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« Previous Page Table of Contents Next Page »¿Quién no ve ,que los p:imeros cuid.ados de los costarricenses I ya Jurada la Jndependencla y adopta– do el sistema presente) debió ser crear una Hacienda capaz de llenar las atencioneS <:fel pacto que debían sostener a este mismo y preparar una mejor, suerte para lo futuro,? Costa Rica conoció_esta verda,d y en su consecuenCla no ha pasado un ano, una leglslatura y' aun una convocatoria, sin que se haya ocupado, poco o -mucho de su interesante objeto. Testimonios lrrefragables d~ esta aserción te~éis, Señor, en los. va– rios registros de vuestra Secretal\la y e!l0s ?s manIfes– tarán que se ha calculado sobre oo;:IfnbuC1one~ direc. 'tas e indirectas y que apuradaS estas y caIIfi'cadas aquellas de sumamente perjudiciales al orden público, se ha contado también sobre la prestación gratuita de servicios de los multiplicados fl;ncionarios que necesi–
t~ ocupar el Es~ado, que últimariu,mte ~s v~ste!s ,necesi– tado a prodUCIr un de.creto. en que dIsmln~llaIs.s~,,:l
dos funciones y funClonanos. Todo ha SIdo InútIl, porque o faifa el equilibrio de indemnización entre los agentes federales cosiarricei'lses y los que deben fungir acá, o porque aun cuando los arbitrios de Costa Rica fueren bastantes para cubrir su presupuesto inte. rior. siempre sentiría el sinsabor de presentar un vacío
l:¡"il el monto y cupo de los gastos de la Nación. En vista de esio y con presencia de que el Estado (como ningún padre de familia I no debe contentarse con so– lo cubrir los gastos del día, sino que debe contar con un superávit aplicable al desan:ollo de la agricultura e industria, a la creación, sostén y progresos del co– mercio y, en fin, a poner en acción los resortes y ele– mentos de su prosperidad, proyectó Costa Rica I en los años pasados) tornar "Un empréstito extranjero con el cual comenzase a llenar tan interesantes objetos, mas eomo este recurso fue desaprobado por la autoridad federal, ni tuvo otro fruto que las injurias que hizo a los Estados la comisión que dictaminó sobre la mate– ria, de aquí es que qued$.steis; Señor, abandonado a tristes reflexiones, tareas inútiles, esfuerzos y lamentos infructuosos, y s,olo basfan~es pa~a convenceros, mas y mas cada dla, de que es ImpOSIble actual poder sub– sistir políticamente, de que 61;1 el modo presente la representación y voz del Estado en la Federación debe Ber nula, una vez que sus representante,s no pueden recibir de él una dotación congrua y segura, y que si han de disfrutar de alguna renta que los alimente, tie– nen que adquirir ésta precariamenfe y en tono de favor ~e otra man.o que la, de "su comitenfe! de que cada dlB se hallara Costa Rica abrumadé. mas y más de una deuda que no tiene como ni cuando pagar y que (a pesar de vuestras manifestaciones) le hacen sentir de cuando en c!,lando el disgusto de oír cobros con la demanda de cl,lpos que no .tiene guardados ni
pu~de prom~terse guardar en lo suces~vo, de que le agne y entrIstesca la lamentable medItación de que
t:!ar~ desempeñarse de algUlla manera fiene que pros– titUIrse, de que en realidad no debe presentar otra imagen a los ojos ,de todo sl;lnsato que el de un hom– bre tra;rnposo q~e ocupa al sastre,al herrero, al zapa– tero, etc., a qUIenes promete sueldos y no los paga, de que, su paciencia en 'aguardar rem,;,dios de fuera, no hana otra cosa que acabar 'de sumIrle en el abis–
~o de ~a miseria, porque descuidada la agricultura e I!1dustna sólo cuenta (en lugar d'el comercio activo y lIbre que debía hacerle feliz I con un tráfico insensato por no. haber producciones etue exportar de efecfo~
co~ercIales extranjeros, que cada instante agrava la ruma de 's~s hab~antes, po;que agotan el numerario, ahogan la IndustrIa del plUS y levantan el lujo hasta Uf g:-ado que necessriamtlnte debe dar en tierra con e sUJeto, de que aun cuando la montaña del Aguaca– te abortase Un río de oro de' muchas pulgadas cúbicas nunca ser1an los costarricenses I continuando la pre– sente conducfa) sino más que miserables testigos de g;ue hu_bo tal tesoro 'en 'su suelo. Concluiré 'esta Inate– na, Senl?r, co~ añadir simplemente que una vez sola no hahe¡s envIado a vuestros representantes federales con fondas co~ocidos como propios ,del Estado y que por 'e,l c:onitan~, 05 ,habéis visto neoesitado a tomar
