, de– clarad, Señor, que todos los destinos públicos Sean servidos gratuitaInente, en cuyo caso ya se arreglaría de un modo conveniente su ejercicio para no hacerlo insoportable a los encargos y ya taInbién se estable– cerían las excepciones únicas indispensables, porque es razón indemnizar al hOInbre del penoso y continuo trabajo. .
De este Inodo conoceréis el verdadero patriofisxno y os pondréis en el feliz estado de calificar a los hom~
bres, porque ya sabéis que los intereses son la piedra de toque del honor, del amor patrio y de las demás virfudes que deben adornar al hOInbre de la democra– cia y al buen ciudadano. Sabréis ya distinguir al pa– iriota de boca del que lo es por convencimiento e in– clinación y quedaréis entendido de los brazos con que podáis contar en' los apuros y conflictos que el duro e inconstante tiexnpo pueda ofrecer a la cOInún y adora~
da madre. Vos podré~s decir oporfuna:rnente a vues– tros cos:tarricenses: "Cuando vuestl'a patria está para parecer, ~estirnaréis en algo vUElstra vida'? Inmolares' por ,ella eS lo ú:Ilico que os corresponde' como a sus
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