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Después pal ticipó en ]a cilptma, de Juan Caytán que

-, . pasé a los dichos reinos

hasta que el dicho Francisco Fernándel" fue desbaratado y muerto "

c6rf hiáno' armada' a 'la ciudad de León. salí 'cie' la: ~hidkd' de Gran~Ja

habían rebalado de donde redunl:ió descubrirse muchas minas de 01'0".

E inmediatamente acompañó a Diego de Casta–

fieda en Sll expedición a la Taguzgalpa en la. que S~,

cxh avialOll saliendo celca del río San Juan, donde IlIndalon la efímela. ciudad ele Nueva .ra~n. de la qué

vuestro (capitán serví pasando muy grandes frabajos yo peligros de

(muerte". Finalmente fue uno de los principales conquistado– les de Costa Rica distinguiéndose siemple por la alteza de sus mil as como por su celo en el serviCio de la Co–

Cuando Francisco F'el nández Gil ón 'se había alt~.;

rado contra el "real servicio" del Rey en el Perú, Juan

fue el pIimcro de la provincia que salió a combatirlo ,

adond~ el dicho capitán pobló la ciudad de la Nueva

{Jaén

Quivhia. región situada casi a trescientas leguas de Cicnic, el a un llano sin piedras ni árboles, exten– dido soble lasoS ar~nales donde habitaba un curioso género de vacas corcovarlas y bueyes fieros Ambos animales tenían una enorme giba SObl e la cruz, un fle– co al lado como el del camello, mucho pelo de la ro-

MicI1has tanto sus encomiendas pasaton a manos de un Flancisco Bañuelos Dávila teglcsÓ a Granada. conhae mahimonio y enc-abeza una nueva' éxpedición a la Taguzgalpa Enseguidá acompañó a' Pedro Ramí– 1cz de Qttiñónez en 'la jornada a ÜlS provincias de La– candón, ·Pochutla. Catanu y Tofiltepeque ,. donde habiondó sido nombrado fot

el viniendo el capUá,"n Palomino en nDmbr~ de Gonzalo PixBrró~

treinta legu8s de donCie yo residía.

luego que 10 supe, fuí por la costa a la. ciudad de

y con la gente qUe dicha ciudad salió a resistir fuí y estuve defendiéndole que no salta:re en tierra; 10 cual visto por el dicho capitán Palomino se hizo a 10 largo. dejando libre la tierra". Luego se unió a FranCisco del Barco, el pacifica– dor de los indios de Nueva Segovia, con el cual des– cubrió el lío Maribichicoa y las aUlifelas minas de aquella región.

Mal Un de BalO Betacol', d~ O1,igen canaI'io, fuelon los

Juan Dávila, nacido en Gdmada el año de 1530, el primer nicaiagüens~ ~e quien se

sabe que ha– lla manejado la pluma

Al cumplir dieCisiete años lecibió las encomiendas de Jalteva y M~~ya que e~ gObelnad~r :Rodlig~ de Conbeias en atención a los muchos selvicios plesta– dos habí~ concedido a su padre, hijodalgo y ;¡.lcalde olainario de la '9iudad que 'IDOlilía as~sinado "a glan tlaición" PelO Juan, sintiendo helvii' en sus venas In noble y brava sangle de los conquistadoll.~s, paltió d~l

hOgal aoandopando la vi~a de tic~ ~ncom'endero pa– la tamal, volunlalia y decididamente, la dUla e incier– ta vida del soldado

Al po~o tiempo lOglÓ alistalse enhe los volunta–

r~os que fueron a .combatil al Cap~tán Palomino que, en nombre de PiZ~llO, phateaba po! El ReaieJo:

Hay una púgina de Pedt o Mál ti! de Anglel ía que no ha sido incOlpolada a nuestla histOlia Y es la si– guiente

Pala obtener mayi)lcS legajos del pacífic.o y genelO– so cacique Nicalagua, Gil Gúnzález Dávilrc mandó a

COI tar el cabello a sus soldados más melenudos con el fin de tlasladarlo a las ba'lbas de los má.s bisoños El descublidOl de Nic3Iagua, con esta eshatagema, que· lÍa acrecentar el miedo en los indios, -ya que éstos "les

tenían tanto hOl101 a las batbas de los Españoles eomo

a sus caballos" Peró no le quedó otlO 1 emedio que confouTI31 se con sus 25 000 piezas de 010 y maYOl nú–

lTIeI o de idolillos del mismo· metal que antel iatmente

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