e~presiiios de la orna:sa :dElcimal'sin 'recursos para el rElU'lfegrQ, :que últimamente 'sabmsdertido ¡que declarar
imposible la mlSlon del 'Senador Lic. Manuel Aguilar porque ya os han dado en rostro providencias corno aquellas que se creen tan irregulares, de que en la: actualidad os ha llamado el Ejecutivo extraordinaria– mente para que providenciéis sobre la, amortización de la deuda creada hasta ahora y sobre el modo de cubrir el presup'uesto de gastos en lo futuro, pues que la Jefatura Pohfica, la Intendencia, la Tesorería y mu– chas plazas de la lista militar y civil se hallan aban– donadas por falla de dotación, de que la renta de aguardientes, única que (por desgracia de la moral de Cosfa ,Rica) la ha sostenido algún tanto, ya se halla
d~sfalleciente, a pesar de que se ha multiplicado infi– nito esfe aboIninable vicio, y de la reflexión lúgubre y vergonzosa de que haya sido necesario a Costa Rica patrocinar la depravación de sus costumbres para po– der subsistir y de representar a una Inatrona que pros– tituyó su pudor e inocencia para proporcionarse un pan mezquino y sazonado con las aInarguras de unél conciencia punible. ¡He aquí, Señor, la posición lasti– mera de Costa Rica! . é,Y quién podrá p~ntarla y refe– rirla con ojos enjutos? Yo no lo haría Ciertamente sin excitaros el más pungente, indecible y acerbo dolor, y
creedme que demasiada violencia hago a ini imagina– ción y a mi lengua para apartar de ellas las reflexio– nes, imágenes, presagios y desazones con que quisiera trasladar al papel vuestra posición angustiada. é,Qué haréis, pues? ~Dejaréis perecer la nave del Estado abandonándola al arbitrio del proceloso mar del ingo– bierno y la anarquía,V Continuar el actual orden de procedimientos y dicfar medidas que afiancen la ad. tninistración pública son co¡>as que mufuamente se destruyen, son sin duda hipótesis falsas e incompati– bles, es sin co¡:¡tradicción pediros milagros que sería muy bien hicieseis &i se os cometiera al mismo tietnpo la facultad. Pero indaguetnos cuál sea el sentir del Estado.
Desde luego se percibe que no puede darse en él un grado de obstinación e insensatez tal, que quiera continuar sufriendo males, padeciendo vergÜenzas y
esperando indolentemente remedios que no se ven Y:
no se preparan. Esfa sola consideración sería bastant~
para que hallándoos constituído y ocupado en recabar medidas de ,salud, por vos mismo os/pronunciareiEj cambiando de ideas y de conducta, ya que ha probadCj tan mal la observada hasta aquí . Pero rio es así Se.! ñor, que yo os quiero inclinar. Os provoco, además; para que os dignéis excitar y oir el voto público, el juicio de los costarricenses que medianamente saben pensar sobre sus intereses y los del pueblo. Servíos; Señor, hacerlo y yo os aseguro que no habrá un Cos" tarricense imparcial, desinteresado y amante de s~
patria y del orden que no se diga firmem~nte que no
podemos, por ahora, continuar con la carga itnpuest~
y llevando adelante el sistema federativo, tal como él es, que debe el Estado suspender sus funciones fede. rales entretanto que reduciéndoos al cuidado del inte~
rés de vuesfra casa podéis zanjar los cimientos de una,
mejor suerte, adoptando recursos productivos y de eco– nomía I que habéis esperado en vano) y que 05 serán: fáciles si volviendo sobre vos mismo contáis sobre nuesfros preciosos terrenos, sobre nuestro crédito, so· bre las fuentes de riqueza y de sufragios y en fin sobre la sencillez que podéis y debéis dar al orden adminis· trativo de Costa Rica, eliminando ese embrollo y com– plicación de renias y administradores que sólo pu'e, den ser bueno para tentar a los hombres más puros; para degradar a vuestras Autoridades Supremas y para reducirlo todo a la nulidad. ' Este debe ser el resultado necesario de aquél cú-" mulo de observaciones sobre la posición de Costa Rica y esta es la áncora única en que puede salvarse la, na'ire del Estado, Ella mediante podréis hallar medios suficientes para presentar (ante la Nación por otrá vez 1 a Cosfa Rica llena de gérmenes encantadores y de esperanzas tan fundadas como lisonjeras, y para que nuestro pueplo la la vuelta de diez años) se ofrez– ca al mundo con un semblante majestuoso y rodeado de las artes útiles que lo celebrarán en torno y recor– darán ,a la posteridad, con himnos de regocijo, la Sa–
biduría, celo, 'beneficencia y ,además virtudes del 'autor
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