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Empacho en las arcas
EMPURRAR
ENCHICHAMIENTO
ENCARRUJADO
Empurrar, aventar los intestinos. Cargazón de ga– ses intestinales que no pueden ser expulsados fácilmen– te.
Empurrar, expresión facial que denota contrariedad.
to con gran estreñimiento, presentándose a menudo ma–
reos y náuseas. Aquí corres– pondería a una protozooria– sis, sobre todo protozoos co– mo amebas y lambias. Tam– bién puede tratarse de cier– to grado de acolia funcio– nal.
El empacho de agua. falta de apetito (anorexia) y de sed, además, cuando se ingiere agua, se experimen–
ta una gran sensación de llenura, como si se bebiera cantaradas de agua. Pue· de tratarse de una gastri– tis, dilatación gástrica, u I c u s, protozooriasis, etc.
El empacho en las arcas. Como en el': esta– do anterior, aplicándolas más en los niños y ado– lescentes. Realmente son trastornos digestivos, ae– rofagias, meteorismo, formas pseudo-cardíacas con palpitaciones.
Un proceso inflamatorio que va avanzando, pero de pronto sufre un paro, quedándose allí con el dolor dis– minuído o sin él. El proceso ni disuelve ni madura, es– tá empanizado.
Flexión y contracción de todas las articulaciones. Es el llamado del frío violento de una fiebre brusca– mente elevada.
El encarrujamiento puede provenir también de cier– tos estados patológicos.
mo familiarmente se le llamaba. La palabra oficialmen– te folklórica se estableció según relato de la señora Pa– la, en la época en que vivió su bisabuela, cuyos cálculos datan a unos cien años antes de la era fil¡bustera de Walker. Nicaragua en ese entonces, más sencilla en su modo de vivir, pero más supersticiosa en su modo de pensar, estampando en los anales costumbristas de nues– tro suelo, usanzas íntimas y personales de los "viejos de antes", Algunas de éstas eran "amanecer con el mal genio, era amanecer con la luna", "la castidad que se guardaba durante las lunas tiernas", "bendaies en la ca, beza, ofrendas de luna de miel", "proscripciones y pre– ceptos para talo cual finalidad", Y todas estas costum. bres eran medidas que entr¡¡ban en el orden profilác– tico o higiénico o ritual. Si hoy, existiera todavía, cae· rían en el ridículo para la vida 'moderna de hoy. He aquí la leyenda.
En aquel entonces, vivieron en Granada dos perso– najes, don Pedro y don Julián. El primero, nieto de un español, pero nacido en Nicaragua, en la ciudad de Ri–
vas. Muy joven fue enviado a España a cursar estudios en una universidad, pero a los dos años se vió obligado a regresar al saber la próxima muerte de su padre, és– te después de fallecido, el joven Pedrito no quiso vol– verse a la Madre Patria para continuar sus estudios, por el fundado temor a los contínuos asaltos de los piratas que con frecuencia infestaban en esa época las aguas del Caribe.
Llegado a la madurez de su edad, don Pedro se trasladó a Granada atemorizado por la asolación y muer– te sembrada en la zona rivense por el cólera morbus. Don Pedro asentó plaza en la Sultana de Granada, amasó una buena fortuna. $u carácter fue recio, franco y sincero, pero cuando adolecía de ciertas indisposicio– nes y contrariedades, entonces se le salía el fuego es– pañol. Era respetado, la mocería y sus amigos cariñosa– mente le decían tro.
El otro personaje era don Julián como dije antes, mezcla indio-español, considerado como un caudillito en– tre su primitiva raza. También era adinerado, más bo– nachón que don Pedro, pero este tío Julián era la supers– tición india personificada. Hace pocos años, todavía la leyenda lo recorda,ba como el personaje que tenía por vasinilla un enorme huacal de nambiro, pues cuando él sentía algún temor o presentimiento, sacaba sus orines recogidos en el citado recipiente y con sumo cuidado lo derramaba poco a poco en el patio. Así, podía neutra· lizar cualquier inminencia de peligro.
En consecuencia de lo dicho, la regla femenina fue comparada con la luna o mal humor de don Pedro o de don Julián¡ pero hasta nuestros días, solamente ha pre– valecido la de aquel.
EMPACHO
El empacho es una indigestión. Es palabra castiza, pero se abusa de ella. La curandera la pronuncia airo– sa, como acertado diagnóstico a casi toda diarrea infan– til. luego, su terapéutica a seguir son los purgantes, uno de éstos corresponde al famoso purgante de los "tres aceites".
El empacho seco, consisten en un empanturramien·
El enchichamiento es la sensación de llenura gás– trica con regurgitaciones y eructos ácidos y fermentados.
ENEMIGO
Con el persignado se señalan los lugares donde se dice "enemigo".
"Ene" para el lado derecho. "Migo" para el lado izquierdo, deba jito de las comisuras labiales.
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